Revista Nº25 "ECONOMÍA Y SOCIEDAD"

 

 

Resumen

El presente trabajo pretende analizar las complejas relaciones entre los medios de comunicación y los líderes políticos en Argentina, concretamente examinar qué relaciones tuvieron con los mismos los presidentes Carlos Menem, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, qué rol le asignaron, cómo impactó en la opinión pública las reiteradas apariciones en los medios de Menem, qué buscó el kirchnerismo con la Ley de Medios promulgada en el 2009, cómo fue la relación del matrimonio Kirchner con los medios, en especial con el Grupo Clarín.  El propósito del trabajo es demostrar la relevancia que adquirirían los medios de comunicación en el transcurso de dichos liderazgos (1989-1999 y 2003-2015) y cómo éstos ayudaron a dichos presidentes a construir y mantener su liderazgo.

 

Summary

 

This work aims to analyze the complex relationships between the media and political leaders in Argentina, specifically examine what relations they had with them the presidents Carlos Menem, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, what role assigned to them, how it impacted on public opinion the repeated appearances in the media of Menem, which sought the kirchnerismo with the media law enacted in 2009, how was the relationship of the marriage Kirchner with the media, especially with Clarín Group. The purpose of the work is to show the importance that would acquire the media during these leaders (1989-1999 y 2003-2015) and how they helped those presidents to build and maintain leadership.

 

 

 

 

 

 

 

“Política y Medios de comunicación en las presidencias de C. Menem, N. Kirchner y C. Fernández (1989 – 1999 y 2003 - 2015)”

 

Por: María del Pilar Melcón[1]

 

 

 

       I.            Introducción

 

 

  1. Justificación: Desde hace dos décadas, concretamente desde los `90, los medios de comunicación tendrían una gran relevancia a nivel político y electoral, y de esta manera su contenido repercutiría en la opinión pública. Con el menemismo y el kirchnerismo los medios, de una u otra manera, serían un pilar fundamental en sus liderazgos.
  2. Objetivos: el objetivo general de este trabajo es examinar la relación entre los medios de comunicación y los liderazgos presidenciales de Carlos Menem, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

Los objetivos particulares son:

§  Analizar cómo dichos presidentes construyeron su liderazgo a partir de la utilización medios.

§  Analizar la experiencia de Menem en los medios, principalmente en la televisión y la repercusión de sus escándalos mediáticos.

§  Analizar la relación cambiante del matrimonio Kirchner con los medios de comunicación, especialmente con Clarín.

§  Abordar las características de la Ley de Medios y su influencia en el escenario político y en la opinión pública.

  1. Planteo del problema: tanto Menem, como Kirchner y Fernández de Kirchner emplearon y se apoyaron en los medios de comunicación de diferentes maneras según el momento y las circunstancias: los utilizaron siempre a su favor.
  2. Problema: ¿Qué hubiera sido de dichos liderazgos sin la presencia y utilización de los medios de comunicación?
  3. Hipótesis: “Los medios de comunicación tendrían un rol decisivo en la política, positivo o negativo, según el presidente, el momento y la circunstancia, así como un papel influyente sobre los electores y moldearía a la opinión pública.”

 

   II.            Algunas consideraciones

 

-         Marco teórico. El tema de los medios de comunicación (y la comunicación en general) vinculado con la política (y los liderazgos políticos), tanto durante el menemismo (década del ´90) como durante el kirchnerismo (2003-2015), ha sido extensamente desarrollado a lo largo de estos años. Encontramos autores como Hernán Fair, Agustín Vallejo y Robertino Spinetta que nos expresan cómo se mediatizó la vida política en los años ´90. Fair también nos muestra cómo Menem se aparecía en los medios y construía su liderazgo a partir de ellos como el  “salvador” y cómo los medios potenciaban su liderazgo personalista. Alberto Baldioli y Santiago Leiras aportan la relación del matrimonio Kirchner con los medios, y el conflicto con el sector agropecuario. El trabajo de María Victoria Vaccaro, trata sobre la comunicación y la política y la experiencia de Menem en este aspecto. Giovanni Sartori analiza la influencia de la televisión y habla de la personalización de la política y de video-política. El periodista Luis Majul habla sobre la relación (cambiante) de la pareja con los medios de comunicación. Y, en vinculación con ésto, Juan Carlos Torre expresa cómo ya Perón intentaba controlar a los medios. Santiago Leiras, además, en un artículo del año 2009 analiza los objetivos de la Ley de Medios y hace una serie de aclaraciones al respecto.

 

Política mediatizada

 

Hoy estamos en plena explosión multimedia, podríamos hablar casi de la “dictadura de la imagen” (Dell´Oro)[2]: las palabras le cedieron su lugar a la imagen, y en todo esto la televisión tiene un papel central. Tal es así que la televisión, en muchos aspectos, ha desplazado a los otros medios y ha impuesto su formato: el modelo actual es, predominantemente, audiovisual (Rossi)[3]. Jorge Dell´Oro afirma, además, que “en la política de estos tiempos, el candidato es, en sí mismo el mensaje” y, en este sentido, “el electorado hoy compra credibilidad antes que propuestas”. Los líderes en la actualidad prácticamente no requieren de actos multitudinarios, como sí era frecuente y común en otras épocas, para legitimarse, y si lo hacen es para que se vea por la televisión. Tal como dice Luis Lázzaro[4], “el espacio público ya no es la tribuna, son los medios.” Este, además, afirma que la televisión (y hace referencia a ella como un “dispositivo tecnomediático”) tiene un rol referencial fundamental en la construcción social y en el imaginario colectivo y se ha convertido en la principal herramienta de construcción de los nuevos universos simbólicos. (2011)

Si bien gobernar implica comunicar, no son sinónimos: la comunicación es una herramienta de gestión pero no la reemplaza. 

En la actualidad, gran parte de los asuntos públicos salen a la luz en los medios de comunicación como consecuencia de factores como la personalización de la política y el auge de las tecnologías. Algunos políticos se han convertido en símbolos mediáticos y el ciudadano, en la urna, tiende a privilegiar el valor de sus figuras personales, más que sus plataformas[5]. Según Sartori “El video-líder más que transmitir mensajes es el mensaje” (1998) ya que la política por televisión requiere de personas, de rostros. De esta manera la imagen, como ya se mencionó anteriormente, personaliza la política. En términos del autor

Los efectos de la vídeo política tienen un amplio alcance. Uno de estos efectos es, seguramente, que la televisión personaliza las elecciones. En la pantalla vemos personas y no programas de partido; y personas constreñidas a hablar con cuentagotas. En definitiva, la televisión nos propone personas (que algunas veces hablan) en lugar de discursos (sin personas). (1998)

Sartori, alude al poder de la televisión en cuanto a la inducción de opiniones, personalización de las elecciones; en suma, alude, al dominio de la imagen y de las herramientas de la comunicación audiovisual.

En nuestro país fue Carlos Menem (1989-1999) quien inauguró la video-política: “una nueva forma de hacer política por la cual bastaba con responder sin límites a entrevistas radiales o asistir a populares programas de televisión para dar a conocer sus opiniones sobre los más diversos temas, recibir y procesar  las demandas sociales.” (Vaccaro)[6]. El candidato riojano fue pionero en implementar una nueva forma de movilización política en la que quien se movilizaba era él mismo: en su `menemóvil´ recorría el país, interactuando con la ciudadanía sin intermediaciones y distanciándose de la tradicional manera de hacer política de los viejos líderes. (Krisiuk)[7]. En la década del `90, los candidatos y los medios habían pasado a pertenecer al mercado, con su exigencia de impacto y espectacularidad. (Lázzaro: 2011)

Los medios de comunicación se adueñan del rol de dirigir la agenda de discusión pública, ubicándose en el centro de la escena de la Comunicación Política. Estos imponen las reglas del debate político de modo que son ellos quienes eligen las cuestiones y temas a tratar, marcan y manejan los tiempos.

 

 

Presidencia de Carlos Menem

           

          Para las elecciones presidenciales del año 1989 había dos propuestas claras, representadas por dos candidatos:

ü  El candidato justicialista, Carlos Menem, por entonces gobernador de provincia de La Rioja, prometió una “Revolución productiva” y un “Salariazo”. Buscaba una identificación personalista, emotiva, directa, apareciendo de esta manera como un líder carismático.

ü  El candidato radical, Eduardo Angeloz, gobernador de Córdoba, proponía todo lo contrario a su contrincante: privatización, desregulación de la economía, reducción del intervencionismo estatal.  (Paradójicamente, esto es  lo que llevaría a cabo el caudillo riojano).

Menem apelaba a la tradición nacional y popular del peronismo y “en ese contexto, potenciado por las constantes contradicciones internas y la imagen de ganador que proyectaba Menem en los medios masivos de comunicación, el candidato peronista generaba un vínculo de identificación simbólica con las masas” (Fair: 2012). Asimismo, buscaba, mediante la aparición constante, casi cotidiana, en la televisión (aunque también en otros medios de comunicación) trascender el vínculo con sus seguidores.

Finalmente, el 14/5/1989 fue electo presidente (la fórmula era Menem-Duhalde) con el 47,51% de los votos, mientras que la fórmula radical (Angeloz-Casella) obtuvo el 32,45%. Debido a la situación económica (hiperinflación) y social (altos niveles de desocupación y pobreza) Menem asumió la presidencia el 8/7/1989 (a fines del mes de junio, el entonces presidente, Raúl Alfonsín renuncia).

Rápidamente, el presidente electo llevó a cabo todo lo prometido por Angeloz, es decir, tomó el camino neoliberal con un modelo de acumulación basado en el mercado autorregulado y libre (Fair: 2012). En este contexto, lanza, casi paralelamente (agosto y septiembre) dos políticas económicas que comenzaban a delinear el nuevo modelo:

Ø  La Ley de Emergencia Económica (23.697). Suspendía todo tipo de subsidios, privilegios y regímenes de promoción y autorizaba el despido de empleados estatales.

Ø  La Ley de Reforma del Estado, (23.696). Exhibía la necesidad de privatizar una amplia lista de empresas estatales y delegó en el presidente la facultad de elegir la manera específica de realizarla.

Estas leyes le dieron al Poder Ejecutivo la facultad de legislar por decreto y de esta manera saltear a un Congreso “demasiado lento” en la toma de decisiones. (Vaccaro) Según Hernán Fair, “la sanción de estas dos mega leyes neoliberales constituyó el eslabón inicial” para dar comienzo a un proceso de flexibilización laboral, privatización, desregulación comercial, reducción del gasto público. También hay que mencionar los ajustes en la Corte Suprema de Justicia (abril del `90) a través de la ley N° 23.774: la cantidad de miembros aumentó de cinco a nueve lo cual le garantizaba al Poder Ejecutivo una mayoría que iba a legitimar, en lo judicial, tanto las políticas neoliberales así como el abuso de los poderes excepcionales. Aquí Santiago Leiras afirma que “durante el gobierno de Menem se produjo la emergencia de un estilo de liderazgo neodecisionista que tendió a concentrar el poder político en su persona, en desmedro de las instituciones democrático-republicanas.” (2009) 

En lo que refiere a la relación de Menem con los medios podemos mencionar, en primer lugar, cómo desde un principio (desde la campaña para las elecciones del ´89) aparecía en éstos como el “salvador”, quien iba a unir al país (debido al caos hiperinflacionario y a la fragmentación social). “El discurso de Menem había instaurado un orden político soberano basado en la estabilidad monetaria y la pacificación y reconciliación nacional.” (Fair: 2012). Su liderazgo personalista era potenciado por sus apariciones permanentes en los medios masivos de comunicación. Con la ayuda de éstos “repolitizó a la ciudadanía en torno a su figura.” (Fair: 2012). Como dice Bárbara Krisiuk, el mandatario veía reforzada su imagen de “tipo carismático y entrador” debido a sus frecuentes apariciones en programas de televisión como en eventos deportivos y espectáculos musicales. No obstante, también existieron escándalos mediáticos por corrupción alrededor del entonces presidente y de su entorno, entre ellos encontramos una denuncia por lavado de dinero proveniente del narcotráfico y que involucraba a varios funcionarios, y también una denuncia por venta ilegal de armas. Y en este aspecto, Luis Alberto Romero amplía estos hechos de corrupción; hace referencia a la guerra entre Menem y quien pretendía sucederlo (Eduardo Duhalde, por entonces gobernador de Buenos Aires) y uno de los caminos elegidos fue la denuncia periodística de hechos de corrupción,  nutrida con informaciones que unos y otros hacían circular para perjudicar a sus ocasionales rivales. Los medios difundieron episodios como la venta clandestina de armas a Croacia y Ecuador, las exportaciones ficticias de la `mafia del oro´, la `aduana paralela´, más tolerable que la oficial, o los sobornos de la empresa IBM a los directores del Banco Nación. (Romero: 2014) Esta mediatización de los escándalos fue un factor importante en el descenso de la imagen de Menem  hacia 1995. (Vallejo, Spinetta: 2012)

Durante la década del ´90, los medios masivos actuaron como un espacio de acción de la política, legitimando el discurso del presidente. El régimen de convertibilidad (que integraría discursivamente las políticas de privatización, apertura, desregulación y flexibilización laboral) prácticamente no fue criticado, y la cuestión predominante giró alrededor de las ya mencionadas denuncias de corrupción y el abuso de poder del presidente[8]. También es importante mencionar el trabajo que los medios de comunicación se tomaron para inculcar en la ciudadanía la idea de que lo estatal era ineficiente y que era la iniciativa privada la que salvaría al país del abismo.  En algunos ámbitos estatales existía la voluntad de que el nivel de los servicios públicos decaiga para que la ciudadanía estuviera más predispuesta a las ideas privatizadoras.  Las reformas menemistas disfrutaron de una gran adhesión pública y activa: durante los primeros meses, su popularidad subió entre el 60 y el 80 %[9].  En este sentido, hay destacar el apoyo social que obtuvo el liderazgo menemista tanto por parte de sectores populares como empresarios.

Menem se convirtió en un personaje más de la farándula, asistiendo a programas de televisión pero también a megafiestas nocturnas. Pasó asimismo a integrar la “prestigiosa” lista de “Personajes del año” de la revista Gente, (revista oficialista) cuyo propietario era su amigo Constancio Vigil. (Vaccaro)

Así, en el imaginario colectivo se fue instaurando la convicción de estar sumergidos en el “primer mundo”, más cerca de lo norteamericano que de lo latinoamericano. La relación entre el presidente, la opinión pública y los medios se cristalizó en la “Plaza del Sí” en abril de 1990 cuando una multitud, convocados por sectores del gobierno y figuras reconocidas de los medios que apoyaban al presidente (Neustadt, Sofovich), se concentró en la Plaza de Mayo expresando su apoyo a las medidas llevadas a cabo por el Ejecutivo. (Vaccaro)

Debido a que Menem era un candidato mediático, se presume que para su equipo era más fácil posicionarlo en la campaña de 1994-1995 con una estrategia basada en el éxito de su gobierno (de su primer mandato) y con un slogan que invitaba a continuar por el mismo camino “Sigamos para adelante”. (Dell´Oro)

 

Presidencia de Néstor Kirchner

 

Néstor Kirchner, quien se autodefinía como peronista de centro-izquierda, llegó a la presidencia de la nación en el año 2003. El santacruceño, no era un actor nuevo en la política argentina: fue intendente de Río Gallegos y gobernador de Santa Cruz. Además, su esposa, Cristina Fernández también se había sumergido en la vida política. En su provincia, Kirchner se mostró como un líder que “había logrado una expansión económica y social como nunca antes había tenido la provincia en toda su historia.” (Baldioli, Leiras: 2012). Pero hay que señalar que su gestión como gobernador fue criticada por la oposición debido a su estilo político con “características personalistas, autoritarias y clientelares (…) El despliegue de ese estilo tuvo su expresión, además, en el sometimiento de los medios de comunicación locales y el nombramiento para los juzgados locales y el tribunal supremo de la provincia de Santa Cruz de personas de su más íntima confianza política.” (Baldioli, Leiras: 2012) 

Fue Eduardo Duhalde (presidente electo por la asamblea legislativa el 1/1/2002 para finalizar el mandato de Fernando De la Rúa quien había renunciado el 20/12/2001)  el que apoyó la candidatura de Kirchner, pero antes había iniciado conversaciones con otros actores políticos relevantes de nuestro país para que enfrentaran a Menem en las elecciones presidenciales del año 2003. En un primer momento, Duhalde tuvo conversaciones con el entonces gobernador de la provincia de Santa Fe, Carlos Reutemann quien, luego de idas y vueltas, decide no competir en las elecciones. Más tarde, debido al rechazo del santafesino,  busca a José Manuel De La Sota (gobernador de Córdoba) como precandidato, pero tampoco tuvo éxito. Es así, como termina dando su apoyo al gobernador de Santa Cruz para que enfrente a Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá. (Baldioli, Leiras: 2012)

N. Kirchner, a fines del año 2001, fue presentado para toda la Argentina a través del programa de televisión de Mariano Grondona (“Hora Clave”). (Baldioli, Leiras: 2012).  Utilizó los programas políticos televisivos para afirmar la necesidad de reparar las consecuencias de las políticas implementadas en la década del `90 y esta reparación solo podía lograrse a partir de un liderazgo nacional y popular. “Este sería el punto de partida de la instalación en la escena política nacional de Néstor Kirchner, en un recorrido que lo llevaría a la presidencia de la nación en el año 2003.” (Baldioli, Leiras: 2012)

La popularidad del santacruceño fue creciendo y de esta manera impulsaba un programa socialdemócrata para distanciarse del pasado reciente (Menen y De la Rúa) y haciendo hincapié “en la producción, la educación, el trabajo, la equidad y la salud.” (Baldioli, Leiras: 2012) 

El 27/04/2003, se llevaron a cabo las elecciones: Menem (Alianza Frente por la Lealtad – UCD) obtuvo el 24,30 % de los votos, mientras que Kirchner (Frente para Victoria) el 21,99%. La segunda vuelta tendría lugar el 18/05, pero nunca llegó. Cuatro días antes de realizarse el ballotage,  Menem se bajó del mismo lo que convirtió a Kirchner en el nuevo presidente. Kirchner recibió un gobierno en situación bastante promisoria: lo peor de la crisis desatada en el 2001 había pasado aunque aún quedaban cuestiones por resolver y demandas por satisfacer. (Romero: 2014)

Tal como reflexionan Baldioli y Leiras, el mensaje del presidente al pueblo fue “inspirador para parte del electorado, sus acciones fueron aceptadas sobre todo por la juventud y los elementos más pobres y marginales de la sociedad.” (2012)

Como presidente, Néstor Kirchner, hizo uso amplio de recursos gubernamentales y políticos. “El recurso autoritario plebiscitario para forzar la renuncia de los jefes de la Corte no se condecía bien con la institucionalidad democrática.” (Romero: 2014) Entre el año 2003 y 2006 el presidente firmó 176 DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia), uno de ellos fue para extender por diez años más las licencias de radio y televisión. En este sentido es importante mencionar su relación con el Grupo Clarín. La estrategia de Kirchner había sido la de ubicar a la prensa en el lugar de actores políticos, con intereses políticos propios que van más allá de comunicar. La relación del kirchnerismo con el Grupo Clarín, comenzó sin altibajos y con el beneplácito del presidente, quien decidió, como se dijo anteriormente, prorrogar por diez años más las licencias de los medios pertenecientes al grupo.           

Durante su presidencia, los periodistas del diario La Nación (en comparación con Clarín o Página 12) tuvieron poca comunicación directa con funcionarios kirchneristas. El único que tenía acceso al Presidente, a través de Alberto Fernández, era el periodista Fernán Saguier, quien conocía a Kirchner desde 2002 cuando era gobernador de Santa Cruz. Kirchner comenzó a contestar de manera pública las editoriales de dicho matutino. Es así como la prensa pasó a ocupar el rol de opositora y no de institución independiente[10]. A diferencia de lo que ocurrió con La Nación (con esa tensa relación), Kirchner tenía una relación cercana con Clarín. Pero, en ese entonces la primera dama, Cristina Fernández, miraba con recelo este acercamiento. Era el mismo Kirchner, durante todo su mandato, quien llamaba para protestar por algún título o nota publicada en Clarín. 

Hasta ese momento la relación era buena y cordial. Como dice el periodista Luis Majul “cuando el nuevo gobierno comenzó, Kirchner apoyaba a Clarín. Y Clarín apoyaba a Kirchner.” (2009) Además, pocos días antes de finalizar su mandato “Kirchner aceptó la fusión en el negocio de la televisión por cable entre las empresas Multicanal y Cablevisión, permitiéndole de esa manera al Grupo Clarín el control del 60 por ciento del mercado en ese rubro.” (Baldioli, Leiras: 2012)

 

Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner

Cristina Fernández de Kirchner comenzó a tener un creciente ascenso a nivel nacional a mediados de la década del `90, cuando fue elegida como senadora por Santa Cruz en 1995 abandonando, por esta razón, su cargo de legisladora santacruceña.

En las elecciones presidenciales del 27/10/2007 ganó la fórmula del Frente Para la Victoria: Cristina Fernández de Kirchner – Julio Cobos con un 44,92% de los votos. El segundo puesto fue para la Coalición Cívica (Elisa Carrió – Rubén Giustiniani) con el 22,95%. Según Baldioli y Leiras, Fernández de Kirchner  “basó su propuesta electoral en la idea de la continuidad dentro del cambio.” Sus puntos centrales eran tres: reinserción en el contexto internacional, inicio de un nuevo tiempo político basado en el diálogo y una mejor calidad institucional y una presidencia que tendría cambios en relación a la de Néstor Kirchner. (Baldioli, Leiras: 2012). Según estos mismos autores, rápidamente se esfumaron las expectativas de cambio cuando dio a conocer el “nuevo” gabinete de ministros: de los doce integrantes solo cinco eran realmente nuevos (asumían por primera vez) y los siete restantes provenían del gobierno anterior.

Como señala L. Alberto Romero, el Congreso modificó la composición del Consejo de la Magistratura para darles más peso a los representantes políticos oficialistas. El desbalance de poderes se acentuó con algunos desconocimientos de fallos judiciales (incluso de la Corte) y con una campaña que descalificaba a la Justicia en general, hablando de la “corporación judicial”. También, en esta línea, se operó sobre los medios de prensa. “Los funcionarios vigilaron la opinión de los periodistas y sugirieron el desplazamiento de los más críticos.” Un elemento efectivo fue la asignación de la publicidad oficial, repartida preferentemente entre aquellos medios que disciplinaban su línea editorial. El poder de regulación de las emisiones de televisión y de radio constituyó, asimismo, un argumento importante, principalmente con las empresas de TV. Si bien amigos empresarios del gobierno compraron diarios y radios, rara vez lograron que su circulación creciera. “Por otro lado, la radio y la televisión pública y la agencia de noticias Télam se convirtieron en desembozadas propagandistas del gobierno. La suma de presiones, y el desarrollo de una cadena propia, con periodistas que se autodefinían como militantes, configuró un aparato mediático significativo.” (Romero: 2014)

Siguiendo un artículo publicado en el Diario La Nación, desde que asumió la presidencia a fines del año 2007 (y reelecta en el año 2011, con Amado Boudou como vicepresidente, con el 54% de los votos), Cristina Fernández de Kirchner tomó una serie de medidas económicas y políticas que generaron polémica y alteraron el rumbo de la política y la economía[11].

El 11/03/2008, Martín Lousteau (entonces Ministro de Economía) anunció la implementación del esquema de retenciones móviles para las exportaciones agropecuarias (conocida como la Resolución 125). Rápidamente, los representantes del campo, CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada), SRA (Sociedad Rural Argentina), FAA (Federación Agraria Argentina) y  CRA (Confederaciones Rurales Argentina) cuestionaron la medida,  llevaron a cabo numerosos paros y realizaron piquetes en las rutas en rechazo de la decisión del Ejecutivo. Estas entidades dejaron de lado sus diferencias y se unificaron en la “Mesa de Enlace”. 

Aquí hay que destacar un hecho relevante con respecto a los medios y concretamente el Grupo Clarín. Según Majul, funcionarios del gobierno afirman que la guerra entre Kirchner y el Grupo Clarín comenzó con el conflicto con el campo, mientras que directores de Clarín aseguran que empezó antes. Estos últimos sostienen que el gobierno pasó los límites al poner un espía dentro del diario; éste trabajaba como periodista en una “sección caliente” del mismo. Las autoridades no lo despidieron, pero el periodista renunció. Este hecho de espionaje no fue el único ni más grave: el que peor consideran fue el de espiar a Magnetto (accionista mayoritario del Grupo) y su familia cuando éste luchaba contra el cáncer. (Majul: 2009). Según el periodista y economista Maximiliano Montenegro, las controversias entre Clarín y el kirchnerismo tuvieron como disparador la extorsión a la que habría sido sometido el gobierno durante el paro agropecuario de 2008, cuando Clarín pretendía avanzar sobre la prestadora de telefonía e Internet Telecom Argentina[12]. Pero más allá de cuándo surgió el conflicto entre ambos, en pleno conflicto con el agro, los jóvenes del movimiento kirchnerista, encabezados por "La Cámpora", junto a sectores piqueteros, empapelaron la Capital Federal y gran parte del conurbano con carteles que decían: “Clarín aprieta”, “Clarín quiere inflación”, “Clarín miente”, “Clarín contamina”, “TN Todo negativo, Todo Negocio”[13].

Lo que sí molesto al kirchnerismo fue que, iniciado el paro agropecuario,  el canal TN (Todo Noticias) transmitía las 24 horas los cortes de ruta, marchas y cacerolazos en contra del gobierno. Eran comunes las coberturas de los discursos de Cristina Fernández de Kirchner y la reacción de dirigentes como Alfredo De Angeli en contra de lo que decía la presidente.

Fernández de Kirchner, en su discurso en relación a dicho conflicto, dejó frases que quedaron en la historia ya que lo calificó como el “piquete de la abundancia” y lo comparó con los piquetes del año 2001 durante la crisis económica. Así, vemos que puso en marcha una estrategia confrontativa que se verán, en adelante, en todos sus discursos y actos. Es interesante analizar, en esta línea, el rol que el grupo de intelectuales de Carta Abierta (grupo oficialista) le asignaron a los medios de comunicación: hablan de “desinformación”, “discriminación”, de privatización de las conciencias. (Baldioli, Leiras: 2012)

Finalmente, luego de varios meses de conflicto entre el sector agropecuario y el Ejecutivo, el proyecto de ley queda rechazado cuando el vicepresidente, Julio Cobos, pronuncia una frase que quedará en la historia: "Mi voto no es positivo. Mi voto es en contra."

Otra de las medidas fue la Ley N° 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual (conocida como Ley de Medios) sancionada en octubre del año 2009, que establece las pautas que rigen el funcionamiento de los medios radiales y televisivos en la República Argentina. El objeto de la ley es la regulación de los servicios de comunicación audiovisual y el desarrollo de mecanismos destinados a la promoción, desconcentración y fomento de la competencia con fines de abaratamiento, democratización y universalización del aprovechamiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación[14]. En cuanto al impacto de dicha ley, el diario Página 12 afirma que actualmente el consumo de medios en la Argentina tiende a adoptar la forma de un consumo más crítico, menos ingenuo sobre los que emiten y más realista a la hora de analizar los intereses que están en juego[15]. Según el diario La Nación, en una encuesta realizada,  la pelea con el Grupo Clarín, que obsesiona al Gobierno y monopolizó la agenda política, no está entre las preocupaciones o prioridades del ciudadano. Donde sí impacta es en los núcleos duros, kirchneristas y opositores[16]. Santiago Leiras, en un artículo del año 2009, menciona tres argumentos por parte del oficialismo sobre la relevancia y necesidad de esta ley (y a continuación el autor hace una serie de aclaraciones al respecto). El primer argumento se refiere a  la necesidad de saldar una deuda de la democracia instaurada en el año 1983. Aquí Leiras aclara lo siguiente: este proyecto no fue el primero que se presentó en democracia ya que se  presentaron diversas propuestas (durante las presidencias Alfonsín, Menem y De La Rúa) para sustituir la ley vigente desde la última dictadura militar; también hace referencia a que este proyecto fue presentado en el marco del enfrentamiento político entre el gobierno nacional y el Grupo Clarín (el principal grupo señalado por el oficialismo como representante del “monopolio informativo”). En segundo lugar, menciona la necesidad de democratizar la propiedad de los medios de comunicación, amenazada por organizaciones monopólicas. En este segundo argumento, el autor alude a lo llamativo que resulta este proyecto ya que fue el propio Néstor Kirchner quien, en el 2005, prorrogó las licencias de radio y televisión acordadas en la década previa y pocos días antes de la finalización de su mandato aceptó la fusión entre las empresas Multicanal y Cablevisión, permitiéndole al Grupo Clarín el control del 60% del mercado en tal rubro. Y por último, el tercer argumento, fue la necesidad de una libertad informativa estimulada por la presencia de grupos mediáticos monopólicos que han hecho de la libertad de prensa una libertad de empresa. Aquí Leiras explica que la presencia de instituciones dentro del propio Estado que suministran información un tanto distorsionada, por ejemplo el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) que es el caso además de la confusión entre lo estatal, lo gubernamental y lo partidario, opacan esta preocupación por la transparencia y libertad informativa [17].

Es interesante mencionar (debido a la autodefinición del matrimonio como peronistas) que el intento de controlar a los medios de comunicación también lo encontramos durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón cuando, mediante mecanismos de control burocráticos y represivos, se propuso reforzar el régimen. Según Juan Carlos Torre, una de sus víctimas fueron los diarios de oposición en el año 1947: “fueron clausurados y comenzó la compra del sistema de radiodifusión nacional por grupos económicos ligados al régimen.” (2002) Torre también menciona que, en la campaña electoral del `51, la fórmula radical Balbín-Frondizi “tuvieron vedado el acceso a las radios.” (2002)

Podemos mencionar otra medida que fue la aprobación del proyecto de ley enviado al Congreso que declaró de interés público la fabricación y comercialización del papel para diarios. Así, el Poder Ejecutivo obtuvo la potestad para controlar el mercado, estableciendo precios de venta y metas de producción sobre la empresa Papel Prensa. La ley despertó fuertes críticas de la oposición y de organismos internacionales que alertaron un avance del Gobierno sobre la libertad de expresión[18].

Una última medida importante a destacar (para el fin de este trabajo) fue la creación de “Fútbol Para Todos” mediante el decreto 221/2009 cuyo fin fue permitir el acceso libre y gratuito por televisión abierta a todo el país de los partidos de primera división del fútbol argentino. Así el gobierno nacional y la Asociación del Futbol Argentino (AFA) se convirtieron en socios: la AFA rompió su vínculo con Televisación Satelital Codificada (TSC) y selló una alianza con el Estado por la televisación del fútbol de primera división (y a partir de agosto del 2011 se sumó la segunda categoría)[19]. Es un programa dependiente de la Secretaría de Comunicación Pública de la Jefatura de Gabinete de Ministros. De esta manera, el programa es el dueño, por convenio con la AFA, para la transmisión en vivo de los torneos de Primera División (desde agosto de 2009), de la Primera B Nacional (desde agosto de 2011) y de las semifinales y finales de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana (en la medida que sean disputadas por equipos argentinos). Desde marzo del año 2010, las tandas de «Fútbol para todos» (los entretiempos de los partidos) consisten de publicidad institucional de Presidencia de la Nación. Este programa gubernamental recibió el apoyo de personalidades de la cultura, deporte y la política nacional y críticas de políticos opositores por el gasto de recursos para su manutención y que, como sostienen ciertos actores políticos y sociales, dichos recursos se podrían destinar a otros gastos públicos que consideran más necesarios y urgentes[20].

También en la presidencia de Carlos Menem encontramos una relación con el fútbol. Siguiendo lo dicho por Rubio y Goretti, por medio del decreto 1563/93 se anularon los contratos privados en los que se pactaron “derechos exclusivos de transmisión” y obligó a los titulares de dichos derechos a negociar los contratos. Las reacciones frente a este decreto no estuvieron inspiradas por una preocupación institucional sino por el interés de cada sector. Por un lado, los habitantes que no contaban con televisión por cable estaban “satisfechos porque el presidente Menem les garantizaba que verían los partidos que debía disputar el seleccionado argentino de futbol por las eliminatorias para el Mundial `94.” (Rubio, Goretti: 1996) En cambio, los titulares de los derechos de transmisión televisiva estaban en contra de “esta nueva secuela autoritaria que agravia a la televisión argentina.” (Rubio y Goretti: 1996) Finalmente hubo un acuerdo entre las partes: se derogó el decreto y los partidos se transmitieron por la televisión abierta.

Palabras finales

 

La presencia cada vez mayor de los medios audiovisuales en los hogares ha pasado a ocupar un rol protagónico en la conformación del imaginario social. Tal es así que vivimos en la llamada “sociedad de las comunicaciones” o, también, en la “aldea global”. (Fazio: 2009)

A partir de todo lo expuesto podemos afirmar que nuestra hipótesis (“Los medios de comunicación tendrían un rol decisivo en la política, positivo o negativo, según el presidente y el momento y la circunstancia, así como un papel influyente sobre los electores y moldearía a la opinión pública.”) se confirma. Ya el Papa Juan Pablo II afirmó que los medios de comunicación son instrumentos de un poder inconmensurable. (Fazio: 2009). Siguiendo a L. Lázzaro, el dispositivo tecnomediático en su proceso de avance hacia la suma del poder se construye además como actor político, imponiendo las agendas, sus reglas discursivas y los imaginarios sociales. De esta manera, los medios de comunicación juegan, actualmente, un papel fundamental en relación al ámbito de la política. No sólo son un actor clave que participan activamente en la dinámica política, fijando la agenda y construyendo la realidad, sino que también se han alzado en el escenario donde se representa públicamente la política.

En cuanto a la respuesta del problema planteado inicialmente (¿Qué hubiera sido de dichos liderazgos sin la presencia y utilización de los medios de comunicación?) se desprende que los medios han tenido un rol relevante y decisivo a la hora de presentar a estos candidatos y de mantenerse en la vida pública. Menem obtuvo ventajas de los medios de comunicación, y de su relación con los mismos, para lograr en la sociedad la aceptación de las reformas neoliberales. Gracias a su aparición constante en los medios logró fortalecer su imagen de líder carismático. En el caso del matrimonio Kirchner, tuvieron una relación cambiante con los medios, en especial con Clarín, que luego de idas y vueltas, terminaron rompiendo esa relación que en su momento supo ser cordial. En la construcción del liderazgo, los medios de comunicación tienen un papel relevante. Un pilar fundamental del poder kirchnerista fue un discurso hábilmente construido y eficazmente difundido. (Romero: 2014) Kirchner asumió que había, en la política, una lucha por la interpretación de la realidad y que había que imponer un “relato”. Éste logró convocar a un amplio sector de la opinión pública que se definía como progresista. La eficacia simbólica de Cristina Fernández (para difundir e imponer una visión, para establecer los criterios de diferenciación social, para clasificar y para cimentar los grupos sociales) ha jugado un rol determinante en la construcción y consolidación de su liderazgo. Tal como afirma el periodista Majul, la relación entre el diario y el gobierno fue estrecha y  mientras esta buena relación duró había conversaciones semanales y hasta almuerzos entre Magnetto y directivos del diario y el propio Kirchner y otros funcionarios. La relación entre el Grupo Clarín y los Kirchner ha transitado del amor al odio entre la llegada al poder en 2003 y la aprobación de la Ley de Servicios Audiovisuales en octubre de 2009. Podemos mencionar, como contrajemplo, dos casos latinoamericanos en donde los órganos de difusión públicos han dejado de ser controlados por la Presidencia y han pasado a depender de los respectivos parlamentos, con participación de la oposición, son los casos de Brasil y Chile.

Tal como afirman Baldioli y Leiras, “el kirchnerismo representa la continuación por otros fines – más que por otros medios – del estilo decisionista de gobierno instaurado durante los años de Carlos Menem.” (Bladioli, Leiras: 2012)

Por último, para concluir sobre la relevancia de los medios y comprender cuán importantes son para los líderes, analizaremos, siguiendo un artículo publicado en el diario La Nación, las inversiones estimadas en publicidad. Éstas entre enero y octubre del año 1999 fueron, para Presidencia de la Nación, de U$S 19 millones, mientras que para última campaña presidencial de 2011, el gasto en publicidad de Fernández de Kirchner, ascendió a U$S 101 millones (sin tener en cuenta los gastos en otros programas, como los patrocinios culturales y deportivos).

Bibliografía general 

 

Libros

-         Baldioli, Alberto y Leiras, Santiago (2012): De Néstor C. Kirchner a Cristina Fernandez de Kirchner: ¿un cambio ideologico dentro de la continuidad? En Leiras, Santiago (comp.) Democracia y estado de excepción. Argentina, 1983-2008. Buenos Aires; Editorial Prometeo.

-         Fair, Hernan (2012): El discurso neodecisionista de Carlos Menem: del caos económico, político y social, a la estabilidad y la recuperación del orden público. En Leiras, Santiago (comp.) Democracia y estado de excepción. Argentina, 1983-2008. Buenos Aires; Editorial Prometeo.

-         Fazio, Mariano (2009): De la persona a la aldea global. Rosario; Ediciones Logos

-         Lázzaro, Luis (2011): La Batalla de la Comunicación: de los tanques mediáticos a la ciudadanía de la información. Buenos Aires; Editorial Colihue.

-         Leiras, Santiago (2009): El cono sur y sus líderes durante los años ´90. Buenos Aires; Ediciones Lajouane.

-         Majul, Luis (2009): El Dueño. Buenos Aires; Editorial Planeta.

-         Romero, Luis Alberto (2014): Breve historia contemporánea de la Argentina. 1916-2010. Buenos Aires; Editorial Fondo de Cultura Económica.

-         Torre, Juan Carlos (2002): Introducción a los años peronistas. Buenos Aires; Editorial Sudamericana.

-         Vallejo, Agustín y Spinetta, Robertino (2012): Limitando la excepción: el rol del Congreso durante la segunda presidencia menemista (1995-1999). En Leiras, Santiago (comp.) Democracia y estado de excepción. Argentina, 1983-2008. Buenos Aires; Editorial Prometeo.

 

Diarios

-     Mendelevich, Pablo (13/02/2003): “La televisión, a la espera de la campaña electoral”. Diario La Nacion. Buenos Aires

-         ----------- (10/05/2015): “El ascenso del marketing gubernamental”. Diario La Nación. Buenos Aires.

 

Revistas

-         Ferreira Rubio y Goretti Matteo (1996): “Cuando el presidente gobierna solo: Menem y los decretos de necesidad y urgencia”. Revista Desarrollo Económico. Número 141. Buenos Aires.

 

Páginas de Internet

-         http://www.revcienciapolitica.com.ar/num20art1.php

-         http://www.revcienciapolitica.com.ar/num16art3.php

-         https://docs.google.com/document/
d/1y5d7aTr_Shmj41UzHpB2Be5_uDxReMygErHrfHhSDro/edit

-         http://es.wikipedia.org/wiki/F%C3%BAtbol_Para_Todos

-         http://www.elimparcial.es/noticia/47310/
america/ley-de-medios-de-comunicacion-en-argentina
  

-          http://www.lanacion.com.ar/1465998-las
-medidas-mas-polemicas-que-tomo-cristina-como-presidenta
 

-          http://canchallena.lanacion.com.ar/1319086-el-
futbol-para-todos-la-apuesta-mas-fuerte-de-kirchner

-           http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-229507-2013-09-21.html  

-           http://www.lanacion.com.ar/1535143-impacto-minimo-en-la-opinion-publica

-         http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/155000-159999/158649/norma.htm

-         http://es.wikipedia.org/wiki/Controversias_entre_el_Grupo_
Clar%C3%ADn_y_el_kirchnerismo#cite_note-mochkofskypp160-16
 

-         http://www.bolsonweb.com.ar/diariobolson/detalle.php?id_noticia=21052

-         http://www.lanacion.com.ar/1465998-las-medidas-mas-
polemicas-que-tomo-cristina-como-presidenta

-         http://es.wikipedia.org/wiki/Controversias_entre_el_Grupo_Clar%C3%ADn_y_el
_kirchnerismo#Presidencia_de_N.C3.A9stor_Kirchner

-         http://www1.hcdn.gov.ar/dependencias/cceinformatica/
Jornadas_SNMP/Ponencias/Ponencia_Usal.html

-         http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1853-19702011000100004  

-          http://www.presidentesargentinos.com/21/primera-presidencia-de-carlos-saul-menem    

-         http://www.ipsnoticias.net/2012/03/america-latina
-medios-publicos-tras-escurridiza-independencia/

 

Video conferencia

-         Consultoría en Comunicación Política, 2013, Carlos Fara y Rubén Sutelman.

-         Consultoría en Comunicación Política, 2013, Jorge Dell´Oro.

-         Consultoría en Comunicación Política, 2013, Santiago Rossi.

 



[1] Carrera de Ciencia Política (UBA)

[2] Especialista en Comunicación Institucional Política y Municipal. Profesor de diversas universidades argentinas. 

[3] Lic. En periodismo (USAL) y Analista en medios de comunicación.

[4] Periodista, especialista en educación y lenguaje.

[6] Lic. En Ciencia Política. Disponible en: http://www.revcienciapolitica.com.ar/num20art1.php

[7] Lic. En Ciencia Política. Disponible en: http://www.revcienciapolitica.com.ar/num4art5.php#2