Revista Nº8 "INSTITUCIONES Y PROCESOS GUBERNAMENTALES IV"

Resumen 
Lo que se analizará en el siguiente trabajo consiste en estudiar, observando la vida política de Lula Da Silva, el ascenso político del ex sindicalista proveniente de la izquierda brasileña. En el mismo, además veremos de qué manera se encuentra con muchas dificultades impuestas desde las élites y finalmente cómo sobresale y modifica tácticamente en cada ocasión sus planes para lograr ser presidente de Brasil.

El trabajo estará compuesto, en primer lugar, por los antecedentes históricos, donde caracterizaremos su desarrollo en el ámbito sindical, su papel en la construcción del Partido de los Trabajadores y las bases doctrinarias en las que se funda y el crecimiento del mismo en términos de popularidad y aceptación electoral.

En segundo lugar, desde la decisión de Lula y el PT a dar la máxima batalla electoral, por la presidencia brasileña, cómo se prepara para convencer a sus conciudadanos de sus propuestas, de qué forma, antes los resultados desfavorables de los comicios en tres elecciones consecutivas, resiste continuando como conductor del partido con un gran respaldo popular.

Por último, cuáles son las estrategias que utilizará para que en el año 2002 la mayoría de los brasileños lo elijan para dirigir los destinos del país y ya establecido en el poder, cuáles son los resultados y a imagen que está dejando terminando su segundo mandato de gobierno constitucional.

Abstract

This work will analyze Lula Da Silva‘s political rise from his beginnings as a “left wing” trade union leader. We will also see the difficulties set by elites that he finds and how he finally overcomes those problems and makes tactical changes in order to concrete his plans and become Brazil’s president. 

In the first place, we will study historical backgrounds, his personal development in trade unions, the role he played in order to build Brazilian Labour party, its doctrinarian basis and party’s growth and successful performances in elections.
 
In the second place, once Lula and PT decided to run the presidential elections, Lula prepares himself to persuade people of his plans. Despite the consecutive defeats through three elections, he resisted and continued as party guide with a great popular support.

Finally, this work will study strategies he used in 2002 to gain the majority of votes and become the man chosen to rule Brazilian’s destiny and also the results and political image he achieves at the end of his second term.

Lula Da Silva: de candidato contestatario a presidente en búsqueda permanente de consensos. Evolución y consolidación de su liderazgo político.

Por Homero Cymes*

 Introducción

 

             El tema a analizar es la evolución del liderazgo político y social de Luiz Inácio Lula Da Silva, actual presidente del país con más influencia en América Latina y potencia internacional en esta nueva reconfiguración mundial, con motivo de la crisis financiera global actual: la República Federativa de Brasil.

             La pretensión de este análisis es observar de qué manera Lula surge en el escenario
político, cómo logra su consolidación de dirigente político-sindical, su gran habilidad para persistir como referente natural de su partido (Partido de los Trabajadores –PT-) después de tres derrotas consecutivas en elecciones presidenciales, y cuando triunfa en las urnas, cómo su liderazgo lo convierte en el presidente con mejor nivel de popularidad de todo el mundo.
 

             La finalidad, que se aspira al realizar este trabajo es la posibilidad de poder agregar al material ya existente sobre biografías, monografías, libros, etc., una mirada nueva acerca de la identidad de una sociedad con serias asimetrías socioeconómicas (de los niveles más altos de Sudamérica) con su líder que, nada más y nada menos, es su Primer Mandatario. Esto se llevará adelante con el análisis sobre el ascenso en niveles de popularidad en Brasil a través del paso del tiempo y las políticas implementadas en las dos presidencias. Se analizará desde la primera candidatura presidencial en 1989 enfrentando a Collor de Mello (quien es quien lo vence en esta elección) hasta el vigente transcurso de su segundo mandato, es decir, hasta estos días. 

 

              El cambio en la orientación del liderazgo político de Lula Da Silva: Sobre cómo el líder contestatario con tinte revolucionario modifica su estrategia y se vuelve referente de amplios sectores de la sociedad brasileña que antes lo resistían, nos llevará al siguiente sistema de problemas:

            ¿Cuáles fueron los motivos por los cuáles Lula Da Silva deja atrás sus pensamientos más radicales y modera su ideología? A pesar de este viraje: ¿Por qué muchos sectores de la izquierda brasileña siguen apoyándolo si no sostiene los mismos principios partidarios con los que se funda el PT?, ¿Cómo otros sectores de la sociedad con el correr del tiempo también toman a Lula como un líder propio y aceptable? Actualmente, ¿cuál es la mirada sobre su gestión y liderazgo por la sociedad brasileña y por la región latinoamericana?

             De acuerdo con lo expresado anteriormente se podría formular  la siguiente hipótesis:

           “El viraje en las características del liderazgo político de Lula Da Silva y sus políticas públicas llevadas adelante siendo Jefe de Estado lo llevaría a un crecimiento positivo en términos de aceptación pública y popularidad”

 

Marco Teórico

           El marco con el cual se quiere analizar la evolución del liderazgo de Lula Da Silva en Brasil consiste en algunos de los trabajos realizados por autores como Frei Betto, quien resalta su capacidad personal de comandar, en primer lugar, desde el ámbito del sindicalismo y, con un “capital político en ascenso”, llegar al escenario político dirigiendo el Partido de los Trabajadores ganando espacios de poder y, por último, llegando a la presidencia de aquél país.

            Posteriormente, para insertarnos en la observación de las políticas implementadas por la administración de Lula, gracias al trabajo biográfico del Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona (CIDOB) relacionaremos dichas políticas públicas con la aceptación de vastos sectores da la sociedad brasileña que en principio no miraban con buenos ojos al aquel líder contestatario que poseía un discurso de barricada revolucionario y combativo en su época de dirigente sindical.

           Para finalizar, tomaremos de publicaciones recientes, cómo las de Newsweek del mes de marzo de 2009, cómo el crecimiento económico, la disminución de la pobreza, las reformas en materia de  educación y salud y la colocación de Brasil como una potencia global son razones fundamentales para que alrededor del 70 por ciento de los brasileños consideren que Lula tiene una imagen positiva en su séptimo año de gobierno.

Antecedentes históricos

El líder sindical revolucionario
    

            Educado más en los quehaceres prácticos que en los establecimientos educativos formales de su país, Lula Da Silva se desenvuelve desde muy joven como obrero metalúrgico, obteniendo a los 18 años una especialización en tornería en el SENAI –Servicio Nacional de Industria brasileño-, que le serviría para progresar en el ámbito laboral-industrial. Debido a la militancia política de su hermano Frei Chico, Lula es atraído por aquél y comienza a interesarse en la actividad sindical metalúrgica, donde surge como dirigente respetado por todos sus compañeros por su consecuencia y esfuerzo para llevar adelante las conquistas y reivindicaciones del sector obrero industrial.
           Ya en el año 1975 es elegido presidente del Sindicato de Metalúrgicos de Sáo Bernardo do Campo y Diadema, es decir, máximo representante de alrededor de cien mil trabajadores del cordón industrial paulista. Lula, de esta manera, se va convirtiendo en un líder sindical imprescindible, dos datos marcan de lleno este adjetivo: en 1975 gana las elecciones sindicales por el 92% de los votos, y en su reelección en 1978, por el 98%1.
          El problema social inmerso en estos años en el Brasil tenía que ver con que la economía nacional era deficitaria y la ola de desempleos comenzaba a amenazar a la clase trabajadora organizada no sólo por los despidos directos sino también por la disputa intrasindical de aquellos que tenían una postura conciliatoria con la clase patronal y los que confrontaban de lleno con ellos y el gobierno militar brasileño, en donde se ubicaban Lula y sus seguidores.
         Las reivindicaciones de Lula tenían que ver, entre otras, con aumentos de salarios teniendo en cuenta los niveles de inflación reales y no los enunciados por el gobierno y las cámaras empresarias. Al ver que los reclamos de la clase trabajadora no eran escuchados y tomados como propios por la dirigencia política tradicional, el sector conducido por Lula Da Silva creía necesario generar un instrumento propio de representación política para que “…obreros industriales, asalariados del comercio y los servicios, funcionarios públicos, moradores de la periferia, trabajadores autónomos, campesinos, asalariados, rurales, mujeres, negros, estudiantes, indios y otros sectores explotados y marginados de la sociedad brasileña, se pudiesen organizar políticamente para defender su interés.”2

 Paso al momento político. Creación del Partido de los Trabajadores.

 Formación y estructura del Partido
  
             La formación del partido que liderará Lula Da Silva se constituye debido a esta débil representación política de los sectores más desfavorecidos que vimos más arriba. Por ello, el 10 de febrero de 1980 se funda el Partido de los Trabajadores (PT) en el Colegio Sion de San Pablo.
                Las bases doctrinarias de esta nueva organización  política son de corte socialista, clasista, marxista, “… un poco a semejanza de los partidos socialistas y laboristas europeos de los años cincuenta y sesenta…”3, y el PT se inserta rápidamente en los sectores obreros paulistas.
               Originalmente, como acabamos de señalar, el PT contiene un ideario socialista tan marcado que le impide aliarse con actores políticos más moderados como el PMDB del intelectual-político Fernando Henrique Cardoso, estructura también surgido de la crisis partidaria de fines de la década de los setentas y principios de los ochentas.
               De igual manera, Lula continúa ligado a la militancia sindical significativamente, generando acciones de relevancia política como por ejemplo la huelga obrera conocida como “la huelga de los 41 días”, que es abruptamente reprimida por el gobierno militar y como saldo tendrá el arresto de Lula, en otros dirigentes sindicales. Sin embargo, toda acción antidemocrática del gobierno de facto favorecerá al apoyo y reconocimiento que el pueblo dará a Lula por encabezar la lucha y su proyecto político va tomando solidez y desarrollo.
             Para el año 1982, en las primeras elecciones en las que se presenta Lula con el PT saca un millón doscientos mil votos 1200000 para gobernador por el Estado de San Pablo. Aunque no le alcanza para ganar, es un buen arranque en el escenario electoral.
             En 1986 se eligen constituyentes para la reforma constitucional a llevarse a cabo en Brasil. Lula no sólo es electo para el cargo sino que además es destacado por su labor defendiendo las doctrinas que su partido quería establecer en la nueva constitución brasileña.
             En cuanto a la estructura partidaria, el PT está compuesto por militantes y dirigentes que provienen de diversas experiencias políticas: de sindicatos, partidos de izquierda, movimientos sociales y de sectores de la iglesia e intelectuales de izquierda. Lo real de la base ideológica del partido es que no posee una sola orientación, sino que al ser tan heterogéneo en su interior se resaltan varias tendencias dentro del mismo. Esto le da al PT la posibilidad de tener que basarse en el análisis que desarrollaba de la realidad social y construir su poder a través del pragmatismo político, que le dará identidad propia y de esta manera encontrará sustento en las bases sociales de Brasil.

 

Avance popular del Partido

             El desafío entonces queda planteado para el partido: cómo compatibilizar su concepción y composición política con las reglas democráticas sabiendo que la consolidación como actor relevante en la sociedad brasileña iba a llegar, o no, según las capacidades que muestre este innovador sujeto político. “En un país en que la política partidaria siempre giró en torno de figuras carismáticas o de clientelismo electoral, es muy significativo el hecho de que el PT haya evitado (en sus orígenes) el fenómeno de “lulismo””.4
             Otro movimiento estratégico importante del líder del PT, Lula Da Silva, se refleja cuando al mismo tiempo que los empresarios nacionales lanzaran su confederación que los agrupará fortaleciendo su poder en la correlación de fuerzas entre el capital y el trabajo, encabezará la realización de la primera Conferencia Nacional de la Clase Trabajadora, que tendrá como punto cúlmine la creación de la Central Única de Trabajadores (CUT), que se convertirá en la pata gremial del PT y será “… el nuevo ariete movilizador del obrerismo contra el régimen militar.”5
             El PT compone el arco opositor que se manifiesta a favor de la elección directa de la presidencia, a pesar de que el petismo queda marginado del apoyo al candidato con el cual se identificaba: Tancredo Neves, más allá de diferencias conceptuales que ellos podrían tener, Lula decide apoyarlo. Pero sucede lo que nadie iba a suponer: el ex gobernador de Minas Gerais fallece antes de asumir y entonces José Sarney se convierte en presidente democrático de la República Federativa de Brasil.
             Las relaciones de Lula y el PT con el presidente electo no eran buenas. Por cierto, Sarney había sido uno de aquellos que había marginado a Lula de la coalición de apoyo a Tancredo Neves. Nuevamente, Lula y su círculo petista decide estratégicamente no sólo tomar posición opositora al gobierno, sino también radicalizar el curso y el accionar ganando apoyo en las bases sociales, en  particular en los sectores trabajadores.
             Electoralmente, el PT comienza a posicionarse como la primera fuerza de izquierda en todo el territorio nacional. “En las elecciones legislativas del 15 de noviembre de 1986  el PT adelanta al PDT, pisa los talones al PDS (…) con el 6,9% de los votos, que se traducen en 16 diputados.”6
             El momento sobresaliente de esta época es cuando Lula siendo constituyente comanda la lucha política para que en la reforma constitucional se cristalice la defensa de los intereses de los trabajadores. Y esto se logra, ya que en la Carta Magna figuran las conquistas como el derecho a huelga, 44 horas semanales de jornada laboral, vacaciones pagas por las empresas para los trabajadores y salarios atados al coste de vida.

El candidato de los sectores populares. Sus derrotas electorales en las presidenciales brasileñas. Avances y retrocesos políticos del PT en la arena electoral nacional.

             En el año 1989, el PT con su candidato a presidente, Lula Da Silva, pelea palmo a palmo contra una personalidad muy particular para la política brasileña: el ex gobernador de Alagoas y empresario millonario Fernando Collor de Mello.
             Previo a esto, en comicios de carácter municipales en el año 1988, el PT gana en 29 prefecturas, entre las que se encuentran San Pablo y Porto Alegre. Esto genera optimismo de cara a las elecciones presidenciales del siguiente año.
             El PT polarizará esta elección con el candidato de la derecha Collor de Mello, quien llega a esta instancia con el Partido de Reconstrucción Nacional (PRN) que había sido creado para dicha ocasión.
             Pero, ¿Quién era Collor de Mello? ¿A qué intereses representaba? ¿Qué características personales iban a diferenciar de Lula Da Silva?
             Como señala el licenciado Alberto Baldioli, Collor de Mello poseía “…un partido pequeño y hecho a su medida…”7. Esto tiene que ver justamente con que el desarrollo de la campaña va a estar fundamentalmente vinculada a la imagen y a la comunicación mediática del candidato oriundo de Alagoas, que se convertirá en su arma esencial para ganar el envite. Ello, indudablemente, de la mano de su discurso antipolítico y antiburocrático, en apoyo de los sectores mas concentrados de la economía y los medios masivos de la comunicación, quienes veían a Lula Da Silva como un enemigo de sus intereses.
             El 15 de noviembre de 1989, Fernando Collor de Mello gana por once puntos de ventaja sobre Lula. De todos modos irán a una segunda vuelta, en la cual al candidato de Lula Da Silva lo apoyarán los otros candidatos de los partidos de centro y de izquierda que no llegaron a acceder a dicha circunstancia. Sin embargo, esta adhesiones no alcanzarán para torcer la victoria del Partido de Reconstrucción Nacional, y al PT le tocará jugar el rol de oposición al nuevo gobierno democrático de Brasil.
             Como señalamos anteriormente, Lula Da Silva va tomando estrategias políticas que son muy interesantes de analizar. Ante algún avance o retroceso en su desarrollo como líder social y político brasileño, se las ingenia para sostener su figura ante la opinión pública y. con el paso del tiempo, su liderazgo se convierte casa vez más indiscutido. Para la izquierda política, la figura de Lula Da Silva se hace imprescindible, ya que es el único que puede alzar la batalla electoral a nivel federal llevando las banderas de la causa de los que menos tienen, debido al gran reconocimiento a nivel popular hacia el dirigente nacido en Caetés, estado de Pernambuco.  
             Lo primero que hace Lula ni bien pierde con Collor de Mello es tomar nuevamente la presidencia del PT, y desde allí encabezar una activa oposición reivindicando los postulados que siempre resaltó: redistribución de la renta nacional, políticas contra el hambre y la pobreza, aumento de los ingresos a los trabajadores, entre otros.
             La estrategia lulista de sostenimiento y consolidación de su popularidad podemos afirmar que es positiva si tomamos en cuenta los resultados electorales que obtiene y con la reformulación política-ideológica del PT en esta etapa.
             Para el año 1992 dicho partido político gobernará en 55 prefecturas en territorio brasileño y tendrá una considerable representación en la cámara de diputados y el primer senador electo, por el estado de San Pablo. Además, el PT será quien apoyará la destitución del presidente Collor de Mello, acusado de corrupción hasta por su propio entorno.
             En lo referente a la cuestión doctrinaria, en el I Congreso partidario realizado en 1991, Lula Da Silva impone la definición que caracterizará al Partido de los Trabajadores en esta etapa política, partido que se declara como un defensor de un socialismo democrático, “… que rechaza tanto al capitalismo liberal como el socialismo estatista de tipo soviético, pero también (en menor medida) el modelo de socialdemocracia, ya que, según él, esta vía sólo es pertinente para países ricos capaces de destinar sus ingentes recursos al bienestar de la población que ya tiene sobradamente cubierto sus mínimos vitales…”8 . Esta posición política trae consigo un desprendimiento de sectores de tradición trotskistas y pro soviéticos, así como también, esta especie de aggiornamiento doctrinario llama la atención positivamente a sectores progresistas, moderados y de clases medias, que observan en Lula un líder pragmático y racional adaptado al sistema político y con vocación de poder.
             En 1994, el ex tornero mecánico es nuevamente candidato a presidente por el PT y sus aliados. Esta vez se enfrentará a una figura que nada tenía que ver con el anterior contrincante destituido del gobierno brasileño, en lo referido a antecedentes personales y prestigio, el es Fernando Henrique Cardoso.
            En reiterada ocasión, el stablishment económico y los medios masivos de comunicación volcarán sus recursos para perjudicar al lulismo y, en este caso, el apoyo se volcará en un representante mucho más confortable para favorecer, que a pesar de que no se le reconocía un contacto directo con la realidad cotidiana de los brasileños, esto lo podía contrarrestar por su vasta trayectoria académica, su experiencia como Ministro de Hacienda del gobierno de Itamar Franco de 1993 a 1995 en momento críticos para la economía y por su propuesta de ofrecer estabilidad económica para los brasileños y previsibilidad para los inversores.
             Cardoso gana cómodamente las elecciones del 3 de octubre del mismo año y el PT, al menos, crece en cantidad de gobernaciones estatales y en representación legislativa federal. Ya para la siguiente elección realizada en 1998, el PT toma una actitud frentista al contar, en el tejido de alianzas, con partidos y figuras políticas de la izquierda que sustentarán el tercer intento de Lula Da Silva para tomar el primer magistrado nacional. A pesar de no haber podido solucionar los problemas sustanciales de la deuda externa y de las desigualdades socioeconómicas, Fernando Henrique Cardoso es reelegido para la presidencia. Sin embargo, Lula y sus seguidores continúan con el ascenso político que significará para el líder una motivación necesaria para querer competir por cuarta vez consecutiva en las próximas elecciones desarrolladas cuatro años más tarde.

Triunfo en las urnas. Tiempo de reformas progresivas y planes ambiciosos.

             En 2001, el PT elige a su candidato a presidente para el siguiente año, y lo destacado del duodécimo encuentro nacional partidario es que existen sectores petistas que, tras los continuos reveses electorales de Lula, platean un cambio en la conducción del líder para afrontar los próximos comicios. De todos modos, Lula es elegido como candidato a presidente por cuarta vez y va a emprender “… una estrategia electoral enteramente renovada que hace hincapié en aspectos descuidados o voluntariamente excluidos en campañas anteriores”9 . Esto es muy interesante de observar en esta nueva etapa para la vida política de Lula Da Silva. Cuando decimos “nueva etapa” nos queremos referir al cambio en cuestiones de forma y de fondo que dará a conocer en toda la campaña hacia las presidenciales de 2002.
             En cuanto a las cuestiones de forma, Lula modera su discurso, dejando de ser tan agresivo con sus adversarios y a su vez, mostrándose mucho mas prolijo en su vestimenta, y sus publicistas y colaboradores “…difunden una imagen del candidato inédita, mas relajada y familiar, como esposo y padre afectuoso, capaz de exteriorizar sentimientos.” 10Y en lo que tiene que ver con cuestiones de contenido, Lula intenta seducir a sectores políticos que nunca lo habían asimilado como un candidato contenedor, que respete la alianza histórica nacional entre el capital y el trabajo. Para este logro, el líder se presenta ante los empresarios e inversores con expresiones amistosas, dándoles a entender que si llegara a ser presidente no iba a modificar la matriz macroeconómica existente, y además que en el marco del sistema capitalista imperante, deseaba crear confianza y previsibilidad a aquellos que inviertan en el país. Otro gesto de suma importancia que genera el lulismo es el acompañamiento en la fórmula como vicepresidente de José de Alencar Gomes Da Silva, dirigente del Partido Liberal, representante explícito del libre mercado con buena llegada no sólo al entorno lulista sino también a los sectores de la economía reacios, hasta el momento, al líder de izquierda.
             En lo que respecta a las propuestas sociales que encabezará Lula, lo mas importante es la persistencia programática del PT por solucionar la problemática social de los bajos salarios de gran cantidad de trabajadores, de la cuestión alimentaria insatisfecha de millones de sus compatriotas y de las tierras improductivas hasta ese entonces reclamadas por una gran organización social: el Movimiento Sin Tierra.
             En el plano internacional lo fundamental que se planeaba realizar era la consolidación de las relaciones regionales, es decir, profundizar al MERCOSUR, desarrollándolo institucionalmente, agregando estados miembros de Sudamérica para fortalecerlo política y financieramente. De la misma manera, el PT planteaba desechar a un lado las relaciones asimétricas con Estados Unidos en tiempos donde se analizaba la implementación del ALCA (Área de Libre Comercio para las Américas) como nueva herramienta de dependencia económica para los países emergentes.
             El 27 de octubre de 2002, en segunda vuelta, Lula gana por primera vez las elecciones presidenciales con el 61,3 % de los sufragios, venciendo a José Serra del PSDB (Partido Socialdemócrata Brasileño). Además de este gran acontecimiento, el PT acrecienta su poder parlamentario y, junto a sus aliados, obtiene una mayoría en el congreso que le servirá para gobernar y cumplir con tamaña responsabilidad.
             Ya en el poder, desde el 1 de enero de 2003 Lula demuestra con nombramiento, discursos y políticas publicas que realmente no va a existir una transición al socialismo, sino que sin dejar de lado, nunca lo hace, la cuestión social que indicamos anteriormente, en lo referente a la macroeconomía (contención a la suba inflacionaria, pago en termino de la deuda externa, convenios y préstamos con organismos de crédito internacional para programas de orden nacional, apreciación de la moneda nacional respecto al dólar) los empresarios e inversores nacionales y extranjeros quedarán tranquilos porque no verán la existencia, que para ellos era alarmante, de una transformación profunda en las reglas económicas del país. Lo cual no quiere decir que no haya un intento de desarrollo del aparato productivo y modernizar al país que, como la región donde esta situado, venía desfavorecido en términos tecnológicos con respecto a los países centrales.
             El combate contra la pobreza y el hambre era intrínseco para los planes de Lula. En su discurso ponía la solución alimentaria de los más pobres como la gran misión que debía cumplir teniendo a su cargo el primer magistrado. El programa Hambre Cero se hace realidad y es la cabeza de una serie de políticas sociales para acabar con este gran mal anclado en la sociedad brasileña.
             Estratégicamente, para sostener a las bases sociales y políticas que respaldaban al gobierno de Lula se intensificaban estas series de políticas sociales, que además incluían a la erradicación definitiva del trabajo esclavo y la regularización dominial de la tierras ocupadas por los habitante de las favelas, y por otro lado, para dar gestos claros a los sectores económicos privados, acercándoles iniciativas políticas para brindarles previsibilidad a sus emprendimientos e inversiones en el territorio, este es el “nuevo Lula”, el presidente que ha moderado su accionar para alcanzar bases de sustentación y legitimidad aun mas amplias de las que poseía en una primera etapa. Claro que esto le iba a generar criticas en el seno del partido, ya que para este objetivo debía dejar a untado grandes principios e ideas como la reforma agraria, no ajustar ningún salario ni haberes previsionales, es decir, cuestiones que Lula con el argumento de cumplir con el exterminio de la pobreza extrema y con la necesidad de encontrar  recursos y consenso para ello, requería incumplir con aquellos propósitos.
             Ninguna decisión era sencilla debido al equilibrio que implicaba tener siendo presidente de un país como brasil, acostumbrados a gobiernos de coaliciones y alianzas de vastos sectores políticos.
             El avance hacia las políticas a favor de los sectores siempre postergados de la nación iba a realizarse en forma gradual para no desarticular este delicado equilibrio que nombrábamos, pero también si observamos algunos datos de los primeros años de gobierno no notamos resultados objetivamente positivos en absoluto. Nos encontramos con un  alza en el desempleo, el crecimiento de la deuda publica, la baja cuantitativa en inversiones de importancia, una ola de inseguridad ciudadana por el rol de los narcos “refugiados” en las favelas que crean temor con sus crímenes a sangra fría y con sus relaciones con las fuerzas de seguridad y la política.
             Sin embargo, a pesar de las dificultades que se presentan para cristalizar las ideas relacionadas con acortar la brecha entre ricos y pobres, Lula no claudica e implementa políticas que tendrán como destino el combate contra la pobreza y la indigencia, como los programas d Hambre Cero, Bolsa Familia , microcréditos para pequeños emprendedores, fortalecimiento de la agricultura familiar, entre otros. Como así también, como resalta el escritor y ex funcionario del gobierno de Lula Da Silva, Frei Betto, no se logró desarrollar las reformas en los órdenes tributarios, agrarios y políticas.
             Si bien Lula va a presentarse para ser reelegido, los errores internos del PT por cuestionamientos públicos al mismo líder por un inconcluso compromiso con las reivindicaciones populares que el partido defiende desde sus orígenes, que el critico Leonardo Boff va a calificar como ingenuidad política e irracionalidad estratégica de los sectores que abogan esta postura, porque dan caldo e cultivo a los espacios que bregan por volver al neoliberalismo para así retornar al poder político. Sin embargo, las bases de sustentación social del pueblo brasileño que se identifica con el presidente al que consideran como “uno de los suyos”, no le soltarán la mano porque ven reflejado en el líder a quien ha padecido en su historia semejantes problemas de los que está convencido combatir. No creen en otro. Saben que todavía el modelo impulsado por su gobierno no se ha profundizado, pero se dan cuenta que es una lucha compleja y que hay sectores que resisten a la intensificación de las transformaciones sociales.
             Este es el gran debate, pero con la intención de sintetizar la discusión que se ofrece en el seno del PT, es muy interesante lo que señala Frei Betto contestando al sector más crítico: “Lula no hizo campaña para agradar a los ´petistas´ (del PT) o a la izquierda. Ni hará un gobierno en ese sentido. Será el presidente de todos lo brasileños, coherente con los principios que lo llevaron a fundar el PT y fiel a su programa de gobierno. Priorizará las cuestiones sociales, a la que estará supeditada la economía. Si eso es no ser de izquierda, ¿cómo será?”  11
             Lo cierto es que el 29 de octubre de 2006, Lula es reelegido en un envite que nuevamente tendrá desenlace en segunda vuelta, en donde dicha instancia el líder petista sacará más cantidad de votos que cuatro años atrás y le gana al Socialdemócrata Alkmin por aproximadamente 21 millones de votos de diferencia*.
             Con actitud mucho más reconciliadora, llamando a la oposición a consensuar políticas estratégicas en busca de conseguir el tan preciado crecimiento económico que permita el desarrollo teniendo en cuenta la sustentabilidad ambiental, y esto va a estar mucho más remarcado en el segundo mandato, las políticas públicas marcharán en ese sentido.
             En lo que respecta a las relaciones que lula va a encabezar con el resto del mundo, como dijimos mas arriba, dará prioridad a la integración regional a través del MERCOSUR como UNASUR o el grupo de Río. La relación que ha tenido con el gobierno argentino de Néstor Carlos Kirchner y, desde el 2007 con su sucesora Cristina Fernández de Kirchner han sido de enorme importancia, ya que Lula considera que si bien Brasil es el líder natural debido a  sus características socioeconómicas y geográficas, no puede desligarse de su socio estratégico para el desarrollo regional por el cual brega. Además el líder brasileño, encontraría cierta afinidad política con el matrimonio presidencial, que produce una relación intensa encontrándose en posiciones comunes ante los diversos foros, encuentros y asambleas internacionales como nunca antes había sucedido en la historia de los dos países.
             Lula es aceptado como un líder tanto entro de la misma como fuera. En un artículo publicado por la revista semanal Newsweek para Argentina, el periodista Sebastian Catalano comenta que el presidente actual de los Estados Unidos, Barack Obama, después de reunirse con Lula Da Silva, afirmaba que admiraba su liderazgo progresista y que el mundo debe aprender del mismo y de la realidad brasileña.
           

            Conclusión

            A modo de conclusión, recuperando la hipótesis con la que pudimos trabajar a lo largo del análisis, podemos afirmar que el cambio estratégico en lo relacionado a la acción y al liderazgo políticos de Luiz Inácio Lula Da Silva, tanto siendo Jefe de Estado como previo a ello, consiguiendo el respaldo de sectores de la sociedad que le eran esquivos, lo llevaría a un crecimiento positivo en términos de aceptación pública y popularidad entre los brasileños según marcan consultoras de opinión pública dentro y fuera de Brasil. Y esto es los particular de caso Lula, ya que terminando su segunda gestión al frente de la República Federativa de Brasil llega a oscilar el ochenta por ciento de imagen positiva, situación que tranquilamente hace pensar que el líder haría algo para forzar un tercer mandato consecutivo, que actualmente no es constitucional, postulado descartado por el mismo Lula que, como un gran jugador de ajedrez, sostiene poco ético e incoherente aún sabiendo que es muy probable que las próximas elecciones quede en manos de la oposición porque no existe en el PT un sucesor o sucesora con chances claras para ganarlas.
           
           Esta mirada estratégica de la política es una faceta fundamental que ayuda a entender los cambios, los avances ante la adversidad, aprendiendo de sus errores, el líder que poco a poco va dando la sensación de que quedará, si todavía no quedó, en la historia como uno de los más grandes estadistas que supo tener Latinoamérica.

*Homero Cymes. Carrera de Ciencia Política. Facultad de Cs. Sociales (UBA)

Bibliografía General:

Revistas

Catalano, Sebastián (2009): “Las lecciones de Lula”. Revista Newsweek Argentina. Nº 138. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Páginas de Internet

http://www.cidob.org/es/documentacio/biografias_lideres
_politicos/america_del_sur/brasil/luiz_inacio_lula_da_silva

Baldioli, Alberto: Neodecisionismo en América Latina: entre la apatía cívica y la participación política. Argentina y Brasil (1989-1992) http://www.rlcu.org.ar/revista/numeros
/01-01-Octubre-2003/documentos/alberto_baldioli.pdf

Betto, Frei: http://vinculando.org/brasil/lula/lula_biografia.html

http://www.voltairenet.org/article143641.html

http://www.cadal.org/informes/pdf/Democracia_4.pdf

http://www.americaeconomica.com/numeros4/304/reportajes/Gema304.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/Luiz_In%C3%A1cio_Lula_da_Silva#Obrero_y_sindicalista

* Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Buenos Aires.
Editado por Ricardo Ortiz de Zárate en http://www.cidob.org/es/documentacio/biografias_lideres_
politicos/america_del_sur/brasil/luiz_inacio_lula_da_silva#1

1 Ibídem.-

2 Ibídem.-

5 Ibídem.-

6 Alberto Baldioli: Neodecisionismo en América Latina: entre la apatía cívica y la participación política. Argentina y Brasil (1989-1992)en http://www.rlcu.org.ar/revista/numeros/01-01-Octubre-2003/documentos/alberto_baldioli.pdf

8 Ibídem.-

9 Ibídem.-

10 Frei Betto en: http://vinculando.org/brasil/lula/lula_betto2.html
*para más datos sobre esto véase en: http://www.cadal.org/informes/pdf/Democracia_4.pdf