Revista Nº34 "PSICOLOGÍA POLÍTICA Y MEDIOS DE LA COMUNICACIÓN"

 

Resumen

El presente trabajo se propone analizar la influencia ejercida por los medios masivos de comunicación durante la primer presidencia de Carlos Saúl Menem en medio del descrédito de los partidos políticos y el quiebre del Estado benefactor. Se describirá el nuevo tipo de liderazgo implementado por el líder, y se evaluarán las relaciones simbióticas entre el mandatario y los medios, así como también, la capacidad de éstos para instalar la agenda temática que será la materia prima que moldeará la opinión pública.

Palabra claves

Medios de comunicación – Opinión pública – Liderazgo – Política

Abstract

The present work is to analyze the influence exerted by the mass media during the first presidency of Carlos Saúl Menem in the middle of the discrediting of political parties and the breakdown of the Welfare State. The new typt of leadership implemented by the leader will be describe and the symbiotic relationships between the leader and the media will be evaluated, as well as the capacity of these to install the thematic agenda that will be the raw material that will shape the public opinion.

Keywords

Media – Public opinion – Leadership - Politics

 

Los medios de comunicación y la política.

Influencia de los medios en la construcción de liderazgo durante la primer presidencia de Carlos Saúl Menem (1989 – 1995)

 

María Guadalupe Oshiro[1]

 

1. Introducción

 

Desde hace varias décadas los medios de comunicación son considerados “el cuarto poder” porque son grandes creadores de opinión, instalan los temas de agenda, e influyen en la percepción del electorado. De este modo, tienen un rol fundamental en la política, otorgando significado a los acontecimientos políticos. Como señala María Victoria Vaccaro, en la actividad política se produjo un desplazamiento de la plaza, lugar tradicional de intercambio político, a la platea porque que estamos viviendo la “mediatización de la política”. 

El objetivo general del presente trabajo es analizar la influencia ejercida por los medios de comunicación en la creación de liderazgo durante la primer presidencia de Carlos Saúl Menem. Más precisamente se analizará la relación simbiótica entre los medios de comunicación y Carlos Saúl Menem, mediante la prensa escrita y la televisión; y a su vez, se analizarán los efectos de los medios de comunicación en la opinión pública.

El mencionado líder, construyó una relación positiva con los medios, que dieron el visto bueno a sus políticas neoliberales surgidas del nuevo orden mundial establecido en el Consenso de Washington, ya sea publicando o televisando noticias favorables a dichas políticas, entre las que cabe señalar privatizaciones de empresas públicas, flexibilización laboral, desregulación económica y la apertura comercial y financiera, en detrimento de las políticas propias del Estado benefactor en decadencia. Estas políticas contrariaban a las promesas de campaña de “Revolución productiva” y el “Salariazo”, que fueron bien recibidas por una gran mayoría popular deseosa de un cambio positivo.

Estas políticas tuvieron, consecuencias negativas a mediano plazo, generando “un incremento de la desocupación y subocupación, la pobreza y la desigualdad social” (Fair, 2011, pág. 94). No obstante, la sociedad en general, y los sectores populares, en particular, que fueron los más afectados, no presentaron resistencia a la implementación de las mismas. Como señala Hernán Fair “logró evitar una ruptura inmediata con su electorado, e incluso mantuvo en el tiempo, y hasta amplió, en cierta medida, el respaldo social al ajuste en gran parte de los principales afectados: los sectores populares” (Leiras, Santiago, 2012, pág. 97).  Los medios contribuyeron a crear en el imaginario social la noción de que Menem había llegado para traer orden al caos económico, que había comenzado durante la última dictadura militar e incrementado en el gobierno de Raúl Alfonsín.

A su vez Menem realizó concesiones a los medios, porque en toda relación de poder existen intercambios de las partes, el presidente intercambió beneficios económicos a los medios a cambio de apoyo a su gobierno. Éstos últimos fueron uno de los principales pilares en la construcción y el mantenimiento del liderazgo político del presidente. En consecuencia, los medios minaron la percepción de gran parte de la sociedad y ésta legitimó a Carlos Saúl Menem, con el voto, en las elecciones y apoyo a sus políticas durante su “Menemato”.

Es menester señalar, que sumado al apoyo de los medios de comunicación en plena campaña, Menem se valió de su carisma, hizo campaña puerta a puerta mostrándose cercano al pueblo, realizó paseos en el “Menemóvil”, y creó una imagen de caudillo, haciendo uso de prominentes patillas y ponchos, dando sensación de sencillez y humildad. Una vez en el mandato, se convirtió en un líder neodesicionista, para poder llevar a cabo el neoliberalismo en lo económico y el neoconservadurismo en lo político.

Ante lo expuesto surge el siguiente problema: ¿Es posible crear liderazgo sin el apoyo de los medios de comunicación?. De acuerdo a dicho planteo, se incluye la siguiente hipótesis: “Los medios de comunicación serían fundamentales en la creación de liderazgo político, el cual aumentarían o disminuirían durante el mandato”.

 

2. Algunas consideraciones

 

2.1 Marco teórico

 

El nuevo orden mundial establecido por un nuevo paradigma económico, requería para su implementación cambios en las políticas del Estado, aplicarlas conducía a eliminar de raíz las políticas del Estado benefactor. Hernán Fair y Santiago Leiras junto con Alberto Amadeo Baldioli expusieron el contexto histórico antes y durante el gobierno de Carlos Saúl Menem. Se utilizará, además, lo expuesto por Fabián Bosoer y Juan Cruz Vásquez sobre Raúl Alfonsín para detallar el antecedente histórico.

Alinearse con el primer mundo sólo fue posible por un fuerte liderazgo neodecisionista, el cuál posibilitó que el presidente mediante poderes extraordinarios tales como el decreto, veto parcial o veto total, pudiera implementar sus decisiones. Los autores ya mencionados, Santiago Leiras y Alberto Amadeo Baldioli, realizaron un pormenorizado análisis de dicho tipo de liderazgo tomando como principal referente a Carl Schmitt.

Se analizará la relación del líder protagonista de este trabajo y su relación con los medios de comunicación desde María Victoria Vaccaro y Hernán Fair.

Los medios forman y transmiten opinión, por lo cual son un gran instrumento de poder. Oscar Landi será utilizado para ilustrar, la televisión, en tanto medio de comunicación, el papel de los televidentes, y los cambios que produjo sobre la política y los políticos, llevando a la mediatización de la misma.

La capacidad de los medios de instalar agenda marcando qué asuntos poseen interés informativo, influencian a la sociedad y contribuyen a formar su opinión. La teoría “Agenda Setting” expone estas ideas, será abordada desde sus autores Donald L. Show y Maxwell McCombs, los cuales sostienen que la agenda mediática influye en la agenda política.

 

2.2 Antecedentes históricos

 

En la década de 1980, América Latina experimentó la “Tercera ola de la Democracia”, que implicó transiciones de regímenes autoritarios a democráticos, y su posterior consolidación. Los gobiernos post autoritarios enfrentaron la reapertura democrática en un marco de, como señalan Santiago Leiras y Alberto Baldioli, deuda externa que llevó a que la vuelta a la Democracia fuera contaminada por la “apatía cívica, desafección política y cierta depresión social” (Leiras, Santiago, 2010, pág. 55), esta década fue llamada de “década perdida”.

 En el caso argentino Raúl Alfonsín realizó un intento frustrado de estabilización económica. Como señalan Bosoer y Vázquez[2] a mediados de 1985 lanzó el “Plan Austral” que establecía una nueva moneda, si bien, al principio hubo una mejoría, la inflación volvió a crecer. Intentó llevar a cabo nuevas medidas, pero no contaba con el apoyo de la oposición, ni de su partido. Sumado a esto, debió enfrentarse a protestas sindicales en contra de su política socioeconómica.

 A comienzos de 1988, nuevos requerimientos por parte del FMI sobre el pago de la deuda externa y sus intereses, provocaron nuevos cambios en la política. Esto llevó a la implementación de “El Plan Primavera” para estabilizar la economía, el Estado actuaría como intermediario en la compra y venta de divisas; no obstante, este plan, también fracasó.

La fuerte crisis económica, producto del estancamiento productivo e hiperinflación, agravada por la deuda externa y el déficit fiscal, tuvo impacto en el mercado laboral, llevó al incremento de la desocupación y subocupación, lo que derivó en el aumento de la pobreza y la precarización social.

Debido a la imposibilidad de establecer medidas que pudiesen resolver la crisis, Raúl Alfonsín presentó la renuncia cinco meses antes de finalizar su mandato, por ello Carlos Menem asumió sus funciones el 8 de Julio de 1989.

 

2.3 Actividad política de Carlos Menem[3]

 

Carlos Menem es oriundo de Anillaco, provincia de La Rioja. En 1955 se graduó abogado, profesión que le permitió ejercer como defensor de los presos políticos encarcelados por el golpe militar la “Revolución Libertadora”.

 Realizó sus primeros pasos en la política al fundar en 1957 la Juventud Peronista en su provincia y se convirtió en asesor legal de la Confederación General del Trabajo (CGT), ocupó ese cargo hasta 1970.

A causa de que el Peronismo estaba proscripto se afilió al Partido Unión Popular (PUP), y en 1962 fue electo diputado provincial por el departamento de Castro Barros, pero el golpe de estado que derrocó a Arturo Frondizi le imposibilitó ejercer el cargo.

En 1964, debió retirar su candidatura a la gobernación de su provincia en la lista del PUP, por el pedido de Perón desde el exilio a los justicialistas de que se abstuvieran de participar en elecciones con otras banderas partidarias.

En el año 1973 y con la vuelta del Peronismo a la competencia partidaria, fue electo gobernador de La Rioja bajo el Partido Justicialista de la Liberación (FREJULI) y ocupó el cargo hasta el golpe militar de 1976 en el que fue derrocada María Estela Martínez de Perón. Fue depuesto y detenido por la Junta Militar, quedando en libertad dos años más tarde.

A mediados de los años ´80 el Justicialismo estaba dividido en dos facciones, por un lado, el sector ortodoxo, integrado por dirigentes tradicionalistas y sindicales afines a Perón y su viuda; por el otro, los renovadores, compuesto por cuadros directivos de miembros más jóvenes entre los que se encontraba Menem.

En 1985 el ortodoxo Herminio Iglesias fue elegido secretario general del partido, no conformes con esto Menem y otros renovadores, entre los que se encontraba Antonio Cafiero, organizaron una dirección paralela y tiempo después boicotearon el congreso nacional en el que Estela Perón fue elegida presidenta honoraria del partido.

En 1983 y 1987 fue reelecto gobernador de su provincia. En 1988 derrotó al entonces presidente del Partido Justicialista, Antonio Cafiero, en las internas que determinaron el candidato a la presidencia. Fue candidato por el Frente Justicialista Popular (FREJUPO), una coalición del Partido Justicialista con otros partidos menores. El 14 de mayo de 1989 fue electo presidente de la Nación bajo la fórmula Menem – Duhalde con el 47% de los votos, superando al candidato de la Unión Cívica Radical, gobernador de la provincia de Córdoba, Eduardo Angeloz, quien obtuvo el 37% de los votos.

 

3. El liderazgo neodecisionista menemista a través de sus políticas económicas

 

El neodecisionismo deriva del decisionismo elaborado por Carl Schmitt, quien postula que “en momentos de excepción – Estado de Naturaleza político, social y/o económico-, prima la decisión política sobre la norma escrita” (Leiras, Santiago, 2010, pág. 35). El que toma las decisiones en estado de excepción es el soberano, esto es, ante una emergencia inminente derivada de una profunda crisis que atenta contra la Nación, el soberano puede tomar decisiones por fuera de la ley con el fin de salvaguardarla. Se entiende por Nación al pueblo transformado en una comunidad política organizada, que a su vez, ocupa y tiene soberanía en un territorio determinado.

Leiras y Baldioli definen al neodecisionismo:

 

“El neodecisionismo tendría las características esenciales que tiene el “viejo” decisionismo pero a diferencia de este, si bien mantiene la idea de un liderazgo fuerte en el Poder Ejecutivo, es proclive a un Estado sin tanta funcionalidad y centralidad ante la sociedad, propicio con las ideas del neoliberalismo y su Estado Mínimo, y del neoconservadurismo con sus planes sociales focalizados y su folclore de valores socio-políticos”. (Leiras, Santiago, 2010, pág. 44)

 

Fair en su escrito menciona que el decisionismo está nuevamente vigente, en consonancia con la crisis del modelo benefactor, de fragmentación social y de representación. En este contexto ha surgido un nuevo tipo de liderazgo que combina el decisionismo con políticas neoliberales y principios conservadores. Se toman decisiones soberanas en momentos de excepción, que se expresan mediantes decretos, para garantizar la unidad jurídica de la Nación y evitar la disolución de la cohesión social (Fair, El discurso neodecisionista de Carlos Menem. Del caos económico, político y social, a la estabilidad y la recuperación del orden público (1989 - 1995), 2012).

En la década de los ´90, se comenzaron a aplicar las medidas surgidas del Consenso de Washington[4], para enfrentar la crisis económica producto del agotamiento del modelo económico estatista, de cambios en los patrones productivos y comerciales, exacerbado por la crisis de la deuda externa que impulsó severas restricciones fiscales. La fórmula del Consenso postulaba las siguientes medidas: disciplina presupuestaria, reducción del gasto público, reforma fiscal, liberalización financiera y comercial, búsqueda y mantenimiento de un tipo de cambio competitivo, apertura a inversiones extranjeras, privatizaciones, desregulaciones y garantía a los derechos de propiedad.

Las reformas antiestatistas, fueron acompañadas por un discurso de legitimación que marcaba la necesidad de construir un liderazgo ejecutivo que tomara decisiones soberanas para solucionar el caos y la ingobernabilidad social, económica y política. Mediante el discurso neodecisionista, hubo una revinculación política en torno a la figura del presidente como garante de la recuperación del orden y la gobernabilidad (Fair, El discurso neodecisionista de Carlos Menem. Del caos económico, político y social, a la estabilidad y la recuperación del orden público (1989 - 1995), 2012).

 Cabe destacar, que mientras en campaña prometía el “Salariazo” y la “Revolución productiva”,[5] mantenía relaciones con miembros del establishment que explican su giro respecto a la política económica llevada a cabo, una vez al mando de la presidencia. Con el fin de mantener buenas relaciones con el establishment, nombró bajo el cargo de Ministro de Economía, a Miguel Ángel Roig quien pudo desempeñarlo por escaso tiempo -debido a su repentina muerte a tan solo seis días de la asunción de Menem- era directivo de la empresa Bunge y Born, y fue sucedido por Néstor Rapanelli que también pertenecía a la misma empresa.

En sintonía con el modelo económico imperante, se aprobó el 17 de agosto de 1989 la ley 23696 de Reforma del Estado[6] que permitía al presidente establecer la privatización de las empresas estatales, dotándolo de amplias facultades. El 1 de septiembre de ese mismo año, se sancionó la ley 23697 de “Emergencia Económica”[7] que suspendía subsidios y subvenciones, proponía la reforma de la carta orgánica del Banco Central, suspendía los regímenes de promoción industrial y promoción minera, derogaba la legislación vigente respecto de las inversiones extranjeras, incorporaba sanciones mayores a los evasores impositivos, introducía modificaciones en el mercado de capitales, entre otras medidas destinadas a limitar el gasto público y a aumentar la recaudación fiscal. Ambas leyes forjaron un Poder Ejecutivo fuerte, posibilitando a Menem gobernar por decreto, imponiendo su impronta neodecisionista.

Sin embargo, las mencionadas leyes no detuvieron la hiperinflación y se incrementó la recesión[8]. Como consecuencia, renunció el Ministro de Economía y asumió Antonio Erman González.  Una vez en funciones, liberó los precios y el mercado de cambio, eliminó las regulaciones para la compra y venta de divisas, anuló el aumento de las retenciones a la exportación, intentó prevenir una mayor inflación, entre otras medidas.

En diciembre de 1989, impuso el “Plan Bonex”, que consistió en el canje de depósitos a plazo fijo por títulos públicos llamados “Bonex” o “Bonos externos”. Este plan ocasionó pérdidas a los poseedores de plazos fijos. Estableció, al mismo tiempo, otras medidas tales como la prohibición por cuatro meses para realizar licitaciones para la compra de bienes e inversiones del Estado, y determinó que para poder comprar o contratar organismos del Estado se debía contar con la autorización del Ministro de Economía.

Al año siguiente, fue anunciado un nuevo ajuste que consistió especialmente en la reducción de gastos en la administración y empresas públicas, despidos y retiros voluntarios, eliminación de exenciones impositivas, indexación de pagos impositivos y privatización de empresas estatales. Estas medidas lograron reducir la tasa inflacionaria. Pero, a pesar de la mejora, los inconvenientes persistieron y Erman González renunció, en su lugar asumió Domingo Felipe Cavallo.

Cavallo fue el creador de la Ley 23928 denominada “Convertibilidad del Austral” que fue sancionada el 27 de marzo de 1991[9], establecía paridad cambiaria entre la moneda nacional y la estadounidense, 1 dólar equivalía a 10.000 Australes, luego la moneda nacional fue cambiada al Peso, quedando la paridad cambiaria “1 Peso, 1 Dólar”. Los efectos positivos no tardaron en llegar.

Para mantener el nuevo tipo de cambio el Estado debía tener más ingresos que gastos, por lo que, debió tomar otras medidas tales como reformas tributarias, lucha contra la evasión fiscal, disminución de los empleados públicos, acelerar el proceso de privatización y controlar las remesas a las provincias, que debían ajustar sus gastos a sus propios recursos y coparticipables.

El éxito de la reforma monetaria fue bien recibido por los organismos internacionales, que al principio descreían de la viabilidad de la misma.

 

4. Los medios de comunicación y la formación de opinión

 

Los medios de comunicación son considerados “el cuarto poder”, juegan un papel central en la difusión de información mediante su capacidad de transmitir un mensaje que llega a cientos de miles de personas en simultáneo. Otorgan visibilidad a los temas y personas que eligen exponer. Producen efectos al influir en la creación de la percepción de la realidad que tienen los ciudadanos, simplifican la información y de esta manera otorgan la materia prima para moldear sus opiniones.

De hecho, la teoría de la Agenda Setting elaborada por McCombs y Show sostiene que los medios de comunicación poseen gran poder de influencia para centrar la atención en determinados temas en detrimento de otros, los cuales describen la actualidad social, política y económica. De esta manera fijan la agenda mediática sobre las noticias más importantes del día, y en función dicha agenda, sostiene Saperas, la audiencia determina un orden temático de prioridades, y establece la agenda pública (McCombs y Show, 1972).

Saperas, introduce la figura “gatekeeper” que son profesionales de la información, están encargados de realizar un proceso de selección de temas, que darán origen a la agenda temática, en el marco de las organizaciones para las que trabajan. Los “gatekeepers” además de otorgar relevancia periodística a determinados acontecimientos, la asignan, teniendo en cuenta otras variables como, la extensión, no sólo en cuanto al espacio, sino, también en cuanto a la duración de tiempo en el que será tratado el tema; la importancia, será manifestada en el tipo de titulares, el tamaño de la fuente, la localización en el diario (si está publicada en la tapa o no), es decir, la posición en el conjunto de noticias (Saperas, 1987). Esto es válido también para los medios audiovisuales, la extensión dependerá de la cantidad de minutos del programa destinados al desarrollo y análisis del tema; la importancia, dependerá de si se trata en primer lugar, dentro de los segundos o terceros temas, o al final. Puede suceder que se presente en último lugar el tema principal del programa, que se anuncia desde el comienzo para generar suspenso y atraer a los televidentes.

Saperas asegura que “los medios de comunicación llevan a cabo una mediación tecnológica entre comunicador y audiencia, pero y al mismo tiempo, ejecutan una mediación social al determinar su propia agenda influyendo en la agenda pública” (Saperas, 1987, pág. 62).

Cabe señalar que la opinión de los individuos no se forma exclusivamente con la información de los medios, sino también, influye su contexto, interés por los temas abordados y nivel educativo. Debido a que, como afirma Cohen “la prensa, en la mayoría de las ocasiones, no tiene éxito diciendo a la gente qué ha de pensar, pero continuadamente tiene éxito diciendo a sus lectores sobre qué han de pensar” (Cohen, 1963, págs. 120-121).

En efecto, la audiencia a partir de los mensajes recibidos otorga sus propios significados, realizan interpretaciones de acuerdo a como ya fue mencionado a su contexto que es donde los mensajes adquieren sentido -y además su nivel educativo e interés por los temas abordados-. Interpela el mensaje, le otorga valores y procesa la información.

La audiencia es variada y frente a un mismo mensaje puede haber una vasta diversidad de interpretaciones. Aunque normalmente, existen personas que reproducen lo que perciben del mensaje y otras que lo reproducen tal cual, convencidos de lo que se dice en los medios es la verdad. Si bien, el control que ejercen los medios no es absoluto, tienen como desafío lograr un mismo significado.

 

4.1 Los medios, actores fundamentales en la legitimación de la política menemista

 

En el gobierno de Menem, como ya fue mencionado, se implementaron políticas neoliberales. En palabras de Fair, en los años ´90, los medios de comunicación fueron un espacio de acción política, legitimaron y acompañaron al discurso menemista. No publicaron ni transmitieron noticias sobre el deterioro de las condiciones socioeconómicas, sólo se centraron en el abuso de autoridad del presidente y la ausencia de mecanismos de rendición de cuentas (Fair, 2011). De esta manera, fue beneficiado por el rol de los gatekeepers que seleccionaron y adjudicaron importancia a temas que no empañaban, ni obstaculizaban su plan económico, estableciendo una agenda mediática favorable y poco crítica a su gobierno.

La relación simbiótica entre el gobierno menemista y los medios fue posible, por el poder económico en ascenso de éstos últimos. Los grandes medios de comunicación se convirtieron en oligopolios, “los negocios que ofrece el Estado con sus más diversas variantes de intervención pública, liga de forma indisociable al poder político con los grupos económicos, que se ven favorecidos por las políticas públicas aplicadas por el propio Estado para permitir la concentración mediática en unas pocas empresas del sector privado” (Fair, 2011, pág. 104).

Fair desarrolla un pormenorizado análisis de la prensa escrita y menciona que el diario Clarín es el diario de mayor tirada a nivel nacional, esto lo vuelve el medio con mayor influencia social en el país (Fair, 2011). Es un diario matutino que en sus inicios concebía una idea desarrollista, vinculado a la burguesía industrial que contrastaba con los diarios La Nación, La Prensa y La Razón, que estaban en sintonía con la elitista oligarquía agroexportadora. Clarín rechazaba en parte las políticas monetarias ortodoxas del gobierno militar, luego comenzó a apoyarlo. En 1977 se conformó una alianza política entre el Estado y los principales diarios del país (Clarín, La Nación y La Prensa) los cuales se vieron beneficiados mediante la participación accionaria como socios de la empresa estatal Papel Prensa S.A, tuvieron acceso a la producción de papel prensa a menor costo en relación a los demás diarios del país. Esta acción del Estado permitió el comienzo de la concentración de empresas de medios.

Sin embargo, señalan ambos autores, este proceso de concentración mediática alcanza su punto máximo con la Reforma del Estado realizada por Menem en 1989. Con la ley 23.696, modificó el inciso 45 de la Ley de Radiodifusión, a través del inciso 65. El artículo 45 de la ley de Radiodifusión 22.285, el cual establecía: “No ser propietario ni socio de diferentes sociedades de radiodifusión. No tener vinculación jurídica o económica con empresas extranjeras. Tampoco con empresas periodísticas nacionales”. Fue reemplazado por el siguiente: “No tener vinculación jurídica societaria u otra forma de sujeción con empresas periodísticas de radiodifusión extranjeras”.

El requerimiento por parte del Grupo Clarín para modificar este inciso comenzó en el año 1988 durante el gobierno de Alfonsín, quien sólo puedo enviar al Congreso el proyecto de ley. Cabe destacar, que en 1973 los canales eran privados y fueron expropiados por Perón, y posteriormente controlados por la Junta Militar con el fin de controlar los mensajes y transmitir información a fin al gobierno. Oscar Landi detalla la forma en la que los canales fueron repartidos, ATC era manejado por la presidencia de la Nación, Canal 9 por el Ejército, Canal 11 por la Fuera Aérea y Canal 13 por la Marina (Landi, 1992, pág. 165).

Menem, al eliminar la prohibición de asociación con empresas periodísticas nacionales mediante decreto, posibilitó la adjudicación de Canal 13 por parte de la empresa Arte Radiotelevisivo Argentino, cuyo 90% de las acciones pertenece al matutino Clarín y el resto pertenece a canales minoritarios y radios de Rosario. Mientras que el Canal 11, fue adjudicado a la sociedad Televisora Federal, en la que se destaca el Grupo Atlántida de Vigil y un complejo multimedia de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.

Este proceso de privatización, llevó a que Clarín se transforme en el multimedia con mayor poder a nivel nacional, que además, ingresó al negocio de televisión por cable mediante la adquisición de Video Cable Privado, que luego pasó a ser Multicanal. A su vez, adquirió Radio Mitre y la agencia de noticias Diario y Noticias. Sumado a esto, el Grupo Clarín pudo expandirse hacia otros negocios, tales como en el sector de salud, inmobiliario y financiero. Al mismo tiempo, con la privatización del sistema previsional, se convirtió en accionista de la Administradora de Fondos de Jubilación y Pensión (AFJP).

El Grupo Atlántida, por su parte, era dueño de Radio Continental AM y Radio FM Hit, y además, de la editorial Atlántida, y otros negocios también del sector editorial.

Fair, incluye además, dos canales de televisión abierta que también fueron privatizados, el Canal 9 de Alejandro Romay, y el holding constituido por el grupo industrial textil Eurnekian en el Canal América 2 (Fair, 2011). Canal 9 volvió a manos de Romay en 1984, mediante una licitación que había sido efectuada durante el gobierno militar y que finalizó con la vuelta a la democracia durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

Cabe destacar, que los diarios La Nación y La Prensa, que históricamente eran antiperonistas y estaban vinculados a la elite liberal conservadora, apoyaron las políticas económicas de Menem dando respaldo a las políticas de reforma estructural.

Debido a lo anteriormente informado, Fair concluye que los grupos oligopólicos de los medios contribuyeron a reforzar el discurso neoliberal defendido por Menem, y que este respaldo se consolidó a partir de la implementación de la Ley de Convertibilidad, que generó estabilidad monetaria con un dólar barato que permitió importar tecnología y una expansión del crédito para el sector privado, esto permitió a las empresas comunicacionales valorizar sus ingresos en el circuito financiero, potenciando sus tasas de ganancias. De esta manera, los medios beneficiados, resultaron fuentes de apoyo a las reformas neoliberales impulsadas por Menem (Fair, 2011).

 

4.2 La televisión

 

Este apartado será abordado desde el pormenorizado análisis que realiza Oscar Landi en su libro “Devórame otra vez” en el año 1992, quien señala que “estamos en presencia de un proceso generalizado de integración entre los medios, la televisión y la política” (Landi, 1992, pág. 73). Esto es, de mediatización de la política, que es posible gracias a un contexto de “descrédito de los partidos políticos”.

El autor retoma a Giovanni Sartori para hacer referencia a la llegada de la videopolítica en tanto fenómeno del videopoder, señala que dicho autor está disconforme con la irrupción de la videopolítica y defiende la cultura característica del partido político que es la prensa escrita y el libro. Estamos en la época del homo ocular, es la persona video formada que tiene relación con el mundo mediante lenguajes visuales, dejando de lado al homo sapiens y sus virtudes letradas.

La crisis de representación de la mayoría de los partidos políticos latinoamericanos, posibilitó la expansión de la TV como principal escenario político. En efecto, a mayor debilidad de los partidos, mayor poder de intervención tendrá la televisión para construir la escena política. El espacio televisivo contribuye a crear liderazgos personalistas y cambia la “cotización” de los políticos en la opinión pública y jerarquías de sus partidos.

Carlos Menem realizó una campaña electoral en 1989 desde una posición periférica respecto de la escena política nacional. No obstante, desde hacía varios años había comenzado a recorrer pueblos y ciudades a lo largo de todo el país y logró entablar un contacto cercano con la gente. Sumado a esto, comenzó a presentarse en programas televisivos populares de diversos géneros, generando identificación entre él y la audiencia.

Los comentaristas políticos o estrellas de la televisión pueden hacer entrar al político en el circuito de confiabilidad y credibilidad del público que ellos poseen. Por tal motivo, los políticos muestran confianza y familiaridad con los entrevistadores para acoplarse al prestigio del artista o periodista para llegar al público generando complicidad. Cada comentarista o estrella de televisión tiene sus seguidores por lo que el político debe presentarse en la mayor cantidad de programas televisivos, de diversos géneros, para captar a un amplio público.

El autor, subraya que “los protagonistas de la nueva industria audiovisual del país son las innovaciones tecnológicas, las decisiones empresarias y las no del todo previsibles inclinaciones de la audiencia” (Landi, 1992, pág. 184).

 

4.3 Análisis de la presentación de Menem en el programa Almorzando con Mirtha Legrand – Año 1990[10]

 

En este apartado se analizará un programa de Mirtha Legrand del año 1990 al que asistió Menem. Este programa comenzó a emitirse el 3 de junio de 1968[11] en Canal 9 inicialmente bajo el nombre “Almorzando con las estrellas”, luego modificó su nombre por “Almorzando con Mirtha Legrand” y fue mudando su trasmisión de canales. Es un almuerzo televisado en el que participan diversos miembros de la farándula, políticos, periodistas y profesionales especializados en el que se abordan múltiples temáticas. En algunas excepciones, hay un único invitado, ese es el caso del programa que será analizado a continuación.

Mirtha Legrand se muestra emocionada y orgullosa por tenerlo en su programa, expresa que es un día muy especial, que está “felicísima y contenta”.

Menem empieza diciendo que lamenta la sangre que se ha derramado innecesariamente[12], pero feliz porque el pueblo argentino demostró que “no quiere volver a tiempos ya superados” (haciendo alusión a la última dictadura militar), habla de los “forajidos” que la sociedad aceptó que se los reprima. Ambos mencionan que sabían que Aldo Rico estaba al tanto y que en ese momento lo negaba. El presidente se dirige a los argentinos diciendo “a mis hermanas y hermanos argentinos” buscando generar cercanía con el pueblo y deja un mensaje claro en el que demuestra que las Fuerzas Armadas cooperan con él, dice “las Fuerzas Armadas, la fuerza de seguridad y el Comandante en jefe de todo este complejo organizativo, van a estar permanentemente alertas para cualquier tipo de estas manifestaciones, cosa que no creo que se vuelvan a repetir”. Hace saber que a la situación de los rebeldes la va a resolver la corte militar, que esa justicia funciona rápido y seguramente lo resuelvan en poco tiempo, mientras que la justicia civil va a demorar un poco más, y agrega “yo confío en la justicia”.

Siguiendo con el tema de los militares, habló de los indultos, dijo que lo va a hacer y que asume la responsabilidad y los costos, y se respalda con que es un atributo que le otorga la Constitución Nacional.

Ante la consulta de la conductora, expresó que le regalaron la Ferrari e hizo mención de la ley que sostiene que los regalos que reciben los presidentes quedan en la Nación.

Cambiando de tema, y argumentando en favor de su gobierno dijo que Argentina es un país con riqueza natural y de personal, y que gobernarlo en medio de la crisis es duro. Realizó preguntas retóricas “¿qué es lo que nos pasa?” agrega “vienen de afuera y preguntan ¿qué hicieron de Argentina?”. Aprovechó esa última pregunta para informar las buenas relaciones con el exterior y que tiene el apoyo del “país más poderoso de la tierra”.

   Siguió argumentando a favor de sus políticas y para hacerlo realizó analogías, expresó que más allá de lo que piensan “algunos despistados que están pensando en viejas épocas en 1917 en una Rusia ya superada, un socialismo que como una ideología pura, ya no tiene vigencia, un liberalismo puro ya no tiene vigencia”. Dice que hay que tener en cuenta la teoría, pero sobre todo la praxis, que cuando ve a socialistas como Mitterrand[13] o Felipe González[14] ir en el sentido contrario de lo que postula el socialismo, estamos en el camino correcto, en el camino que va a sacar a Argentina adelante. Sostiene que muchos le dicen que si Perón hubiera estado con vida, hubiera hecho lo mismo que él, que llega a esa conclusión porque lo entiende a Perón, que muchos hablan de Perón, pero no lo conocen que a lo sumo habrán cantado la marcha Peronista y nada más.

Mirtha le pregunta por los sindicatos, responde que están muy bien, que de SOMISA el 70% está a favor de la privatización, que el 100% de los obreros de Altos Hornos Zapla de Jujuy “han venido aquí a pedir la privatización”. Comenta que en diputados se ganó por un voto la privatización y dice “en ese sentido los representantes del pueblo iban en contra de lo que quería el pueblo”, haciendo alusión a los pedidos de privatización por parte de los sindicatos, apoyándose en ellos para legitimar la medida. Mirtha se muestra a favor diciendo que los obreros sustentan la medida porque “quieren patrones ricos para que ellos (los obreros) tengan un buen nivel de vida”.

Continúa expresando manifestaciones de apoyo por parte de los trabajadores al informar que el Sindicato Petrolero Argentino ha posibilitado la desregulación de la actividad petrolera argentina.

La conductora indica la buena relación que existe con el presidente, informando que fue el político que más ha ido a su programa antes de llegar a la presidencia. Le dice que tiene una enorme satisfacción por tenerlo en el programa, que es un honor.

Le pregunta cuál es la resolución más inmediata, lo que más le preocupa, Menem responde que todos los días hay resoluciones, hay decretos, proyectos de ley que van al parlamento. A esto suma, una noticia buena que le dio su equipo económico y es la aprobación anticipada del presupuesto que es fundamental para llevar a cabo las políticas y que tiene que estar bien administrado. Sentencia que Argentina no es un país subdesarrollado, sino que es “subadministrado”, que fue “pésimamente mal administrado (…) eso fue el desastre de los últimos tiempos, se lo administró mal”, insiste diciendo que heredamos un país con muchos recursos y los tiramos, que nos quedamos sin nada que “la casa fue destruida, minada desde su cimiento y ahora hay que empezar de nuevo a construir la casa”.

Hace una mínima mención sobre la pobreza, señala que es circunstancial y momentánea, mostrando optimismo.

Mirtha sugiere que hay que centrarse primero en el campo y luego el turismo, hablan de que el campo está quejoso, pero que no es culpa del gobierno. Menem agrega que el sector agropecuario dice que impuso una economía social de mercado, él los corrige aseverando que su economía es “popular de mercado, con la más amplia libertad” y añade “nos han pedido libertad cambiaria, tienen libertad cambiaria”. Se refiere a que existe un problema a nivel mundial que lleva a que los precios estén bajos, y que están “haciendo una política de ablande en todos los países en los que somos exportadores”.

Agrega “en este momento Argentina está codo a codo tirando junto con Estados Unidos” circunstancia que no se daba hace años, y que el sector agropecuario ha participado en las conversaciones con Bush.

Se cambia de tema y menciona que recibió un país en llamas con hiperinflación y que ahora la inflación es de un dígito y que espera seguir así hasta llegar a un ideal.

Mirtha le consulta por el dólar, le comento que ahora tiene el precio justo y que creció el Austral.

Por un momento se alejan de la política y la economía, la conductora lo halaga diciéndole que es seductor y le pregunta si se siente de esa manera, responde que se siente como es, que viene de una tierra cargada de buenas ondas. Habla de Anillaco, dice que en su familia son muy unidos, cuenta que su padre empezó como vendedor ambulante, y recuerda a su mamá como el pilar de la familia, que trabajaba codo a codo con su padre. Cuenta que estudió abogacía en Córdoba y ejercicio su profesión. Manifiesta de que estuvo preso durante la última dictadura en Las Lomitas y que también estuvo Perón, castigado.

Mirtha le pregunta cómo se dio cuenta de su vocación política, él expresa que desde muy chico le gustó liderar, asintiendo la conductora le dice que tiene alma de líder. Subraya que la mejor forma de servir al pueblo es cumpliendo la función que cumplió siendo gobernador y la que cumple siendo presidente.

Expresa que se siente acompañado por el amor de la gente. Dando cuenta de que tiene el apoyo del pueblo. Mirtha recuerda que al poco tiempo de asumir Menem, lo invitó a su casa a cenar y que él aceptó, que en esa cena le preguntó cómo hacía para manejar el país, los partidos, las influencias y las presiones y él le respondió que todo está en el cerebro. En efecto el presidente, dice que “el que sabe dominar su mente, puede dominar su vida”.

La conductora resalta que cuando pasaron al comedor de su programa el mandatario, saludó a cada empleada y que tiene el mismo gesto en los hoteles. De esta manera, marca su educación, respeto y sencillez.

Mirtha cuenta que hay mucha cantidad de llamados, que están bloqueadas las líneas, una muestra más del apoyo del público.

Más adelante explica sobre el impuesto que se cobrará a los turistas que viajen al exterior, aclara que no es un impuesto al turismo, que ya se lo explicó a su amigo Bernardo Neustard en su programa, es un anticipo del impuesto a las ganancias, que se cobrará 100 dólares a cuenta de lo que pagarán en marzo o en abril del siguiente año.

A continuación argumenta a favor de la privatización hablando de los servicios que van a venir del sector privado, anuncia las empresas que serán privatizadas “teléfono, Aerolíneas, Gas del Estado, Obras sanitarias de la Nación, SECBA, y varias empresas más que son altamente deficitarias en poder del Estado en lo económico y en servicio”.

Respecto de los jubilados, informa que han recibido las cajas destruidas, desvía la atención diciendo que la plata está en el exterior, que han comprado casas en Punta del Este y tienen cuentas en bancos extranjeros. Agrega que con el Instituto de previsión social, ha mejorado el sueldo de los jubilados y tiene que mejorar más.

Nuevamente mencionan un evento compartido, haciendo notar sus buenas relaciones, en este caso fue una cena realizada en La Rural para George Bush, a la que Mirtha Legrand fue invitada junto con su esposo Daniel Tinayre.

Mirtha lo interroga acerca de las elecciones legislativas del próximo año, más precisamente si cree que va a tener mayoría en el Congreso, él responde que sí. La conductora indaga sobre el escenario actual, sobre si es difícil gobernar sin mayoría, contesta que no, porque si los legisladores trabajan en función de los intereses del pueblo y no en los de su partido o grupos, funciona bien.

Siguiendo el mismo tema Mirtha le consulta si está contento con el Parlamento, responde que los parlamentarios están medianamente contentos con lo que hace el Ejecutivo, entonces él está medianamente contento con lo que hacen ellos

Vuelve al tema del castigo a los carapintadas, menciona que el castigo no depende del Ejecutivo, se respalda diciendo que en un sistema federal de gobierno, los poderes funcionan por separado, el castigo depende del Poder Judicial. Ante lo sucedido, dice que descartó la ley marcial y declararon estado de sitio, pero duró menos de 24 horas. Aclara que en todo momento se sintió seguro y no tuvo miedo.

Finalizando la entrevista la conductora le pregunta si le gustaría ser reelecto, dice que debería modificar la Constitución y que le gustaría ser reelecto si le es útil a la Argentina y que todo depende del pueblo.

En el cierre del programa Mirtha dice que con él Argentina volverá a ser un país rector en América Latina y también lo será en el mundo. Que está segura que la mente y cerebro de Menem están dedicados a “sacar el país a flote”.

Este programa muestra el lugar que le brindaban en la televisión al presidente, que funcionaba como espacio para acercar a la audiencia, una mirada más benevolente de un presidente que estaba tomando medidas antipopulares o que perjudican a los sectores bajos, le daban la posibilidad de suavizar las políticas implementadas sin dejarlo expuesto. Menem realizó reiteradas visitas a programas de diversos géneros y mantuvo buenas relaciones con miembros de la farándula y periodistas.

En este programa se lo presenta como humilde, respetuoso, seguro, cercano al pueblo, con excelente dominio de las relaciones bilaterales con Estados Unidos, con control de la economía y las Fuerzas Armadas.

 

4.4 Análisis de la prensa escrita

 

En este apartado se examinará la respuesta de los diarios a tres leyes fundamentales sancionadas durante el mandato analizado en el presente trabajo, ellas son, la ley “Reforma administrativa”,  “Emergencia económica” y “Convertibilidad del Austral”.

Dicho examen será abordado desde el diario Clarín y el diario La Nación, ya que como fue mencionado con anterioridad cada diario defiende sectores e intereses diferentes.

La aprobación de la ley sobre la Reforma del Estado fue publicada por Clarín bajo el título “Es ley la Reforma del Estado, pese a las objeciones de Diputados”, si bien hicieron referencia a la disconformidad en la Cámara baja porque se sancionó sin tener en cuenta las modificaciones que realizaron, citaron a Alberto Pierri en un recuadro dentro de la noticia, otorgándole importancia y con el título “Menem satisfecho”, en palabras de Pierri “el poder Ejecutivo cuenta ahora con un instrumento eficaz para iniciar el despegue” (Clarín, 18/08/1989). La Nación, por su parte, también explicitó las negociaciones y desacuerdos entre ambas cámaras, y afirmó que Menem les recordó que el Poder Ejecutivo tiene urgencia por utilizar esa herramienta jurídica, por este motivo, los diputados de su partido votaron a favor, por disciplina partidaria (La Nación, 17/08/1989). Al mismo tiempo, publicó una noticia en base a argumentos favorables a la ley por parte de Roberto Dromi -ministro de Obras y Servicio Públicos-, quien sostenía que la Unión Argentina de la Construcción apoyaba la medida, y dijo además que “el Estado no debe hacer lo que pueden realizar los particulares” e involucró a la sociedad “hay que entender que el orden no lo impone el gobierno sino que la sociedad desarrolla un orden espontáneo que hoy reclama la reformulación del Estado” (La Nación, 17/08/1989). Al igual que Clarín, informaron que la ley fue aprobada con disconformidad, porque el voto por el “no”, si bien fue mayoritario, no llegó a las dos terceras partes.

Respecto de la ley “Emergencia económica”, Clarín resaltó en una noticia en la que dio a conocer que la ley fue aprobada por Diputados y que iba al Senado, en un apartado bajo el título “U$S 22 millones semanales” citaron al presidente de la bancada Justicialista José Luis Manzano “la falta de la ley de emergencia económica significa un gasto para el Estado de 22 millones de dólares semanales”. Ante esto el diario opinó “si así fuera, Diputados perdió esa cantidad al no haber sacado a tiempo su sanción que, ahora, el Senado se dispone a transformar en ley” (Clarín, 25/08/1989). El 1 de septiembre publicaron muy brevemente la aprobación. Por su parte, La Nación, al igual que con la anterior ley fue informando los intensos debates previos a su sanción, entre radicales y peronistas, tanto en Diputados como en Senadores (La Nación, 17/08/1989, 22/08/1989, 23/08/1989, 24/08/1989, 25/08/1989, 30/08/1989, 01/09/1989) Finalmente publicó la aprobación y siguió manifestando la existencia de campanas opuestas a pesar de la sanción (La Nación 02/09/1989).

En cuanto a la ley de “Convertibilidad del Austral” Clarín comenzó a hablar de un tipo de cambio fijo con un piso de 9.700 Australes y un techo de 10.000, medida que calificaron como “una decisión estratégica importante” y agregaron “es una medida audaz; habla a las claras de que el ministro Domingo Cavallo abandonó la política de los parches de sus antecesores para buscar el premio mayor: la estabilidad”. Sin embargo, mencionaron que “la apuesta puede salir bien sólo si algunas piezas claves se comportan como un mecanismo de relojería” (Clarín, 20/03/91). Lo que parecía tan solo una medida sorprendió al diario Clarín cuando se envió al Congreso el proyecto ley, hecho que calificó como una “decisión drástica”, no obstante, explicaron el “significado de la convertibilidad” y dijeron “es simple y claro a partir de la vigencia de la nueva ley, en la Argentina no habrá devaluaciones ¿Por qué? La respuesta no tiene nada de mágico significa que el Gobierno se prohíbe emitir un centavo de Austral más, sin el correspondiente respaldo en divisas” y agregaron “¿Cómo afecta este esquema al hombre de la calle? En principio tendrá la tranquilidad de saber que existe una ley que obliga al Banco Central a entregarle todos los dólares que quiera al precio de 10.000 Australes. Ahora y siempre” (Clarín 21/03/91). Informaron que tras el anuncio de la reforma monetaria se produjo una suba en la bolsa, que el mercado reaccionó favorablemente a los anuncios del ministro de Economía (Clarín 22/03/91). Ante la media sanción de la ley por el Senado afirmaron que “se producirá una inflexión en la historia económica argentina: las devaluaciones necesitarán una ley del Congreso” (Clarín 23/03/1991). En otra noticia citan a Cavallo quien aseveraba que “con estas medidas renacerá el crédito y la actividad financiera recuperará su orientación hacia el ahorro y la inversión productiva”. Y ellos profundizaron la afirmación del creador del nuevo plan económico “De hecho, la eliminación por ley del riesgo cambiario producirá un importante renacimiento del crédito comercial (tarjetas, cuotas fijas, planes de ahorro, etc.) y un mayor dinamismo en las ventas internas y la producción de bienes durables. También recibirá cierto impulso el crédito de mediano plazo” (Clarín 24/03/1991). Finalmente, expusieron la noticia de la aprobación de la ley en medio de tensiones entre los diferentes bloques.

Frente al mismo tema, La Nación anunció que el plan de Cavallo  ”eliminó la incertidumbre cambiaria” lo cual tuvo la siguiente consecuencia  “el presidente del Banco Central, Roque Fernández, consiguió con el anuncio de la pauta cambiaria de abril, que mantendrá el techo en los 10.000 australes, tranquilizar al mercado, que mostró ayer señales de confiar en el esquema económico” (La Nación 20/03/1991). Cuando anunciaron el envío del proyecto de ley al Congreso, publicaron el texto del mismo (La Nación 21/03/1991). Expusieron que “fue bien recibido en medios financieros internacionales y en el Departamento del Tesoro norteamericano”, y a su vez, que el proyecto contaba con el apoyo por parte de los sectores empresarial y bancario. Para traer luz parafrasearon a Cavallo, “el Ministro de Economía aclaró que el proyecto en cuestión no tiene como objetivo la dolarización de la economía, sino crear las condiciones para que el austral pueda volver a ser una moneda fuerte” (La Nación 22/03/1991). En otra publicación rescataron la siguiente aclaración del ministro “no significa una pérdida de soberanía, sino que la Argentina estará, luego de aprobada la ley enviada al Parlamento, en igualdad de condiciones con los países más avanzados del mundo” (La Nación, 22/03/1991). Con la sanción de la ley volvieron a citarlo, “mañana comenzaremos una etapa de estabilidad que se medirá no en meses sino en muchos años” (La Nación 31/03/1991).

Sostenían “es evidente que la dolarización de hecho de la economía es un recurso efectivo utilizado por la población para defender su poder adquisitivo de la constante desvalorización de la moneda nacional”. Y agregaron, que ante la hiperinflación, el dólar, se convirtió en moneda de uso diario para varias transacciones. Subrayaron la opinión de especialistas que aseveraban que en un primer momento esta situación no variará, y que recién cuando el Gobierno reduzca el gasto público y logre el superávit fiscal, esa situación permitirá la recreación del austral será la moneda de cambio (La Nación 31/03/1991).

Ante lo expuesto, puede decirse que ambos diarios publicaron mayormente noticias favorables a las tres leyes, marcando los aspectos positivos con opiniones propias o a través de citas directas por parte de los miembros del gobierno. Mostraron que eran necesarias para mejorar la economía y poder sacar el país adelante. Publicaron las noticias en espacios importantes en los diarios, en el caso de Clarín, generalmente en las primeras hojas del suplemento “Economía”, y en La Nación, comenzaban las publicaciones en la portada que luego eran profundizadas al inicio del suplemento “Economía y finanzas”, de esta manera le asignaban relevancia, sumado a que los temas fueron tratados durante varios días. Este accionar por parte de los diarios, lleva a la instalación de temas que crean agenda y contribuyen a formar la opinión pública.

 

Conclusión

 

El presente trabajo surgió a partir del interrogante acerca de la influencia ejercida por los medios de comunicación en la construcción de liderazgo de Carlos Saúl Menem y de la hipótesis: Los medios de comunicación serían fundamentales en la creación de liderazgo político, el cual aumentarían o disminuirían durante el mandato.

 Pudo observarse que los medios fueron un pilar fundamental en la construcción y mantenimiento del liderazgo del presidente durante su primer mandato, brindaron su apoyo legitimando sus políticas neoliberales publicando mayormente noticias favorables. De esta manera, contribuyeron a formar una opinión pública positiva a su gobierno y a crear en el imaginario social la idea de que Menem había llegado para traer orden al caos económico. Como consecuencia, la mayor parte de la sociedad aceptó sus políticas.

Para poder implementar sus políticas, se valió de un nuevo tipo de liderazgo (el neodecisionista) que le permitió tomar decisiones extraordinarias, avasallando al Poder Legislativo, mediante decretos, veto parcial o total.

 Cabe señalar, que durante el período analizado el plan de Convertibilidad fue exitoso, logró estabilizar la economía, lo cual contribuyó a generar consenso en la sociedad respecto del gobierno menemista.

Los medios al instalar temas de agenda y como, afirma Cohen, al decir “sobre que hay que pensar”, se convierten en un actor político de gran importancia. Ayudaron a Menem a crear y legitimar una imagen distorsionada de la realidad y a enaltecer la figura presidencial.

Los políticos no pueden prescindir de los medios de comunicación, ya que son los principales intermediarios entre ellos y el pueblo. En especial, la televisión, que otorga visibilidad, permite generar empatía y da la posibilidad de llegar a cientos de miles de hogares en simultáneo.

Menem supo hacer un uso estratégico de los medios, ya sea, otorgándoles beneficios económicos para obtener su apoyo, a cambio de que le brindara la plataforma necesaria que le ayudara a obtener el consenso de la opinión pública, otorgándole legitimidad a pesar de sus medidas ortodoxas; o yendo a programas de televisión, generando confianza y cercanía a los televidentes en sus constantes apariciones en los más diversos géneros televisivos.

Debido a que la ley Reforma del Estado sancionada en los primeros meses de su primer mandato, habilitó la modificación por decreto de la Ley de Radiodifusión de los militares, posibilitando la “vinculación jurídica o económica” de los medios con empresas nacionales, se formaron grandes oligopolios mediáticos, que prestaron su espacio en favor del mandatario.

En este trabajo se analizó la participación de Menem en el programa Almorzando con Mirtha Legrand, donde se trataron diversos temas, y manifestó estar resolviendo los inconvenientes, tener apoyo de los trabajadores y una excelente relación bilateral con Estados Unidos. Se lo presentó como humilde, respetuoso, seguro y cercano al pueblo.

El encuentro estuvo colmado de halagos de la conductora hacia el presidente, y ambos mostraron mantener relación fuera de los medios.

Además, se analizó la prensa escrita, para realizarlo fueron elegidos el Diario Clarín y La Nación, porque representaban intereses contrapuestos. El primero porque concebía una idea desarrollista, vinculado a la burguesía industrial que contrastaba con La Nación que representaba ideas elitistas de la oligarquía agroexportadora. Es importante aclarar que Clarín con el correr de los años fue cambiando su postura, que comenzó a mutar con las acciones obtenidas de la empresa Papel Prensa S.A durante la última dictadura militar.

Ambos diarios apoyaron las medidas de Menem, publicando noticias favorables y poco críticas. Por primera vez, La Nación, que era un medio históricamente antiperonista apoyó las medidas de un presidente de ese partido.

Ante lo expuesto, puede concluirse con una cita de Eduardo Galeano “Ya no es necesario que los fines justifiquen los medios. Ahora los medios, los medios masivos de comunicación, justifican los fines de un sistema de poder que impone sus valores en escala planetaria”.

Bibliografía

 

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Revista de Internet

Victoria, V. M. (1 de Diciembre de 2013). Revista de Ciencia Política. Recuperado el 12 de abril de 2018, de Revista de Ciencia Política: http://www.revcienciapolitica.com.ar/num20art1.php

Sitios web

Actividad política de Carlos Menem

Consenso de Washington

Políticas económicas durante la primer presidencia de Carlos Menem

Ley 23.696 Reforma del Estado

Ley 23. 967 Emergencia Económica

Ley 23.928 Convertibilidad del Austral

 

Programa Almorzando con Mirtha Legrand

 

Diarios en internet

Artículo sobre Los clásicos televisivos

 

Diarios impresos

 

Es ley la reforma del Estado, pese a las objeciones de Diputados. (18 de agosto 1989). Clarín, pág. 15

Aprobó anoche Diputados la ley de Emergencia Económica y va al Senado. (25 de agosto 1989). Clarín, pág. 15

Va al Senado la ley de Emergencia Económica (31 de agosto 1989). Clarín, pág. 17

Cavallo dijo que el BCRA defenderá una cotización de ₳ 10.000 por dólar. (01 de marzo 1991). Clarín, pág. 15

Fijaron el tipo de cambio para abril: piso de ₳ 9.700 y techo de ₳ 10.000. (20 de marzo 1991). Clarín, págs. 2 y 3

Libre convertibilidad con el dólar fijo en ₳ 10.000, anunció Cavallo. (21 de marzo 1991). Clarín, págs. 2 y 3

Las principales medidas. (21 de marzo 1991). Clarín, págs. 4 y 5

Dólar sin cambio y tasas de interés en ascenso. (21 de marzo 1991). Clarín, pág. 10

Aprobó el Senado la convertibilidad. (23 de marzo 1991). Clarín, pág. 5

Una oportunidad para el crédito. (24 de marzo 1991). Clarín, pág. 5

Diputados aprobó la ley de convertibilidad. (28 de marzo). Clarín, págs. 8 y 9

La Cámara alta modificó e proyecto de Reforma Estatal (16 de agosto 1989). La Nación, pág. 4

Objetan las reformas a la emergencia económica (17 de agosto 1989). La Nación, pág. 8

Dromi ratificó la voluntad política de llevar adelante la reforma del Estado (17 de agosto 1989). La Nación, pág. 17

Diputados se aprestaba a sancionar la reforma estatal. (17 de agosto de 1989). La Nación, portada

Diputados se opuso, pero es ley la reforma estatal. (18 de agosto 1989). La Nación, portada

Diputados tratará mañana el proyecto de emergencia económica. (22 de agosto 1989). La Nación, pág. 6

Debate Diputados la ley de emergencia económica. (23 de agosto 1989). La Nación, pág. 7

La cámara baja analizaba la emergencia económica. (24 de agosto 1989). La Nación, portada

Diputados modificó la ley de emergencia. (25 de agosto 1989). La Nación, portada

Lento análisis en Diputados sobre la ley de emergencia. (30 de agosto 1989). La Nación, portada

Tramo final de la emergencia económica en el Congreso. (1 de septiembre 1989). La Nación, pág. 6

Sanción definitiva en el Parlamento para la emergencia económica. (2 de septiembre 1989). La Nación, portada

La pauta abril eliminó la incertidumbre cambiaria. (20 de marzo 1991). La Nación, pág. 12

Enviarán al Congreso un proyecto de libre convertibilidad del austral. (21 de marzo). La Nación, portada

Reacción favorable por el anuncio de Cavallo. (22 de marzo 1991). La Nación, portada

Cavallo defendió el plan en el Senado. (22 de marzo 1991). La Nación, pág. 10

Cavallo: tendremos años de estabilidad. (31 de marzo). La Nación, portada



[1] Carrera de Ciencia Político (UBA)

[2] Véase “El liderazgo presidencial en Raúl Alfonsín. Teoría y práctica” en Leiras, Santiago (comp.): Democracia y Estado de excepción: Argentina, 1983 -2008; Prometeo Libros; Buenos Aires; 2012.

 

[3] Véase

 

[9] Véase

 

[12] El programa fue emitido días después del último levantamiento carapintada del 3 de diciembre de 1990, liderado por el Coronel Seineldín que pudo ser desmantelado rápidamente por el Estado.

[13] François Maurice Adrien Marie Mitterrand, presidente de Francia entre 1981 y 1995

[14] Presidente de España durante 1982 y 1996