Revista Nº45 "TEORÍA POLÍTICA E HISTORIA"

 

Concepción fidelista de la unidad

latinoamericana y caribeña

 

Fidel Castro´s conception about

Latin American and Caribbean integration

 

 

AUTORES

Ing. Daniel Treto López1

treto_daniel@quimica.cujae.edu.cu

 

MSc. Caridad Vega García2

cary@icb.cujae.edu.cu

 

MSc. Victoria Barajona Caro2

victoria@icb.cujae.edu.cu

 

Dr.C. Lourdes Miranda Hodelín2

lmariam@icb.cujae.edu.cu

 

 

 

 

AFILIACIÓN

 

1-  Universidad Tecnológica de La Habana. Facultad de Ingeniería Química  

2-   Universidad Tecnológica de La Habana. Instituto de Ciencias Básicas.

Dpto de Historia y Marxismo - Leninismo

 

 

 

RESUMEN

Nuestra América vive días intensos. No hay motivo, ni tiempo, para el de­saliento. Los pueblos del continente han abierto las grandes alamedas de su emancipación, y el imperialismo no puede cerrarlas. El actual escenario mundial, marcado por la continuación y agudización de la crisis mundial económica y la pandemia del nuevo coronavirus, hace cada vez más necesarios los intentos por consolidar la integración y la solidaridad entre los países latinoamericanos y caribeños. Sin lugar a dudas, no puede hablarse de la construcción de una América unida sin abordar el pensamiento de grandes estadistas como Bolívar, Martí, Chávez y Fidel Castro. En el presente trabajo se realiza una valoración acerca de algunos de los postulados del pensamiento de Fidel sobre la unidad de la América toda. Se realiza un acercamiento a la evolución de su pensamiento entorno al tema y de mano de sus palabras, se demuestra la multidimensionalidad del proceso de integración. Además, se presenta con enfoque fidelista, algunos de los avances en el proceso  de construcción de la unidad, en el que influye significativamente el panorama geopolítico marcado por la voluntad política de los gobiernos en el poder.

ABSTRACT

Our America lives intense days. There is no reason, nor time, for discouragement. The peoples of the continent have opened the great malls of their emancipation, and imperialism cannot close them. The current world scenario, marked by the continuation and worsening of the world economic crisis and the new coronavirus pandemic, makes attempts to consolidate integration and solidarity among Latin American and Caribbean countries increasingly necessary. Undoubtedly, one cannot speak of the construction of a united America without addressing the thinking of great statesmen such as Bolívar, Marti, Chavez and Fidel Castro. In the present work, an assessment is made about some of the postulates of Fidel Castro's thought about the unity of the entire America. An approach is made to the evolution of his thinking around the subject and through his words, the multidimensionality of the integration process is demonstrated. In addition, some of the advances in the construction of unity are presented with a Fidel´s approach, in which the geopolitical panorama marked by the political will of the governments in power has a significant influence.                                                            


Introducción

El siglo XX y el desarrollo de los intereses imperialistas para en esta etapa histórica determinaron que el gobierno norteamericano definió su política exterior hacia América Latina y el Caribe, argumentando supuestos intereses comunes de Seguridad Hemisférica ante eventuales amenazas externas.

En 1904 reafirmaron la teoría del “Destino Manifiesto con el “Colorario Roosevelt” y comenzaron aplicar la política del “gran garrote”, principalmente sobre las regiones de América Central y de la cuenca del Caribe, con el objetivo de estimular el desarrollo de las concepciones militares estratégicas y geopolíticas que ratificaron el “derecho” de los norteamericanos a la supremacía sobre esta zona en calidad de premisa, para establecer el poderío sobre toda América Latina. Posteriormente modificaron su política hacia la región implantando la “diplomacia del dólar” proclamada en 1912 por el presidente William Taft y gestada por los intereses de la burguesía monopolista estadounidense, con el fin de sustituir los proyectiles por los dólares a través de la creación de mercados en América Latina. La aplicación de la política del “gran garrote“y la “diplomacia del dólar” contribuyeron -en gran medida- a la formación de las ideas antiimperialistas en América Latina, lo que generó la primera doctrina reformista latinoamericana de Estados Unidos: la política del “buen vecino”. Esta política proclamada a principios de 1930 por el presidente Franklin Delano Roosevelt fue dictada por el precio de pequeñas concesiones a los países latinoamericanos, antes que todo, la obligación formal de velar por su soberanía nacional y paralizar los procesos negativos para el imperialismo que tuviesen lugar en el continente: el desarrollo de la lucha revolucionaria, nacional-liberadora y la actividad de los partidos comunistas en la mayoría de los estados. En esa década surgió la primera etapa en el desarrollo de la integración, inspirada en el mercantilismo, cuando el mundo se encontraba dividido en esferas de dominación coloniales neocoloniales claramente definidas y rodeadas de barreras comerciales (1).

En el año 1926, precisamente por esos tiempos, nació Fidel Castro Ruz, quien históricamente tuvo el mérito de luchar contra la hegemonía norteamericana e impulsar el interés de nuestros pueblos de lograr la unidad y la verdadera integración de América Latina y el Caribe. Hoy cuando muchos de los gobiernos progresistas de la región han caído producto de la escalada norteamericana que pretende imponer su sistema socioeconómico al mundo al precio que sea necesario, es más necesario que nunca recordar a Fidel y encausar nuevamente la lucha para recuperar los logros alcanzados y seguir conquistando un futuro mejor para nuestros pueblos desde el Río Bravo hasta la Patagonia. (1,2)

Por ello el objetivo del presente trabajo es valorar algunos de los postulados del pensamiento latinoamericanista de Fidel Castro. Los análisis realizados del pensamiento de Fidel sobre este tema, hoy resonante en el contexto internacional, deberán permitir situar a la juventud y en general a la sociedad en una mejor posición para interpretar los acontecimientos actuales.

Desarrollo

1.1.     Gestación del pensamiento latinoamericanista

En su etapa universitaria, Fidel Castro fue adquiriendo una conciencia antiimperialista que le permitió emprender su lucha en defensa de los países latinoamericanos y caribeños, que fue propiciado por su preparación exhaustiva en temas políticos y su amplia capacidad de lectura hacia textos martianos y de diversa índole.

En ese período (1948), influenciado por los resultados de la Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y la Paz desarrollada en México, Fidel Castro se interesó por conocer la situación política de América Latina e integrarse a la lucha continental y propone la celebración de un Congreso Latinoamericano de Estudiantes que coincidiera con la Conferencia de la OEA en Bogotá, donde los gobiernos de la región se proponían adoptar una serie de acuerdos reaccionarios. Para ello Visitó Venezuela, Panamá y Colombia.

Al recordar esa época Fidel Castro señaló: “Y si le digo que en esa universidad me hice revolucionario, fue porque hice contacto con algunos libros. Pero antes de haber leído esos libros, estaba ya cuestionando la economía política capitalista (…) sentía cada vez más dudas, cuestionaba más el sistema, porque yo, además había vivido en un latifundio y recordaba cosas y soñaba con soluciones, como tantos utopistas han hecho en el mundo” (1).

Los años como estudiante y luego hasta 1953, le permitieron a Fidel Castro estructurar un plan revolucionario para diseñar una estrategia para tratar de erradicar los males que se agudizaban en la nación, ya habiendo alcanzado madurez suficiente para reconocer la importancia de lograr la unidad de las fuerzas progresistas y revolucionarias.

En el Programa del Moncada, conocido por su histórico alegato “La Historia me Absolverá”, denunció: “El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud del pueblo…” Durante toda esta etapa y hasta el triunfo de la Revolución cubana en enero de 1959, Fidel Castro estudió y analizó la evolución histórica del proceso de integración de América Latina y el Caribe, y en esos años de combate consolidó su visión sobre la necesaria integración y unidad por la que lucharon Bolívar y Martí en el continente americano. (4)

Nuestro Comandante en Jefe realizó sin dudas un valioso análisis histórico-lógico acerca del proceso de integración de los pueblos americanos el cual se fue nutriendo de su experiencia adquirida como mandatario de nuestro país al triunfo revolucionario.

1.2.     El alcance multidimensional de la integración

Fidel consideró la integración con un alcance multidimensional y no solo económico, a partir de que también interactúan dinámicamente en el proceso factores políticos, sociales, culturales y de seguridad, cuestiona la aplicación de las teorías del liberalismo y neoliberalismo en los países de la región en función de la instauración el libre y desigual comercio. Al respecto precisó que “hay que hablar de integración económica, pero hay que ir más lejos, hay que hablar de integración política, unidad económica, unidad política…”. Sus ideas de integración político-económica se sustentaban en la existencia de problemas socioeconómicos como: que el abismo entre los ricos y los pobres crece cada vez más, los millones de niños sin hogar se encuentran abandonados en las calles de las grandes ciudades y un número igual o mayor son explotados inescrupulosamente en vez de estar en las escuelas; mueren cada año medio millón de menores de cinco años que pudieran salvarse; los barrios marginales se multiplican incontenibles por todas partes y el número de personas por debajo de los índices de pobreza se acerca al 50 por ciento, entre otros que denunció en múltiples espacios como el voraz y gigantesco mercado externo de placeres y consumismo que ha traído a la región el enorme problema de las drogas, con su secuela de violencia y destrucción. Los ejemplos de estos males en estos últimos años han sido suficientes en países como Nicaragua, Honduras, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Chile, Brasil y Argentina.

La globalización neoliberal ha estimulado la economía artificial de especulación financiera, hasta extremos insoportables para el propio sistema, especulando con acciones, bonos, monedas nacionales o cualquier elemento capaz de generar ganancias. Se destina una inmensa masa de dinero a buscar dinero y multiplicarse a sí mismo sin producir nada, sin construir una fábrica, sin relación alguna con el comercio real de bienes o servicios. Esa economía artificial ha convertido al mundo en un gigantesco casino donde se apuestan cada día 1,5 millones de millones de dólares, es decir, una cifra equivalente al valor total de más de 15 días del producto bruto de la economía mundial. La deuda externa ha ido creciendo sin parar y ahora asciende aproximadamente a 800 mil millones de dólares. (1,3)

Teniendo en cuenta la situación antes descrita, Fidel considera que la única solución para enfrentar la crítica situación de la región es lograr la unidad y la integración política, económica, social, cultural y de seguridad de todos los países del hemisferio, aprovechando las riquezas naturales, el idioma y la cultura. Al respecto señaló: “Ayer fuimos enorme colonia; podemos ser mañana una gran comunidad de pueblos estrechamente unidos. La naturaleza nos dio riquezas insuperables, y la historia nos dio raíces, idioma, cultura y vínculos comunes como no tiene ninguna otra región de la Tierra”.

1.3.     Influencia norteamericana (E.E.U.U.) en el proceso de integración

La población autóctona y los pueblos de América Latina y el Caribe han sido víctimas, durante casi dos siglos, de la política expansionista de Estados Unidos hacia el Oeste y el Sur del territorio original de las Trece Colonias que se declararon independientes del dominio inglés en 1776. Después de la Segunda Guerra Mundial y con la implementación del sistema financiero internacional, los Estados Unidos se convirtieron en la principal potencia económica mundial.

Fidel Castro al analizar este hecho y su evolución expresó: “El gobierno de Estados Unidos recibió el 22 de julio de 1944 los privilegios otorgados en Bretton Woods a la potencia militar más poderosa, emitir el dólar como moneda internacional de cambio. La economía de ese país estaba intacta después de la guerra, en 1945, y disponía de casi el 70 por ciento de las reservas en oro del mundo. Nixon decidió unilateralmente, el 15 de agosto de 1971, suspender la garantía en oro por cada dólar emitido. Con eso financió la matanza de Vietnam en una guerra que costó más de 20 veces el valor real de las reservas en oro que le quedaban. Desde entonces la economía de Estados Unidos se sostiene a costa de los recursos naturales y los ahorros del resto del mundo”. (1)

El Comandante también considera el proceso de integración ha servido como un mecanismo para profundizar la dependencia y la dominación externa, a partir de que “el gobierno de Estados Unidos emplea recursos económicos inimaginables para defender un derecho que viola la soberanía de todos los demás países: continuar comprando con billetes de papel las materias primas, la energía, las industrias de tecnologías avanzadas, las tierras más productivas y los inmuebles más modernos de nuestro planeta” (1). Asimismo, evalúa que el capital extranjero y las transnacionales se van apoderando de los centros de producción de bienes y servicios más estratégicos.

1.4.      Propósito de integración latinoamericana o lucha por la unidad

Fidel Castro demostró que la única alternativa que tienen los países de América Latina y el Caribe de salir del subdesarrollo es a través de la unidad e integración política y económica. Se puede apreciar a través de la siguiente cronología que Fidel Castro es consecuente con sus ideas y acciones a favor de la unidad latinoamericana y caribeña: “(…) En este viaje que realizo estoy organizando un Congreso Latinoamericano de Estudiantes que deberá celebrarse aquí en Bogotá, contamos con la adhesión de casi todos los estudiantes de América”. “Estos pueblos de América saben que su fuerza interna está en la unión y que su fuerza continental está también en la unión. Estos pueblos de América saben que si no quieren ser víctimas de nuevo de la tiranía, sino quieren ser víctimas de nuevo de las agresiones, hay que unirse cada vez más, hay que estrechar cada vez más los lazos de pueblo a pueblo, y a eso he venido a Venezuela: a traer un mensaje no de casta o de grupo, sino un mensaje de pueblo a pueblo”.

 “Nosotros debemos plantearnos aquí muy sinceramente las posibilidades que tenemos de influir de una manera decisiva en la solución de nuestros problemas, precisamente, mediante el esfuerzo unido de todos los pueblos de este hemisferio, mediante la coincidencia de criterios, ya que coincidimos plenamente en necesidades y en aspiraciones, en los planteamientos de los pueblos de América Latina”.

“Marx y Engels lucharon por esa unión incansablemente, infatigablemente, durante toda su vida. Y eso es lo que decimos nosotros, nuestra dirección política, nuestro Partido y nuestro pueblo: “¡Proletarios de todos los países: uníos!”, uníos frente a los enemigos de clase, frente a los enemigos imperialistas, frente a los agresores, frente a los guerreristas”. “Con ello se demuestra de nuevo, que nuestra verdadera unidad no depende de un no alineamiento circunstancial sino de una identidad más profunda y permanente: la originada en los principios revolucionarios, en el común programa antimperialista y en la aspiración a sustanciales y definitivas transformaciones sociales”. “Otra idea esencial es la siguiente, la idea de la unidad que hemos venido planteando desde el primer momento: unidad dentro de los países y unidad entre los países; dentro de los países, allí, donde haya las mínimas condiciones de unidad, y hoy se dan, por suerte, en la mayoría de los países de América Latina, no en todos, eso lo he explicado muy cuidadosamente. Nadie concibe una unidad con la tiranía de Pinochet, o con la de Stroessner, y hay algunos otros casos, pero no son tan abundantes. Es la idea de la unidad dentro, porque se necesita fortaleza interna para librar esta lucha, y la unidad entre los países de América Latina, y entre todos los países del Tercer Mundo, porque se necesita fortaleza externa…”

“Frente a los grandes grupos que hoy dominan la economía mundial, ¿hay acaso lugar en el futuro para nuestros pueblos sin una América Latina integrada y unida? ¿Es que no seríamos capaces de ver que únicamente unidos podemos discutir con Estados Unidos, con Japón y con Europa? ¿Es que solo cada uno de nosotros puede enfrentar esa colosal tarea? Las grandes potencias económicas no tienen amigos, solo tienen intereses”.

 “Pienso que aunque aquí se pueden discutir muchas cosas, lo esencial de esta reunión y lo que le daría su verdadero sentido histórico, es la decisión de aunar nuestros esfuerzos y nuestras voluntades hacia la integración y la unidad de América Latina, no solo económica sino también política”.

 “Ya quisiera Europa, que pasó cinco siglos guerreando entre sí, tener las cosas en común que tenemos los latinoamericanos y los caribeños; sin embargo, trabaja por la integración, trabaja por la unidad, y sabe que no podría competir con Japón si no se integra, sabe que no podría competir con Estados Unidos si no se integra, sabe que no podría desempeñar ningún papel en el mundo si no se integra”.

“A la globalización neoliberal y egoísta, al antidemocrático orden político y económico internacional, debemos responder con la unidad y la globalización de la solidaridad, y la promoción del diálogo, la integración y la cooperación genuina”.

“En este mundo real, que debe ser cambiado, todo estratega y táctico revolucionario tiene el deber de concebir una estrategia y táctica que conduzcan al objetivo fundamental de cambiar ese mundo real. Ninguna táctica o estrategia que desuna sería buena (…) El mundo está desesperadamente necesitado de una unidad, y si no conseguimos conciliar el mínimo de esa unidad, no llegaremos a ninguna parte”. (1,3)

1.5.      El ALBA como proyecto de integración.

A partir de los años 90 se inició en la región una nueva etapa en el desarrollo de los procesos de integración en sus diversos niveles: subregional, regional y hemisférico, provocado por el mantenimiento o reactivación de viejos esquemas de integración (ALADI, PARLATINO, SELA, CARICOM, MCCA, CAN); la conformación de nuevos esquemas integradores o de concertación política (MERCOSUR, 1991; SICA, 1991; AEC y Grupo de los Tres, 1994); la concertación de acuerdos bilaterales (TLCAN) y la promoción del ALCA en 1994, dirigido a la ampliación del espacio económico estadounidense en el hemisferio sobre la base de la anexión.

Ocho años más tarde en el 2002, el presidente venezolano Hugo Chávez propuso la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), para promover un proceso de integración de nuevo tipo alternativo o complementario a los esquemas existentes en la región. Por su parte Fidel Castro, suscribió en el 2004 una declaración conjunta con su homólogo Hugo Chávez, donde expresaron que si bien la integración es, para los países de la América Latina y el Caribe, una condición imprescindible para aspirar al desarrollo en medio de la creciente formación de grandes bloques regionales que ocupan posiciones predominantes en la economía mundial, sólo una integración basada en la cooperación, la solidaridad y la voluntad común de avanzar todos de consuno hacia niveles más altos de desarrollo, puede satisfacer las necesidades y anhelos de los países latinoamericanos y caribeños y, a la par, preservar su independencia, soberanía e identidad: “Coincidimos en que la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA)…traza los principios rectores de la verdadera integración latinoamericana y caribeña, basada en la justicia, y nos comprometemos a luchar conjuntamente para hacerla realidad”.

1.5.1. Principios del ALBA-TCP

El nacimiento del ALBA presupuso para Chávez y Fidel varios principios para garantizar el desarrollo de todos los países:

1.La concertación de posiciones multilaterales y en la negociación con países y bloques de otras regiones.
2.El comercio y la inversión no deben ser fines en sí mismos, sino instrumentos para alcanzar un desarrollo sustentable.
3.El trato especial y diferenciado, de acuerdo con el nivel de desarrollo de los diversos países.
4.La complementariedad económica y la cooperación.
5.La cooperación y solidaridad.
6.La creación del Fondo de Emergencia Social.
7.El desarrollo integrador de las comunicaciones y el transporte.
8.La sostenibilidad del desarrollo.
9.La integración energética.
10.El fomento de las inversiones de capitales latinoamericanos en la región.
11.La defensa de la identidad y la cultura latinoamericana y caribeña.
12.El respeto a la propiedad intelectual.

1.5.2. Ejes transversales en la acción del ALBA-TCP

•Social: Énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión. Busca saldar la deuda social de los países latinoamericanos y caribeños, a través de proyectos sociales.

•En lo Político: abre nuevos espacios de consulta, coordinación y concertación, para constituir alianzas estratégicas y presentar posiciones comunes ante terceros; se caracteriza por la lucha contra el intervencionismo y la guerra; la promoción de un cambio hacia un sistema internacional pluripolar y multicéntrico.

•Movimientos Sociales: Busca articular y fortalecer la organización de los pueblos para consolidar la integración.

•Construcción de una Nueva Arquitectura Económica y Financiera, que supere las asimetrías existentes a través del desarrollo y del bienestar social.

1.5.3. Hitos de ALBA-TCP en sus 17 años de fundada

— 4 millones 989 mil 404 personas alfabetizadas. Junto al ALBA-TCP, tres países de latinoamericanos fueron declarados “Territorios Libres de Analfabetismo”. (Venezuela (2005), Bolivia (2008) y Nicaragua (2009).


— La Misión Milagro ha devuelto la vista de forma gratuita a más de 6 millones de personas. Adicionalmente más de 27 millones de consultas oftalmológicas y entregado más de 41 millones de lentes.

— Como parte del Estudio Clínico Genético Psicosocial de Personas con Discapacidad, se identificaron más de 1 millón de personas que se encontraban desprotegidas en seis de los países del ALBA-TCP. Se han entregado una cifra casi similar de ayudas técnicas como prótesis y ofrecido más de 2 millones de consultas.

— Más de 2 mil jóvenes procedentes de América Latina, el Caribe y África se forman como médicos comunitarios de profunda vocación social y una alta preparación científica, técnica, ética y humanística en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) con sedes en Cuba y Venezuela.

— Se han realizado cuatro ediciones de los Juegos Deportivos del ALBA con la participación de más de 10 mil atletas de 31 naciones.

— El ALBA ha articulado como bloque, la prestación de ayuda humanitaria a varios países de la región, como Haití cuando el terremoto del 12 de enero de 2010; y a San Vicente y las Granadinas cuando la erupción del volcán La Soufriere el 9 de abril de 2021.

— Se enviaron Brigadas Médicas Cubanas para la atención y lucha contra la Covid-19 a países del ALBA-TCP y otros fuera del mecanismo. Así como se estableció un puente aéreo humanitario, a través de la aerolínea CONVIASA, que permitiera el traslado de las vacunas, personal médico, tratamientos, insumos médicos, entre otros, en beneficio de la población de los países que integran el bloque.

Nuevos mecanismos de integración similares al ALBA como la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) han surgido como alternativas al ALCA, por supuesto que inspirados en Fidel. Meridiana precisión la del Jefe la de concretar un mecanismo de integración que incendiara la América Latina con lazos de solidaridad. Pero indudablemente está demostrado que la integración política como nos acotó depende de las transformaciones en cada país y de la radicalidad de los procesos revolucionarios, del apoyo popular y la salida dirigida hacia frenar los intentos de la escalada norteña por destruir modelos diferentes, simplemente por diferentes.

La iniciativa de unidad latinoamericana – caribeña parte del viejo anhelo bolivariano y martiano de crear una gran patria americana. (1,5)

Conclusiones

1-  Los valiosos postulados de Fidel Castro sobre la integración de América Latina y el Caribe, demuestran que la unión política y económica entre naciones contribuirá a buscar su propio desarrollo.

2-  Resulta necesario incrementar las acciones para contrarrestar la estrategia norteamericana en la región, la unipoliaridad y el unilateralismo del imperialismo en el actual sistema de relaciones internacionales

3-  Los países latinoamericanos y caribeños tenemos varias alternativas para garantizar una integración colectiva regional que preserve la independencia, soberanía e identidad de las naciones, pero es necesaria la radicalización política para que se sustenten las revoluciones sociales.

Bibliografía

1- Las principales tesis de Fidel Castro sobre la integración de América Latina y el Caribe. Publicado en Fidel soldado de las ideas (http://www.fidelcastro.cu) 2017

2- Suárez Salazar, Luis. Las bicentenarias agresiones de Estados Unidos contra América Latina y el Caribe: Fuente constante del Terrorismo de Estado en el hemisferio occidental.

3- Castro Ruz, Fidel. Reflexiones “Mentiras deliberadas, muertes extrañas y agresión a la economía mundial”. La Habana: Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 2007.

4- Castro Ruz, Fidel. Selección de documentos entrevistas y artículos (1952-1956). La Historia me Absolverá. La Habana: Editora Política, 2007. p.30-31.

5- González Peña, Miguel J. Pensamiento neoliberal e integración en América Latina. Revista Semestral Política Internacional No. 8 Julio-Diciembre 2006. ISRI. p. 90.