Revista Nº3 Repensando la década del 90 II

Resumen

En la década del “90” del siglo XX surge un líder que producirá una ruptura con el modelo democrático liberal de aquellos días, será Hugo Chávez Frías el ejemplo más claro de alguien que quiere un cambio trascendente en el poder regional, como así también cambiar el sino trágico de la partidocracia “puntofijista” en Venezuela.
Este artículo a estudiará no sólo al Hugo Chávez líder político, sino también al hombre y su perfil personal, para poder lograr comprender sus actos de gobierno como así también su personalidad arrolladora.
                                                                 
Abstract

In the decade of 1990 of twentieth century a leader appears to break up with liberal and democratic model known in those days. Hugo Chávez Frías would turn into the most clear example of someone who wants a transcendental change in regional power and also wants to substitute the tragic fate of party government established by Punto Fijo’s agreement in Venezuela.
This article will study not only Hugo Chávez as a political leader but also his character in order to achieve a whole comprehension of his political actions and his forceful personality.

 

 

¿LA NUEVA REVOLUCION BOLIVARIANA?
Análisis del proyecto político de Hugo Chávez para llegar a la presidencia de Venezuela.


Por: Mariela L. Gatti

“...Si algunas personas interpretan mi modo de pensar y en él apoyan sus errores, me es bien sensible, pero inevitable; con mi nombre se quiere hacer... el bien y el mal, y muchos lo invocan como el texto de sus disparates”
Carta de Simón Bolívar a Antonio Leocadio Guzmán (6 de diciembre de 1829)

1) INTRODUCCION

Es de gran importancia investigar el proceso que llevó adelante Hugo Chávez para llegar a la presidencia de Venezuela, a través de acciones revolucionarias y proselitistas, en las últimas dos décadas del Siglo XX.

Ello facilitará la comprensión de cómo un outsider de la política logró concretar un deseo transformado en obsesión: “llegar al poder”.

El objetivo excluyente de este trabajo es analizar la conformación y consolidación del proyecto político del comandante Chávez. Para lograr dicho cometido, será necesario comprender como este animal político, aunque él se niegue a considerarse de esa forma, combinando diferentes influencias ideológicas se muestra de forma ambivalente ante la sociedad, alternando características democráticas y autoritarias. Además, deberá ser tenido en cuenta el momento histórico reinante, del que se desprenden algunos interrogantes como: ¿Que margen de maniobra tenía Carlos Andrés Pérez para cambiar el rumbo económico? ¿Chávez con que apoyos contaba en el Movimiento Bolivariano para tener éxito en una revolución en el año 1992? ¿La marginalidad y la pobreza coadyuvaron a Chávez en su construcción política  para llegar a la presidencia de la república?

Partiremos de la siguiente premisa: “el proyecto político de Chávez, conformado a partir del ideario bolivariano, permitiría trazar una nueva frontera política en Venezuela, es decir, rescatando la figura del Estado Interventor  (agiornado a los tiempos que corren) por sobre un Estado mínimo, producto de las reformas aplicadas a partir de las políticas neoliberales de la década de 1990, terminaría con cuarenta años de democracia puntofijista”.

Es por todo lo anterior, que será de mucha utilidad analizar los sucesos políticos que marcaron la historia venezolana, y en lo posible intentar profundizar y descubrir las razones por las cuales Chávez pretende erigirse en el continuador de la Revolución Bolivariana, casi dos siglos después.

2) MARCO TEORICO

2-1) Antecedentes histórico-políticos de Venezuela

Venezuela es un país que ha sufrido un déficit importante en el afianzamiento de las instituciones democráticas a lo largo de su historia, algo que se repite en la mayoría de los países latinoamericanos. El año 1958, tras el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez, se transforma en un punto de inflexión para ésta nación. Los líderes de los tres principales partidos políticos venezolanos: Rómulo Betancourt (Acción Democrática), Rafael Caldera (COPEI) y Jovito Villalba (Unión Republicana Democrática) deciden firmar un acuerdo llamado “Punto Fijo” (en referencia al lugar en el cual se reunieron, propiedad de Caldera), excluyendo al Partido Comunista. “El objetivo del pacto era conseguir la sostenibilidad de la recién instaurada democracia, mediante la participación equitativa de todos los partidos en el gabinete ejecutivo del partido triunfador”1. Básicamente se comprometen a llevar adelante una convivencia política, institucionalizando y formalizando las reglas de juego. Determinan la conformación de una coalición de unidad nacional (independientemente de quien ganara las elecciones), que junto a un programa de coincidencias básicas garantice la constitucionalidad y se respeten los resultados electorales. Este nuevo sistema permitiría hacer frente a la inestabilidad reinante, producto de alzamientos militares de derecha y de acciones de partidos revolucionarios de extrema izquierda. “Si bien no era totalmente inédito en la historia venezolana un tal pacto o <fusión>, sí lo era el hecho de que se produjese no como una unión táctica para derrocar a un enemigo común, sino como un pacto para gobernar”2. A partir de ese momento se sucedieron varios gobiernos pero “por ser implantada la democracia venezolana, no ha habido un proceso real de democratización, ni mucho menos de consolidación del sistema”3, lo que impedía asegurar la relación entre las instituciones y el pueblo, algo que es muy importante para una democracia moderna. Se aplicaron medidas excepcionales para sortear nuevos alzamientos militares y movimientos guerrilleros, hasta entrar en un proceso de pacificación.
 
En la década de 1960, Venezuela, “conjuntamente con Arabia Saudita, Irán, Irak y Kuwait fundaron la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ante la resolución que habían tomado las empresas petroleras internacionales de bajar los precios del petroleo”4, por lo que adquirió el apodo de “La Venezuela Saudita”. Con la crisis del petróleo, en 1973, comenzaron a ingresar muchas divisas al país, debido al aumento del valor del barril de crudo a escala mundial, lo que provocó cambios bruscos en su economía. En 1976 el gobierno decide estatalizar la actividad petrolera, ya que el petróleo era el único recurso natural realmente productivo del país. Pero como consecuencia de la falta de buenas políticas y el acrecentamiento del gasto público se produjo un Estado hipertrofiado, y esta situación se vio agravada, aún más, con el avance de la corrupción y el desprestigio de los partidos políticos (y sus representantes), mientras el pueblo, que se mantenía ajeno de la toma de decisiones, se limitaba a observar. A la deteriorada escena se sumó la recesión que ocasionó la caída de precios del petróleo en la década de 1980. Todo ello hizo que el país asumiera una gran deuda externa y que debiera realizar una tremenda devaluación de la moneda.

Con el surgimiento de políticas neoliberales, en los años ’80, y sobre todo por las recetas “milagrosas” que expusiera el Consenso de Washington, la mayoría de las democracias latinoamericanas debieron enfrentar sus crisis con drásticos proyectos de reforma del Estado. Venezuela no fue la excepción y justamente en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) se intentaron aplicar dichas reformas, a lo cual respondió el pueblo con manifestaciones de protesta, entre las que se destacó el “Caracazo”, sucedido el 27 de febrero de 1989. La situación del país era realmente dramática, la pobreza y la crisis económica eran insostenibles, el caldo de cultivo ideal para la aparición de un nuevo

 

2-2) Contexto Internacional

            El escenario internacional, que se venía desarrollando a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, cambió completamente a raíz de un nuevo conflicto: a fines de la década de 1950 estalló la Guerra Fría, un enfrentamiento por las fronteras ideológicas, entre EEUU y URSS. Dicho suceso afectó las relaciones internacionales, tanto en lo económico como en lo diplomático, “ningún rincón del mundo quedó por fuera de la competencia que por la primacía mundial libraban Washington y Moscú”5, los países debieron optar por alinearse detrás de alguna de las dos superpotencias, dividiéndose el globo en dos bloques.

Los países de Latinoamérica no estuvieron exentos a estos cambios. En su mayoría contaban con estructuras económicas atrasadas, que se acentuaron por la incapacidad, de sus gobiernos, a la hora de aplicar medidas de corte keynesiano, las cuales conformaban el sistema de intervención estatal denominado Estado de Bienestar. Este nuevo modelo económico, vigente prácticamente en todo el mundo, era aceptado tanto por los países de ideología liberal como por aquellos que  alentaban el comunismo, ya que posibilitaba estabilizar la economía y acercar las posiciones de los trabajadores y empleadores. Estas naciones sufrieron un gran impacto en sus relaciones con las grandes potencias, quedando en una desventajosa situación de asimetría.

Paralelamente a las transformaciones, a nivel mundial, en el plano económico también hubo modificaciones en lo político. A partir de la segunda mitad del S.XX proliferaron en América Latina diversas corrientes de pensamiento que afectaron, con variada intensidad, a muchas naciones y pueblos a la hora de conformar sus criterios para gobernar. Se destacaron entre otras el Militarismo, el Caudillismo, el Populismo y el Nacionalismo. Estas ideologías fueron potenciadas, y obtuvieron mayor trascendencia, al ser atravesadas por la lucha entre el capitalismo y el comunismo. Esto “explica la emergencia en varios países de la región (...) de una vasta movilización social y de propuestas políticas de mayor o menor sesgo nacionalista y populista que cuestionaban el atraso y la dependencia y ofrecían caminos alternativos en procura del desarrollo económico y social”6. Esta serie de sucesos determinaron particularmente a Latinoamérica, entre ellos se destacaron la Revolución Cubana (que preocupó a EEUU por la infiltración soviética a la que contrarrestó con la aplicación de la Alianza para el Progreso, la cual organizaba el intervencionismo armado en América), y numerosos golpes de estado avalados por la Doctrina de Seguridad Nacional, ideada también por el gobierno norteamericano.

2-3) Pensamiento latinoamericano en el siglo XX

            A lo largo del siglo surgieron en Latinoamérica diversas corrientes de pensamiento ideológico-político que afectaron, en mayor o menor medida, a los diferentes gobiernos de la región. Entre ellas se destacaron el Militarismo, el Caudillismo, el Populismo y el Nacionalismo. A continuación serán reseñados brevemente los conceptos principales de dichas corrientes.   2-3-1) Militarismo             El origen del Militarismo hay que rastrearlo en la Francia de Napoleón III, en la segunda mitad del S.XIX. Se caracteriza según Bobbio por “la creciente penetración de los intereses de carácter militar en el tejido social y su amplia aceptación, el uso de recursos de la población para fines militares en perjuicio de la cultura y del bienestar y el consumo de las energías de la Nación en las Fuerzas Armadas”7. Esta corriente encontró su sustento en la profesionalizaron del cuerpo militar destinado a monopolizar la violencia dentro del Estado, dejando de estar subordinado a los gobernantes civiles. El Ejército en ocasiones se ha puesto al servicio de diferentes formas de Estado, pero también otras veces negaron dicha forma estatal.

           
Sus complejas manifestaciones en América Latina aparecen en la década de 1960, por impulso de la política norteamericana. El objetivo era utilizar a estas fuerzas para las estrategias de EEUU dentro de la denominada “Doctrina de Seguridad Nacional”. Ésta “suministra a las Fuerzas Armadas una supuesta legitimación como últimas guardianas y salvadoras de la Nacion”8. Como consecuencia de ello, el Militarismo latinoamericano se ha presentado de diferentes formas. Con modalidades dictatoriales o para corregir excesos de gobiernos populistas, como gobiernos provisionales o con intenciones de cambiar las reglas de juego, pero lo que identifica a la mayoría de los casos es que su aparición se debe muchas veces a la debilidad e inestabilidad que existe en la mayoría de los gobiernos democráticos. 

 

2-3-2) Caudillismo

                El estilo político del Caudillismo ha aparecido en la mayoría de los países latinoamericanos, en diferentes momentos de la historia. Se presenta como una formacaracterística de Populismo político, por su voluntad de poder y su capacidad de acción política. Surgió como respuesta espontánea a la desarticulación española en el S.XIX, estableciendo una honda tradición histórica y cultural en Latinoamérica. Fomenta la relación lider-masa, con apoyo de las armas, desarrollando una red clientelar. Su acción es respaldada por un grupo de caudillos menores, constituyéndose en una forma particular de representación.

            Aunque algunos autores relacionan esta corriente con el Militarismo, el caudillo sería una especie de guerrero, que en nombre de la violencia privada se enfrenta al monopolio estatal. Con rasgos autoritarios y arbitrarios, resalta sus dotes de valentía y coraje para convertirse en un líder político de un régimen debilitado, con una concepción patrimonialista del poder.

2-3-3) Populismo

            Este modelo se basa en “el uso de medidas de gobierno populares, destinadas a ganar la simpatía de la población (particularmente si ésta posee derecho a voto), aún a costa de tomar medidas contrarias al Estado democratico”9. El origen de esta corriente se ubicaría en la segunda mitad del S.XIX, en Rusia, inspirada en movimientos agrarios, con ideologías heterogéneas que despreciaban a las instituciones estatales.

            El Populismo Clásico latinoamericano “gira en torno a 3 fórmulas: la primacía de la voluntad del pueblo, una relación directa entre líder y masa y el antagonismo entre lo nacional y lo extranjero”10. Con su discurso, anticonstitucional, antidemocrático y antiliberal, le da primacía al papel del hombre, y construye identidades antagónicas y excluyentes. Aparece en sociedades en crisis, en medio de la disputa entre sectores tradicionales y modernos. Coincide con el periodo en donde las sociedades comenzaron a modernizarse, atravesadas por la lucha entre el campo y la ciudad.

            Tiene una composición policlasista, donde la burguesía industrial pretendía, bajo la protección del Estado, monopolizar los mercados. Por su parte la clase obrera aspiraba a conseguir mejoras en sus condiciones económicas y sociales, mientras el resto de los sectores (profesionales, estudiantiles, comerciantes, etc.) querían participar en el Estado. Estas demandas se hicieron realidad a partir de la ocupación de espacios públicos y el incentivo a la movilización desde el Estado, y no por la vía institucional.
           
            Los líderes populistas, con un discurso de tipo personalista, gobernaban manipulando a los sectores populares. Explotan su carisma estableciendo redes clientelares burocratizadas, ubicándose como vinculo entre la masa marginada y la Nación. Equiparan al individuo, con el pueblo y la Nación. Toman medidas a favor de la industrialización y de la redistribución del ingreso, pero sin modificar las tradicionales relaciones de propiedad y de producción.

2-3-4) Nacionalismo

            Es una ideología política que expresa las características comunes de una comunidad nacional. Su origen data de 1648, con el Tratado de Wesfalia, manifestándose como fenómeno elitista. A lo largo del tiempo apoyó regímenes tanto liberales como monárquicos. En el S.XX aparecieron diferentes tendencias, de éste fenómeno, algunas extremas (fascismo, nazismo), otras antinacionalistas (Unión Europea, tratados regionales). Ésta última tendencia fue maximizada por la globalización, la que es masivamente rechazada por diferentes manifestaciones nacionalistas.

            Experimentado colectivamente, el Nacionalismo, resalta como valores más importantes el bienestar, la protección de los rasgos identitarios, la lucha por la independencia en todos los ámbitos y la legitimidad política de la Nación. Suele adoptar diferentes formas como por ejemplo, 1) Nacionalismo cívico, donde el Estado es legitimado políticamente por la participación activa de los ciudadanos. Es la teoría que sustenta a las democracias constitucionales. 2) Nacionalismo étnico, la legitimidad política se manifiesta funcionando como hogar del grupo nacional al que protege, y facilita el intercambio social y cultural. 3) Nacionalismo de izquierdas, defiende la autodeterminación de los pueblos. 5) Nacionalismo religioso, se sostiene a través, y como consecuencia, de una religión común. “Todas las formas de Nacionalismo cuentan con una población formando una Nación; lo cual significa que todos los miembros de una población creen que forman parte de algún tipo de cultura común y la cultura no puede ser completamente separada de la etnicidad”11. Ésta situación provoca en las personas una sensación de pertenencia, independientemente de si contribuyen o no a su desarrollo.  

 

3) HUGO CHAVEZ

3-1) El Hombre

            Nació el día 28 de Julio de 1954 con el nombre Hugo Rafael Chávez Frías, en un paraje conocido como Los Rastrojos, a dos kilómetros de Sabaneta, ciudad ubicada en el estado de Barinas. Es el segundo de seis hermanos varones, cuyos nombres son Adán, Narciso,  Argenis, Aníbal y Adelis. Su padre, Hugo de los Reyes Chávez y su madre, Elena Frías, trabajaban en el colegio del pueblo, ambos eran docentes. “La situación de la familia era precaria. Los recursos escaseaban a la misma velocidad que aumentaban los hijos”12. Debido a ésta situación es que Hugo y su hermano mayor, Adán, se fueron a vivir con su abuela paterna, Doña Rosa Inés Chávez, quien se encargó de criarlos. Ella se convirtió en una imagen afectiva constante para Chávez. Durante su infancia, luego de concurrir al colegio, salía a vender dulces que preparaba su abuela, y así juntaba algo de dinero para ayudarla, él la consideraba su madre. De ella aprendió a ser humilde y orgulloso, a forjarse un espíritu de sacrificio. Casi desde el principio Elena no estuvo de acuerdo con la decisión de separarse de sus hijos mayores, por lo que después de un tiempo quiso recuperarlos, pero su marido se opuso por temor a provocarle la muerte a su propia madre (quien muere en 1982, causando profundo dolor a la familia, especialmente a Hugo). Es por ésta razón que la familia decide trasladarse y establecerse en Barinas. Chávez con su madre verdadera mantiene una relación de rechazo y distancia.

            Ya desde chico tenía dos pasiones: la pintura y el béisbol. Aunque contaba capacidad para desarrollar ambas actividades no logró concretarlas como profesión. A todo momento estaba dibujando y en los ratos libres se divertía jugando con sus amigos, quienes lo apodaban Tribilín por su delgadez, soñando con llegar algún día a las grandes ligas estadounidenses. Tenía un ídolo en este deporte, el jugador Isaías “Látigo” Chávez, a quien seguía fervorosamente y al que quería imitar. Años más tarde, en 1969, su ídolo muere en un accidente aéreo  y decide dejar de lado la pintura con la intención de ser un jugador de béisbol profesional.
           
A la edad de 12 o 13 años, en Barinas, conoce a José Esteban Ruiz Guevara, por
intermedio de los hijos de éste, Vladimir y Federico, que eran sus íntimos amigos y con quienes estudiaba en el Liceo Daniel Florencio O´Leary. Ruiz Guevara era comunista y lo acerca, principalmente, a libros de políticos revolucionarios como Simón Bolívar (que era su héroe desde la infancia), Ezequiel Zamora, y otros historiadores venezolanos del S.XIX. A partir de ese momento se empezó a forjar en su interior un germen revolucionario con la intención de cambiar al país, aunque “no habría llegado a interesarse en militar en el Partido Comunista o en la vida política misma”13.            
           
Un lugar entrañable en la vida de Hugo Chávez ocupa Pedro Pérez Delgado. Él era su bisabuelo materno, al que apodaban “Maisanta”, por su característico grito de guerra. Si bien tenía una imagen difusa acerca de quién era este personaje, sentía gran curiosidad por conocer su vida. De pequeño “Mamá Inés” (como le decía a su abuela) le había contado historias que lo mostraban como bandido y asesino. Ya de adolescente, luego de leer el libro “Maisanta, el último hombre a caballo” de José León Tapia, el interés se acrecentó. Descubrió que “fue algo así como el último caudillo popular que levantaba multitudes para una revolución, cuyo sentido él mismo no lo pudo precisar con claridad (...) Tuvo la mala suerte de haber vivido una época en que comenzaban a desaparecer las revoluciones sin contenido alguno para dar paso a las puramente ideológicas, de las cuáles sólo tenia ideas vagas”14. Aunque circulan otras versiones que contradicen esta visión, a él le bastó para desatanizar la imagen de su antepasado, tomándolo como una de las figuras que influirán en su pensamiento político.

En 1971 ingresa a la Academia Militar como atajo para llegar a las grandes ligas, porque por ese tiempo todavía no tenía interés en la vida política, aunque sí por problemas sociales, como la pobreza y la desigualdad. Como estudiante no es un prodigio, pero “lee todo lo que le cae en las manos, especialmente, lo que le pone en las manos Ruiz Guevara, su primer faro politico”15. En el año en el que él accede a la Academia hay un cambio en el plan de estudios, era un proyecto de profesionalización de las F.F.A.A., que fue impulsado por el Presidente de la Nación Caldera (1968-1973). Era un alumno competitivo y rebelde, se esforzaba por destacarse memorizando proclamas de Bolívar. Le gustaba imponer sus ideas en los debates. Su padre, que durante veinte años había sido militante de COPEI, le aconsejaba que mantuviera una postura neutral en la vida. Una vez recibido lo trasladan a Barinas, en donde se siente atraído por los medios de comunicación, participa como locutor en un programa de radio y escribe una columna en el diario local. En esa época conoce a una chica del pueblo, llamada Nancy colmenares, con la que terminará casándose en 1977. Él tenía tan solo veintitrés años. Fruto de la unión tuvo tres hijos, Rosa Virginia, María Gabriela y Huguito.

Chávez desdobla su personalidad según quien fuera su interlocutor, “frente a sus superiores en el Ejército, simula obediencia y disciplina. Ante su familia finge siempre ser `neutral´, como diría su madre, y se muestra completamente ajeno a la política. Pero, clandestinamente, es otro. Se vincula con gente de izquierda, debate sobre el futuro político del país con sus amigos Ruiz, conspira y afina el olfato para comenzar a captar adeptos en los cuarteles”16. En 1978, ya como Teniente, es designado para cumplir funciones en Maracay. Allí sigue relacionándose con grupos radicales de izquierda, cuyas anécdotas registra en un diario personal, junto a otras experiencias de su vida. Por rumores de conspiración, dentro de la Academia, deciden trasladarlo a Elorza, lejos de Caracas, en la frontera con Colombia.

En abril de 1984 conoce a Herma Marksman, por casualidad en un departamento de Caracas. Ella era Historiadora, estaba divorciada y tenía dos hijos. Pronto comenzó entre ellos una relación sentimental, ella se convirtió en su compañera política y amante (durante nueve años), a sabiendas de que él de día era militar y de noche conspirador, además de que era casado y que no andaba bien su matrimonio. Tiempo más tarde, en 1988, Hugo le pide casamiento a Herma, y ella le dice que primero se divorcie. Él lo intenta, habla con Nancy, pero la familia Chávez se opone, y se frustra la idea. Su relación con Nancy estaba cada vez peor, y terminan separándose pocos años después. Ella por su bajo perfil, logró mantenerse en el anonimato luego del divorcio y rehizo su vida.

Luego del intento de golpe de Estado, en febrero de 1992, Chávez cae preso y comienza a tener popularidad, algo que le trajo problemas con sus compañeros militares y con la propia Herma. A tal punto que ella, al año siguiente, decide terminar la relación porque consideraba que las circunstancias habían transformado al hombre que creía su compañero para toda la vida. La acobardó su fama de mujeriego, aunque el detonante final fue cuando él da una entrevista desde la cárcel. En la misma asegura que si no hubiera sido porque Nancy lo acompañó y apoyó no hubiera logrado nada. Esas palabras la enfurecieron porque realmente ella había sido su leal compañera, arriesgando su vida (y la de su propia familia), por seguirlo en su proyecto, guardándole papeles de la conspiración, mientras Nancy y el resto de la familia permanecían al margen. Sintió que él traicionó el sueño que juntos intentaron construir.
 
Por decisión del presidente Caldera (1994-1999) Chávez fue sobreseído y liberado en 1994 (habilitando la posibilidad para que en el futuro participe en política). “Se creía que el cabecilla del 4F era más peligroso dentro de la cárcel, donde se había convertido en un factor de perturbación, que afuera. En la calle – era el pronóstico generalizado – el mito de Chávez se desinflaria”17. Ya divorciado de Nancy, a quien le deja la propiedad de Maracay, se va a vivir a la casa de Nedo Paniz, en Caracas, y comienza una campaña por todo el país. Junto a unos pocos amigos empiezan a difundir su proyecto, ya que había descendido su popularidad, por su discurso antidemocrático, y necesitaba fortalecerse para llegar al poder. Se dedica a su futuro político todo el tiempo, es su prioridad antes que nada, hasta lo antepone a su familia (a la que casi nunca nombra). Si bien siempre tuvo una relación bastante accidentada con su mujer e hijos, por los continuos traslados, no dejaba de estar pendiente y de ser expresivo con ellos. Era un grupo familiar muy desarticulado, y aunque no lo acompañan no le hacen reproches, lo que le facilita su proyecto.

            Hábil para comunicarse, ya desde la Academia que tenía afición por dar discursos, explotó ese talento para generar credibilidad y afecto a su alrededor. Tanto es así que en un acto en la ciudad de Barquisimeto, en 1996, un locutor de la radio local le presenta a una joven, llamada Marisabel Rodríguez, con la que poco tiempo después iniciará una relación. Al año siguiente Marisabel queda embarazada, y si bien un embarazo en una relación de amor es una bendición, en plena campaña electoral se torna trascendental. La bautizan con el nombre Rosinés, en honor a la abuela de Chávez. Dos meses más tarde, en Navidad, deciden casarse. No faltaron aquellos que decían que este segundo matrimonio era muy conveniente para el perfil del candidato presidencial, mostrándose como un padre responsable.

Marisabel logró, al ser incorporada a la campaña, bajar la imagen negativa que tenia el discurso agresivo de su esposo. Él por su parte nunca pudo conseguir que sus hijos mayores se llevaran bien con su segunda esposa. El rencor era mutuo, quizá más del lado de ella, ya que era una mujer conflictiva. Muy celosa y absorbente, quería controlarlo todo el tiempo, saber dónde estaba, qué hacía, con quién se encontraba. Esto provocó la ruptura de la pareja a principios de 2002. Ella se fue con Rosinés y su hijo mayor (fruto de una relación anterior) a vivir nuevamente a Barquisimeto. Hugo Chávez, según su madre, no ha tenido mucha suerte con las mujeres, no ha podido encontrar a la ideal. Luego de su segundo divorcio, en 2003, optó por mantener un bajo perfil, dejando de lado aquellos tiempos de galán y seductor.       

 

3-2) El militar conspirador

            Al recibirse de la Academia Militar, en 1975, con el título de Licenciado en Ciencias y Artes Militares, rama Ingeniería, mención Terrestre, con especialización en Comunicación, le entrega el sable distintivo el Presidente de la Nación, Carlos Andrés Pérez (1973-1978). Paradójicamente será contra él que años más tarde intentará un golpe de Estado, para derrocarlo de su segunda presidencia.

            Abandona su sueño de ser jugador de béisbol profesional porque descubre que su verdadera vocación es la de ser soldado. Es asignado para cumplir funciones en su pueblo, en donde combina estudios de Estrategia Militar y Teoría Política con Historia Venezolana. Comienzan a aparecer en él motivaciones políticas y se siente particularmente atraído por regímenes militares de izquierda (en Latinoamérica). Los que le llaman la atención son el de Torrijos en Panamá, el de Allende en Chile y el de Castro en Cuba, entre otros. “Pero el modelo que más lo influye habría sido el de la Revolución Nacionalista del General peruano Juan Velasco Alvarado (1968-1975)”18. Esta admiración se profundizó cuando Chávez, en 1974, debe viajar con sus compañeros a Perú por la celebración del 150º aniversario de la Batalla de Ayacucho, y recibe de regalo, de las manos del mismo General, el libro azul de “La Revolución Nacional Peruana”. En este documento Velasco Alvarado desarrolla su discurso contra el Imperialismo y la corrupción, defendiendo a Latinoamérica para los latinoamericanos con un tono nacionalista y pluralista, con la intención de cooptar a todas las fuerzas para lograr su proyecto. Éste se convierte en su libro de cabecera, al que extravía al ser detenido en 1992, tras el intento de golpe de Estado.

            Junto a su amigo Vladimir comienzan a militar en un grupo izquierdista denominado “Causa R” (liderado por el ex guerrillero y comunista Alfredo Maneiro), vinculado a las luchas sindicales. Empieza a elaborar la idea de hacer un golpe de Estado, porque se plantea una meta a conquistar: “el poder”. En 1977 se reúne con Federico Ruiz, Alfredo Maneiro y Pablo Medina, y planean organizar un movimiento revolucionario, pero desarrollando ideas antes de actuar. Maneiro le advirtió a Chávez: “sólo le voy a decir algo a usted: tiene que comprometerse conmigo en que cualquier cosa que aquí vayamos a hacer no es para ahora, es para mediano plazo, para una década”19 

En 1978 es ascendido a Teniente y es enviado a Maracay, donde entra en contacto con gente del Movimiento al Socialismo (MAS). Los ayuda en su campaña proselitista porque se siente atraído por las reivindicaciones que hacían de la Justicia Social, la Equidad, la Libertad, la Revolución Democrática, etc. Para la misma época se relaciona con Francisco Arias Cárdenas y William Izarra con los que planea implantar un sistema socialista por medio de un golpe de Estado, la célula conspirativa se llamará “República 1983” (R83). Éste grupo, ya en los años ´80, pasa a ser “Alianza Revolucionaria de Militares Activos” (ARMA).  

Su hermano Adán, que participaba en el “Movimiento de Izquierda Revolucionaria” (MIR) liderado por Douglas Bravo, influyó en sus actividades políticas. En 1982 Chávez conoce a Bravo, un ex comunista (expulsado del Partido Comunista Venezolano por su desviación de la línea soviética), del que tomará una ideología conocida como “el árbol de las tres raíces, basado en el pensamiento y la praxis de Bolívar, su mentor Simón Rodríguez y el federalista Ezequiel Zamora”20. Para este momento Chávez había abierto varios frentes conspiradores para llegar al poder.

            En 1983 es ascendido a Capitán. Él iba a retirarse del Ejército, pero por consejo de José Esteban Ruiz Guevara, decide quedarse y empezar a conspirar, también, con los oficiales más jóvenes. El 17 de diciembre de ese año, luego de un acto por el aniversario de la muerte de Simón Bolívar, junto a Jesús Urdaneta Hernández, Felipe Acosta y Raúl Baduel hacen un juramento. “Se comprometen - por Dios, la Patria y el Honor – a no descansar hasta ver rotas las cadenas que oprimen al pueblo por voluntad de los poderosos”21 Dan nacimiento al “Ejército Bolivariano Revolucionario (EBR) y le agregan a la sigla el número 200, por el bicentenario de la muerte de Bolívar. Un rasgo que ha caracterizado siempre a Chávez es su tenacidad por hacer coincidir su vida con hitos históricos.

            Reactiva su relación con la organización “Causa R” y con el “Partido de la Revolución Venezolana” de Bravo. Si bien estos grupos tenían diferencias, coinciden en que había que terminar con el “bipartidismo tradicional” para acceder al poder. Comienza la acción dentro de las F.F.A.A., y el movimiento empezó a multiplicarse. Ellos estaban convencidos que los enemigos de Venezuela eran el hambre, la desocupación, la corrupción, la miseria, etc., y quieren desterrarlos.

            El nuevo director de la Academia Militar, General Peñaloza, se entera de rumores de conspiración dentro del establecimiento y decide enviar a los militares implicados a diferentes destinos. Chávez fue asignado a Elorza, cerca de la frontera con Colombia. Siente creciente atracción por las tareas que realizaban diversos grupos guerrilleros, con los cuales, muchos años después al salir de la cárcel, se relacionará clandestinamente. Lo que le simpatizaba, de éstos grupos, eran las luchas contra el status quo.
  
En el `84 conoce a Herma Marksman en Caracas, en el departamento de la hermana de ella. Allí era donde él se reunía en secreto con Douglas Bravo. Los encuentros eran posibles por la intermediación de Elizabeth Sánchez, amiga de Bravo y dueña del lugar, que compartía con Cristina Marksman. Herma había heredado de su padre la devoción nacionalista y la pasión bolivariana, lo que posibilitó al poco tiempo de conocerse con Chávez, que comenzara una relación. Ella accede a ocupar espacios en la vida de él, por un lado, pasa a formar parte del grupo conspirador y, por el otro, se convierte en su amante. Para ella él era la cabeza del grupo y quien organizaba las reuniones. Según Douglas Bravo

“Chávez es un hombre inteligente, audaz, conversador, carismático. Es un líder natural. Con facultad de mando natural”22

            En 1987 Chávez es nombrado Mayor y es trasladado a Caracas, al Palacio de Miraflores. Al año siguiente Carlos Andrés Pérez es elegido por segunda vez presidente de la Nación, asumiendo en una Venezuela donde existía una gran crisis económica y social. Para contrarrestarla, éste decide aplicar un “paquete” de medidas de corte neoliberal que tuvo como contrapartida el repudio de la gente. Se desataron movilizaciones populares y saqueos, pero el estallido que más se destacó fue el del 27 de febrero de 1989, denominado “Caracazo”. El presidente envió al Ejército a frenar la insurrección, lo que hizo que se aceleraran los preparativos conspirativos, logrando la adhesión de más oficiales al grupo.

            Chávez, acusado de intentar asesinar al presidente, es llevado detenido, en 1989, al Fuerte Tiuna. Allí se encuentra con Urdaneta, Ortíz y Yoel Acosta, entre otros. Por falta de pruebas pronto quedan libres y los destinan a diferentes lugares. Él va a Maturín bajo las órdenes del General Ochoa Antich. Antes de ese momento estaba haciendo un curso de Estado Mayor y un Posgrado en Ciencias Politicas en la Universidad Simon Bolivar de Caracas. En esa época dentro del movimiento conspirador, además de militares, había algunos civiles. Ya en 1991, recta final para el golpe, empiezan éstos, los civiles, a ser dejados de lado del partido. Mientras tanto la relación entre Chávez y Bravo se mantiene en secreto porque Arias no quería en el movimiento a la izquierda radical

            Le otorgan el grado de Comandante. A partir de ahí “fuimos recibiendo comandos militares y se activó el Plan Ezequiel Zamora (para el golpe), con misiones militares y politicas”23. Lo asignan al Batallón de paracaidistas de Maracay. La situación del país sigue siendo conflictiva, y algunos oficiales dentro de las F.F.A.A. ya quieren alzarse. Aparecen problemas dentro del grupo por la organización del plan, pero logran controlar la situación. Comienza el año 1992, y en los primeros días de febrero, la conspiración perjeniada durante varios años por Chávez y compañía se abre paso a la acción. El golpe de Estado estaba en ciernes.

 

4) CRISIS ECONOMICA Y POLITICA DE VENEZUELA

4-1) El regreso de Carlos Andrés Pérez

Carlos Andrés Pérez se presentó a los comicios presidenciales del año 1988 representando al partido Acción Democrática, en los que se impuso con el 54.6% de los votos, para gobernar el período 1989-1994. Durante la campaña llevó adelante un discurso populista y, con un estilo optimista, consiguió que el electorado lo recordara como el presidente del “milagro económico”. El flamante presidente se encontró con una Venezuela sin reservas económicas y con una renta petrolera insuficiente para satisfacer las demandas sociales, cada vez mayores. La realidad, así presentada, lo llevó a firmar una carta de compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y sin tener probablemente más alternativa, debió adoptar medidas de corte neoliberal, “recetas milagrosas” inspiradas en las recomendaciones de dicho organismo. Las mismas no apuntaban a combatir las debilidades y defectos de la economía, sino a superar la crisis de la deuda. El recetario de medidas se basó en el denominado “Consenso de Washington”. Éste nuevo paradigma se venía definiendo a lo largo de la década de 1980, a partir de la crisis del modelo keynesiano y de la Teoría del Desarrollo Económico. Fue influenciado por la tendencia dominante de una nueva derecha neoliberal, que se basaba en las contribuciones de la Escuela Austríaca, de los monetaristas y de la Escuela de la Elección Racional.  

El 2 de febrero de 1989, “a los pocos días de haber asumido el poder, ante la crítica situación macro-económica del país, el presidente Pérez anunció una serie de fuertes medidas, lo que se denominó como <El Paquete> (de medidas económicas)”24. Este plan de austeridad proponía reducir el gasto público y liberar los precios de los bienes y servicios, además de eliminar el régimen de cambios diferenciales y las restricciones para las tasas de interés. También suprimiría los subsidios sociales, congelaría los salarios y aumentaría el precio de los combustibles. La política que pretendía implementar el gobierno desató un estallido social, con protestas y saqueos. Éstas llegaron al punto de mayor violencia el día 27 de febrero, en lo que se conoció como el “Caracazo”, abarcando la ciudad de Caracas y alrededores. El presidente decidió, por un lado enviar al Ejército para contener y reprimir a las manifestaciones, y  por otro suspender las garantías constitucionales. Se restableció el orden pero a costa de muchas muertos y heridos (tanto de militares como de civiles).

            “Pérez, que analizó lo sucedido como una rebelión de los pobres contra los ricos, fue recriminado por los excesos represivos de las tropas y perdió mucha de la popularidad que le había devuelto a la Presidencia”25. Debió moderar algunas de las disposiciones, que más rechazo tenían, del plan de ajuste neoliberal, como el aumento de los combustibles y decidió dar compensaciones sociales, aumentando los salarios mínimos. Pero a fin de cuentas mantuvo los lineamientos generales de su plan económico. Con las medidas que se llevaron a cabo no se pudo frenar la desocupación, la pobreza y la inflación. La deuda externa tuvo un leve descenso luego de que el país aceptara el Plan Brady, ofrecido por EEUU, para el reescalonamiento de pagos.

Para 1991 la balanza de pagos comenzó a estabilizarse por el ingreso de divisas, producto de las privatizaciones de la telefonía, de la línea aérea nacional (VIASA) y de varios bancos. Igualmente el costo de vida para los venezolanos siguió siendo alto, por lo que no pudo impedir que continuaran las huelgas y movilizaciones, potenciadas por el abandono de los programas asistenciales. Esto último, probablemente, fue lo que lo terminó de aislar de la sociedad. La situación económica y social tenia visos de dramatismo, los servicios públicos estaban degradados, aumentaban los despidos y el reparto inequitativo de la riqueza hacía que el crecimiento de la pobreza fuera imparable.
El 3 de febrero de 1992, al regreso de Pérez de una conferencia financiera, en Davos Suiza, lo esperaba un gran desafío. Un grupo de militares, comandados por Hugo Chávez, organizaron un alzamiento copando algunos puntos claves del país. Rápidamente el presidente se movilizó junto al Ejército y pudo sofocarlo en la mañana del día siguiente. Además de los militares leales, contó con el apoyo de la gente y de los medios de comunicación. Aunque hubo una indisimulada alegría, de un sector de la población, hacia las maniobras de Chávez, éste no contó con el apoyo necesario y fracasó. Hubo un saldo de muertos y heridos.

            En Noviembre de ese mismo año Pérez debió enfrentarse a nuevos contratiempos. Por un lado, otro intento de golpe de Estado, al que pudo controlar, aunque “a la ciudadanía no le impresionó el posicionamiento legalista de Pérez porque no le reconocían ya legitimidad para argumentar en tono moral”26. Por el otro, aparecieron denuncias contra el presidente, sobre malversaciones de fondos y peculado, encabezadas por los periodistas Rangel y Galdo. En las mismas se lo acusaba de desviar una partida secreta de 250 millones de Bolívares, que correspondían a fondos reservados, con el objetivo de financiar la  campaña política de la nicaragüense Violeta B. De Chamorro (candidata presidencial) en 1989. Este desvío formaba parte de un plan de Pérez para convertirse en el paladín de la democracia en Latinoamérica.

La Corte Suprema, en 1993, le inició el antejuicio al presidente, porque creía que había razones suficientes. El Senado, por su parte, lo suspendió mientras durara el proceso. Finalmente fue destituido definitivamente el 31 de agosto de ese año, la decisión según la Corte fue “en resguardo de la convivencia pacifica de los ciudadanos y para garantizar la vigencia del orden democratico”27. Fue reemplazado por el Senador Velásquez Mujica, quien sería presidente interino hasta la finalización del mandato, en febrero de 1994.

Pérez fue expulsado del partido Acción Democrática y multado con la suma de 700 millones de Bolívares. En 1996, bajo la presidencia de Rafael Caldera, fue sentenciado a 2 años y 4 meses de prisión domiciliaria, en atención a su edad. Si bien luego de cumplir la condena volvió a la carga en política y obtuvo una banca de Senador, lo que le aseguraba inmunidad parlamentaria, sus días estaban contados, él ya era un cadáver político. 

4-2) El fallido golpe de Estado de 1992

El intento de golpe de Estado, contra la Presidencia de Carlos Andrés Pérez, comenzó el día 3 de febrero de 1992, cuando éste regresaba de participar en un Foro Económico Mundial, realizado en la ciudad de Davos, Suiza. Fueron copados varios establecimientos militares, de los Estados de Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal de Caracas, en el marco de un operativo denominado “Operación Zamora”. Ésta estaba liderada por Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortíz Contreras, quienes ejercían influencia en los grupos que tenían a cargo.

            Los insurgentes pertenecían a un grupo, que funcionaba dentro de las Fuerzas Armadas, denominado “Movimiento Bolivariano Revolucionario 200” (MBR200). Ellos eran oficiales de rango medio del Ejército, motivo por el cual la organización también era conocida con el nombre de “Comacate”, en alusión a los grados que ocupaban dentro de la fuerza. Dicho movimiento estaba compuesto por 5 Tenientes Coroneles, 14 Mayores, 54 Capitanes, 67 Subtenientes, 65 Suboficiales, 101 Sargentos de tropa y 2056 soldados. En total 2362 uniformados pertenecientes a 10 batallones. Compartían una posición crítica sobre la situación económica y política del país y querían cambiar su rumbo a través de un golpe de Estado (que venían planeando desde hacía un tiempo). Tenían una orientación ideológica nacionalista y revolucionaria, se inspiraban en la doctrina bolivariana y en las ideas de Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora.

El objetivo principal del operativo era derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez, para sustituirlo por una Junta de Gobierno formada por civiles y militares. Tenían previstos muchos decretos para implantar un nuevo régimen. Arrasarían con todo, las instituciones democráticas serían reemplazadas por un poder único, habría congelamiento de precios (de bienes y servicios), y suspenderían las medidas neoliberales de reforma del Estado. El plan fue concebido según los principios de la guerra: sorpresa, maniobra, movilidad y concentración de fuerzas en puntos clave. Se basaron, para actuar, en la situación del país y en el descontento de la gente, sobre todo de los sectores medios y bajos de la población. A estas circunstancias se le sumaron otros datos negativos como por ejemplo: actos de corrupción en el gobierno y en los altos mandos militares, subordinación de las F.F.A.A. a un liderazgo incapaz, deterioro de las condiciones de la oficialidad media y baja, empleo por parte del gobierno de los militares para actividades ajenas a su función (reprimir manifestaciones y tareas de asistencia social), etc. Para los revolucionarios las F.F.A.A. debían asegurar, como lo manifiesta la Constitución, la defensa nacional, el respeto por las leyes y la estabilidad de las instituciones, algo que no estaba respetando el gobierno.

El 3 de febrero por la tarde, en el aeropuerto de Maiquetía, el General Ochoa Antich estaba esperando al presidente, que regresaba de su viaje de Suiza. El General había sido informado del posible alzamiento, pero cuando le transmitió las novedades a Pérez, éste subestimó los hechos, por los rumores que circulaban desde hacia algún tiempo. Por la noche comenzaron los enfrentamientos entre los rebeldes y los soldados leales, en varios lugares del país, entre los que se destacaron La Casona (Residencia Presidencial), el Palacio de Miraflores (Sede gubernativa) y el Fuerte Tiuna, entre otros. Hugo Chávez, quien dirigía las maniobras desde Museo Histórico Militar de la Planicie, lideró el alzamiento en Caracas. Yoel Acosta Chirinos, por su parte, comandó desde la base aérea de La Carlota, mientras que las sublevaciones en Maracay estuvieron al mando de Jesús Urdaneta. Arias Cárdenas se ocupó de las regiones de Zulia y de Maracaibo.

Cuando se desató el operativo Ochoa Antich, desde el Fuerte Tiuna, logró avisarle al presidente, quien pudo evadir el asedio a La Casona y se dirigió hacia el Palacio de Miraflores. Se produjeron fuertes enfrentamientos que dejaron como saldo muchos muertos y heridos en las primeras horas de la sublevación. Luego Pérez pudo salir de la Casa de gobierno y se fue directo hasta Venevisión, desde donde pudo hablar, en cadena nacional, a la población informando sobre la situación que se estaba viviendo y aprovechó la oportunidad para condenar la acción de los golpistas. Este hecho se volvió a repetir más tarde, tratando de llevar calma a la ciudadanía y pidiendo la rendición de los insubordinados. El General Ochoa Antich, que lideraba las fuerzas leales al presidente, utilizó todas las unidades militares y batallones que tuvo a su alcance, logrando que comenzaran a rendirse una vez que el Palacio de Miraflores fue nuevamente controlado.

Pasado el mediodía del 4 de febrero Chávez fue persuadido, por un enviado de Ochoa Antich, para que depusiera las armas, pero con la condición de que le dejaran dirigirse con su discurso al pueblo. Por medio de un breve mensaje Chávez se dirigió a la población y les dijo: “Primero que nada quiero dar buenos días a todo el pueblo de Venezuela, y este mensaje bolivariano va dirigido a los valientes soldados que se encuentran en el Regimiento de Paracaidistas de Aragua y en la Brigada Blindada de Valencia. Compañeros: lamentablemente, por ahora*, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros, acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así que oigan mi palabra. Oigan al Comandante Chávez, quien les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las armas porque ya, en verdad, los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional es imposible que los logremos. Compañeros: Oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano. Muchas gracias”28. Con esta aparición logró ser reconocido por la gente, y hasta le valió para hacerse popular. Por otro lado, la acción insurgente llevada a cabo por Arias Cárdenas en Zulia fue exitosa, quien además logró transmitir por la radio los motivos del golpe y ocupar varios establecimientos en Maracaibo. Ante el fracaso de Chávez en Caracas, Arias Cárdenas depuso las armas. Éste fue el único que logró el objetivo de copar los medios de comunicación, ya que en Caracas los oficiales fueron disuadidos por el personal del Canal2 Radio Caracas Televisión de transmitir un mensaje grabado con la proclama del levantamiento.      

El gobierno, por su parte, decretó el cese de las garantías constitucionales en todo el país. La imagen negativa de Carlos Andrés Pérez, que ya venía desacreditándose por sus reformas neoliberales y por el estallido social del “Caracazo”, posibilitó que luego del intento de golpe otros políticos comenzaran a desafiar su autoridad. Al día siguiente el Senador Rafael Caldera pronunció un discurso sobre los acontecimientos en oposición al gobierno, volcando hacia su lado el apoyo del pueblo, con la intención de ser reelegido como presidente de la Nación.

Aunque hubo manifestaciones que apoyaron al gobierno en repudio del golpe, no faltaron aquellos que estuvieron del lado de la sublevación. El saldo oficial de la asonada fue de 14 muertos, 53 heridos, 1089 militares detenidos y muchas pérdidas materiales (extraoficialmente las cifras eran mayores). Los oficiales involucrados fueron detenidos

 

 

5) EN EL CAMINO DE LA NUEVA REVOLUCION BOLIVARIANA

5-1) De golpista a Presidente de la Nación

            Tras el intento de golpe, la institucionalidad del país queda en estado de fragilidad y dentro de las F.F.A.A. se agravan los problemas. A su vez el pueblo, cansado de las elites, que por cuatro décadas se turnaron en el poder, quería arrasar con la dirigencia política. Tenía “la necesidad de una reacción frente a la escandalosa corrupción reinante. Además se expresaba la tradición venezolana que tiende a ver en los militares un orden y una eficacia que la vida civil no ejerce. Las condiciones son propicias para que los golpistas se presenten como víctimas de su propio delito, víctimas de la historia”29.         

            Chávez y sus compañeros de armas fueron detenidos, por algunos días, en los sótanos de la Dirección de Inteligencia Militar, en los cuales permanecieron incomunicados. Luego fueron trasladados al Cuartel San Carlos, en Caracas, frente al Panteón Nacional, donde descansan los restos de Simón Bolívar. A partir de ese momento comienzan a ser visitados por mucha gente y por algunos líderes políticos e intelectuales de izquierda, lo que les hizo comprender que su actuación no había sido un fracaso rotundo.

            Los militares que acompañaron en el golpe a Chávez lo responsabilizaban por la derrota del plan, aunque él asegurara que se dio esa situación porque quedó solo y sin comunicación. El grupo se presentaba como una fraternidad, aunque sus integrantes no podían evitar los roces internos, los cuales aumentaban en la misma medida que la popularidad de Chávez. Éste recibía desde la ventana de la cárcel a una multitud y aprovechaba esas ocasiones para justificar y legitimar el golpe invocando la figura de Bolívar (proponiéndose como sumo sacerdote del culto bolivariano), antes de apoyarse en un plan político concreto.

Al poco tiempo de estar detenidos los trasladan a la cárcel de Yare que se encontraba a dos horas de viaje de Caracas, lo que no impidió que la gente los siguiera visitando. Meses más tarde, en noviembre, se enteraron que un nuevo intento de golpe se había producido y que también había fracasado, lo que los desmoraliza. Chávez lo vive como una nueva derrota, pero no se amilana. La cárcel es la etapa de consolidación del movimiento y la base de lanzamiento político de Chávez, ya que su objetivo seguía siendo el poder, llegar a Miraflores. No son pocos los que consideran, después del intento de golpe, “que el discurso de la derrota, fue el primero de la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de la Republica”30. Mientras tanto conoce a ciertas personas, que luego lo acompañarán en el gobierno, como Edmundo Chirinos, José Vicente Rangel, Luis Miquilena, entre otros.

 

Durante el periodo que estuvieron presos Hugo Chávez y Francisco Arias Cárdenas tuvieron diferencias en la forma de cómo deberían proceder de cara al futuro. Esto se evidenció cuando discutían si apoyarían o no a un candidato para enfrentar al bipartidismo tradicional, en las próximas elecciones. Del enfrentamiento salió airoso Chávez, quien se oponía a participar electoralmente, luego de invocar a su antepasado Maisanta y teatralizar una posesión.

Luego de algunas denuncias por malversación de fondos el presidente Carlos Andrés Pérez fue destituido de su cargo, en 1993, y fue reemplazado interinamente, hasta el término del mandato, por Ramón Velásquez. En diciembre gana las elecciones Rafael Caldera, representando al partido Convergencia Democrática porque se había distanciado de la gente de COPEI (partido del cual era uno de los fundadores). Caldera en su campaña había prometido, entre otras cosas, liberar a los insurgentes del 4F. Al poco tiempo de asumir, en marzo de 1994, el flamante presidente decide hacer realidad su promesa y libera a los militares detenidos, convirtiéndose en el blanco de muchas críticas desde la oposición, pues con esta acción posibilitaba que Chávez se pudiera presentar y trabajar en política. Urdaneta, Arias Cárdenas y Acosta le agradecen y aceptan trabajar en su gobierno, pero Chávez, por su parte, se niega a hacerlo.

Una vez en libertad Chávez comienza inmediatamente su campaña política. Se instala en una casa que le presta Nedo Paniz, en Caracas como base de operaciones, y junto con algunos militares incondicionales empieza a recorrer el país para que conozcan su proyecto. Daba discursos ante pocas personas y, a pesar de su inexperiencia política, sigue viajando para cumplir su objetivo: llegar al poder. También busca darse a conocer en América Latina, y se relaciona con personas y movimientos que cree afines a su proyecto. Entra en contacto con Fidel Castro, Norberto Ceresole, carapintadas argentinos, guerrilla colombiana y otros, todos con ideologías revolucionarias.

Chávez decide optar por el abstencionismo electoral para los comicios del año 1995 porque considera que el sistema político sigue siendo fraudulento, pero no logra encontrar apoyo en su propuesta. Para esa época se va a vivir al departamento de Luis Miquilena, y éste junto a otros compañeros del proyecto tratan de convencerlo de que abandone las ideas
violentas. Esto se debía a que Chávez creía que no había posibilidad de acceder al poder por la vía democrática. Además no estaba interesado en ocupar cargos de menor jerarquía política.

            En 1996 los venezolanos seguían descreídos de la dirigencia política, es el momento ideal para que entren en el juego los outsiders. La gente no quería más violencia, el camino debía ser el pacifico, con una base social sólida para poder encarar las elecciones. Chávez mantenía una visión revolucionaria y si optaba por las elecciones debía reformular la lucha popular. Él era consciente de que su popularidad había disminuido notablemente, contaba con tan sólo el 7% de intención de voto. Las encuestas estaban lideradas por la ex reina de belleza Irene Sáez, con casi el 50% de apoyo, ella también era un outsider pero con una gestión exitosa en la Alcaldía de Caracas. Chávez sigue viajando por el país para promocionarse, porque ya no es noticia y se empeña por serlo.

            Finalmente en 1997 Chávez decide, luego de debatirlo en una asamblea del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200), participar en el juego político. En ese mismo año funda un nuevo partido político de izquierda denominado Movimiento V República (MVR), basado en los ideales del bolivarianismo, donde se rescatan valores humanistas, socialistas y nacionalistas. “El MVR es el sucesor del MBR200 (Movimiento Bolivariano Revolucionario 200), el cambio de nombre obedeció a la prohibición de usar el nombre bolivariano, por hacer referencia directa al “Padre de la Patria” así como también está prohibido en Venezuela el uso de nombres de religiones”31. Chávez quería transformar el status quo, refundar la nación y alcanzar un país sin pobres, solía decir “somos un movimiento revolucionario, un movimiento popular a favor de la causa de los dominados de este país y de este planeta, a favor de la justicia, de la revolucion”32. Enarbolaba varios lemas para lograrlo, como construir una Asamblea Constituyente, luchar contra la corrupción, defender las prestaciones sociales y aumentar los salarios de la población.

            Llegan, por fin, las elecciones presidenciales, pautadas para el 6 de diciembre de 1998, las que termina ganando Hugo Chávez con el 56.20% (3.673.261 personas) de los votos validos. Éste resultado representaba al 33% de la población electoral, aproximadamente 11 millones de personas para esa época. “Los dos principales partidos del establecimiento AD y COPEI, no recibieron ni siquiera el 5% de los votos”33. Lo que seis años atrás Chávez intentaba por medio de un golpe de Estado y no obtuvo, por la rebelión militar, sí lo consiguió por la vía democrática.

            Representando al movimiento Polo Patriótico, Chávez logró vencer al bipartidismo tradicional. Ésta nueva formación política estaba integrada por varias organizaciones de izquierda como el Movimiento V República (MVR), el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido Patria para Todos (PPT), el Partido Comunista de Venezuela (PCV), el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) y otros más pequeños. No contaban con una gran maquinaria organizativa, pero igual les alcanzó para triunfar. Según comentarios que se filtraron del comité de campaña, los comicios se ganaron más por los errores de la oposición que por los aciertos del chavismo, es más Chávez se negó a debatir con el principal candidato opositor, Enrique Salas Römer. Aunque nunca fue reconocido trascendieron informes de que el movimiento recibió apoyo económico para la campaña de varios bancos nacionales y españoles.

El pueblo ya no soportaba más la situación de marginalidad y pobreza, durante años fue testigo del caos y hundimiento de la economía, situación que se agravó, aun más, con los hechos de corrupción, la concentración de la riqueza y las manifestaciones violentas. El deterioro no sólo afectó a las clases bajas sino también a los integrantes del sector medio, quienes comenzaron a tener problemas en los servicios de salud y de educación. Los venezolanos deseaban un cambio y Chávez, a pesar de su inexperiencia en política, capitalizó esas expectativas y ganó por el voto castigo a los partidos políticos tradicionales. Como outsider representó un discurso antipolítico y logró cambiar las preocupaciones de la gente en esperanza. Aunque jamás se reconocerá como político, él es un animal político con intuición para el ejercicio de la política, más allá de sus inclinaciones hegemónicas.   

            El 2 de febrero de 1999, Hugo Rafael Chávez Frías asume la Presidencia de la Nación. La banda presidencial y la toma de juramento las recibe del presidente de la Asamblea Nacional, Luis Dávila, ante la negativa de hacerlo del mandatario saliente Rafael Caldera. En su discurso de asunción Chávez hace un balance de la crisis de Venezuela, invoca a Simón Bolívar (a quien siempre tiene presente) y da indicios de las reformas que vendrán. A lo largo de casi dos horas de oratoria anunció la intención de acabar con la actual constitución nacional y con el bipartidismo tradicional, de nacionalizar el petróleo, de democratizar los sindicatos, y de terminar con la corrupción y la pobreza. Finalmente le pide al pueblo que lo acompañe para dar nacimiento a otro sistema político. Chávez alcanzó a cumplir su deseo: llegó al poder, y amenaza con no moverse de Miraflores por un largo tiempo.     

5-2) El “Proyecto Político Chávez”

La modernización y la globalización atentan contra el modelo rentístico de Venezuela, dividiendo a la sociedad, provocando su movilización, y quitándole al Estado autonomía para tomar decisiones. En Latinoamérica la modernización fue un proceso fallido y contradictorio, que produjo grandes costos para la sociedad, los cuales se reflejaron en los sectores excluidos. Las medidas populistas aplicadas en la mayoría de los países de la región se relacionaban con la modernización, dejando como consecuencia democracias restringidas, con sectores sociales antagónicos. Optaban por políticas de apertura y de proteccionismo simultáneamente, sin poder resolver los problemas estructurales en estas naciones, lo que dejó una herencia de inestabilidad.     

            La globalización, por su parte, quebró el paradigma del Estado–Nación, con tendencias hacia la homogeneización y la hegemonía de ciertos patrones. Cada vez más empresas y organismos multinacionales inciden en las decisiones gubernamentales de un país. Esto genera diversidad en el consumo e inestabilidad en las relaciones sociales y productivas, provocando la división de la sociedad en todos los ámbitos. A pesar de todo el Estado continúa siendo el centro de la política, pero pierde su rol de solucionador de problemas. Los cambios provocados por la modernización y la globalización llevan a la gente a reaccionar optando muchas veces por alternativas tradicionales, identificándose con liderazgos (caudillos militares, lideres carismáticos) y formulas políticas (populismo, nacionalismo), que tuvieron sentido en una época y que ya se creían superadas.

Hugo Chávez fue fabricando su proyecto desde muy joven, como consecuencia de su historia personal y de la misma Venezuela. No es un producto acabado, pues, a cada paso se va nutriendo de diversas fuentes ideológicas y conceptuales, lo que no pocas veces lo lleva a tener contradicciones o declaraciones poco sustentadas. Su discurso está compuesto por variados elementos que rescatan propuestas y experiencias de situaciones vividas a lo largo de la historia latinoamericana. Combina nacionalismo tradicional, militarismo, caudillismo (para ejercer el poder) y populismo clásico. La influencia de “algunas figuras históricas como Ezequiel Zamora, Simón Bolívar y Simón Rodríguez (“el árbol de las tres raíces”)... tiene mas importancia política que ideologica”34. Su culto por el “bolivarianismo” se convierte en una especie de ideario utópico, pero con la particularidad de rescatar un pasado idílico para construir un futuro que traiga bienestar al pueblo. Chávez en su plan rescata y sostiene la permanente tarea emancipadora, expresada especialmente en la lucha contra el antiimperialismo. Observa a lo externo como una amenaza, motivo por el cual rechaza al capitalismo salvaje y al neoliberalismo como manera de defensa, reivindicando en forma constante a la soberanía nacional. Sus propuestas parecen conservadoras o reaccionarias antes que revolucionarias.

Casi desde su nacimiento Chávez ha vivido bajo el régimen democrático puntofijista  y ha sufrido en carne propia las consecuencias de sus gobiernos. Éste régimen se desarrolló a lo largo de cuatro décadas, y su noción de progreso y acumulación de riqueza estaba ligada fuertemente al modelo de renta petrolera. El modelo absorbió al resto de los ámbitos productivos del país y desde el gobierno fue utilizado de diversas maneras. Posibilitaba la estabilidad del sistema democrático pero a costa de un reparto inequitativo de las ganancias. Éstas regularmente eran utilizadas como un sistema clientelar para mantener apaciguada a la población y aparentar que se llevaba adelante un plan de justicia social, mientras desde el poder se protegía al sector privado, a costa de la gran mayoría. Todos los gobiernos que se fueron sucediendo no pudieron controlar la corrupción existente en sus administraciones, esta situación junto al hecho de estar atados a un sistema económico provocaba que cuando el modelo petrolero entraba en crisis el sistema democrático se deteriorase. Aumentó la deuda con el exterior, los presupuestos eran deficitarios, se desvalorizó la moneda, lo que llevó a que en la década de 1980 (y parte de la del `90) la crisis económica y social fuera insostenible, circunstancia que se agravó con las políticas de ajuste neoliberales, dejando a la población en la pobreza.
 
Chávez denuncia la situación de exclusión de vastos sectores de la sociedad, mientras la riqueza se la apropian unos pocos. Propone como solución que el Estado intervenga en el mercado para que pueda redistribuir la riqueza producida por el petróleo, pero sin modificar el modelo rentístico, sigue atado a concepciones tradicionales. El Estado debía tener una participación activa en el fomento de las diversas actividades económicas, aplicar medidas proteccionistas y planes de desarrollo, y sobre todo diversificar el ingreso de divisas. Además era necesario que desde el gobierno se mejoraran los salarios y se aumentaran los empleos, contando con la contribución del sector privado, para lograr el desarrollo del país.

Al proponer un modelo alternativo al capitalismo y al socialismo, odiando a la oligarquía y revalorizando constantemente al pueblo, su discurso se enmarcaría dentro del populismo clásico latinoamericano. No hace distinciones entre capitalismo, liberalismo o neoliberalismo, considera que estas categorías amenazan el interés del pueblo, produciendo miseria y pobreza. Busca formas colectivistas y estatistas para evitar el enriquecimiento de unos pocos en detrimento de la mayoría, adoptando ciertas veces políticas rayanas con lo antieconómico. Hace responsable de la marginación política y económica de la sociedad a la clase oligárquica (este pensamiento lo toma de Ezequiel Zamora), estableciendo una línea divisoria entre bandos: revolucionarios / contrarrevolucionarios, patriotas / traidores.

            Chávez tiene devoción por el pueblo, como entidad homogénea, no lo identifica con una clase social determinada, aunque en sus apariciones publicas se refiere con énfasis sobre la necesidad de terminar con la situación que viven los que están marginados del sistema. Al concepto de pueblo lo relaciona con el de Nación y le atribuye la capacidad de ser el motor de la historia del país. Se presenta como “líder carismático, paternalista, justificadamente autoritario, el alter ego del pueblo, el instrumento mesiánico que libera los poderes míticos de la Nacion”35. Esto se manifiesta cuando se refiere al vínculo que existe entre el pueblo soberano y el líder revolucionario (que seria él), al recibir del primero un mandato delegado irrevocablemente.

            En sus alocuciones utiliza en forma constante, y hasta en exceso, vocablos referentes al estilo militar, quizás con el objetivo de llegar a militarizar a la sociedad. Ubica a las fuerzas castrenses como guardianas del sistema político y del pueblo. Algo que dejó rastros en el discurso militarista de Chávez fue la Doctrina de Seguridad Nacional, con sus formulaciones. De ellas rescató la necesidad de que la seguridad nacional será alcanzada mediante el desarrollo integral del país. Éste se logrará cuando se proceda a desconcentrar los centros urbanos y se integre a los pobres al sistema productivo, dirigido por una elite cívico–militar, aunque sólo sea en apariencia.

            En la lucha por alcanzar la integración de los pueblos, como soñaba Bolívar, se enfrenta a las grandes potencias, encarnadas según él en el poderío de EEUU. Cuando se refiere a éste tema suele utilizar conceptos de geopolítica, ubicando a Venezuela en un lugar de preponderancia. Pretende que su país sea el conector entre el Mercosur, la región andina y el caribe, para formar un bloque latinoamericano que le dé batalla al avance del imperialismo. Su culto por Bolívar lo traslada a todos los ámbitos con el anhelo de transformar a la patria. Se refiere al prócer fuera de un contexto histórico, con una retórica que expone un pensamiento universal, simplificando procesos, concibiéndolo como poseedor de una moral incorruptible y republicana. Hace de su sentimiento bolivariano casi una experiencia religiosa. Toma varias ideas del libertador como, la justicia social, la promoción de la educación pública, evitar la intromisión externa en el territorio, luchar contra la corrupción e integrar a todos los países de Latinoamérica.

Desde el intento de golpe de Estado de 1992, Chávez se convirtió en una figura pública nacional, pretendiendo representar un pensamiento intelectual cosmopolita, negando reconocerse como de derecha o de izquierda. Para él esos conceptos ya pasaron de moda, y se autoproclama como bolivariano. Según muchos opositores él no tiene un pensamiento propio, lo va armando a medida que toma cosas de todos lados, por ejemplo cuando entra en contacto con Norberto Ceresole o Douglas Bravo. Del primero toma la idea de que la única integración posible es la bolivariana, basada en la militarización de la política a través de un partido cívico–militar, creando un poder concentrado en la figura de un caudillo o líder obtenido por delegación del pueblo. También lo convence de que para internacionalizar el modelo venezolano será necesario concertar alianzas, tener un ejército continental, confrontar permanentemente con los opositores y crear una red solidaria con el proceso que se lleva a cabo, sin perder de vista el aspecto estratégico de la revolución. Mientras que del segundo adopta la ideología del árbol de las tres raíces (desarrollado en párrafos anteriores).

Chávez al hablar mantiene “resabios de los estilos políticos del caudillismo histórico latinoamericano, en sus aspectos de personalismo político, voluntarismo, formalismo jurídico y la valoración exacerbada de la imagen de arrojo y bravura”36. Quizás por esta razón siente simpatía por varios líderes y movimientos latinoamericanos. Le llaman la atención los gobiernos revolucionarios de Torrijos en Panamá, de Castro en Cuba y de Velasco Alvarado en Perú, pero también rescata la acción de los grupos guerrilleros de Colombia en su lucha contra el status quo.

Tiene una forma de llegar a la gente que conmueve, genera confianza y fidelidad, esto se debe a que él es uno más de ellos, sus orígenes son los mismos. Acude a las indiferencias, miedos, rechazos, injusticias, construyendo una voz que representa al pueblo donde él es el protagonista. Habla sencillo, cuenta anécdotas, se muestra espontáneo y logra transmitir que le importan los demás. Él asegura que “la clase media y la clase alta odian al populismo porque eso implica repartir. Pero los que venimos de la clase baja decimos ¡viva el populismo! Eso nos dignifica (...) cada dólar que le demos al pueblo es un dólar que no le daremos al FMI. Por lo tanto, viva el populismo. No hay otra forma de revolución en América Latina que esa”37.

Más allá de las influencias que ha recibido Chávez a lo largo de su vida, y de sus preceptos políticos para cambiar Venezuela, su proyecto lo basa en cinco puntos, buscando con él la estabilidad sistémica y el equilibrio dinámico de una nueva república. El primer punto se refiere al ámbito macro-político, mediante un proceso constituyente, intenta dar paso a una auténtica democracia participativa, respaldada con una nueva constitución, adecuada a los tiempos que corren. El segundo apunta a la desconcentración territorial, mientras que el tercero lo hace hacia el desarrollo humano. El cuarto, por su parte, persigue la transformación productiva para alcanzar el ansiado equilibrio económico. Y finalmente se encuentra el quinto punto que se encarga de las relaciones internacionales y geopolíticas, fomentando las relaciones de paz, respeto mutuo y comerciales con todos los países del mundo.

 

 

 

6) CONSIDERACIONES FINALES

            A lo largo de las páginas que preceden este apartado hemos intentado esbozar el proceso de conformación y consolidación del proyecto político de Hugo Chávez. Pudimos observar que, a través de acciones revolucionarias y proselitistas, el principal objetivo de Chávez fue siempre llegar al poder y que como un outsider de la política promueve arrasar con todo lo producido durante las cuatro décadas de democracia puntofijista. Anhela refundar la Nación, mediante un Estado interventor, para paliar el deterioro de las instituciones y la situación económica y social del país. Para transformar el desaliento de la gente propone diversificar la producción, modificar la Constitución Nacional (para alcanzar una democracia participativa), redistribuir la riqueza, pero paradójicamente no apunta a cambiar el modelo económico rentístico, dejando al país atado a un esquema productivo inestable como es el petrolero, cuyas crisis ponen en riesgo el sistema democrático.
           
Chávez viene a romper con el neoliberalismo de la década de 1990. Se interesa porque el Estado tenga una función social, una autonomía para tomar decisiones políticas y una soberanía para evitar intervenciones extranjeras en el territorio. Propone un paradigma alternativo al capitalismo y al comunismo, redefiniendo las relaciones Estado-Sociedad Civil. Pretende recuperar el papel rector del Poder Ejecutivo Nacional para el diseño, definición e implementación de las políticas públicas referidas al sector petrolero, e insta a la sociedad a que asuma un rol más participativo.  

            Muchos analistas tratan de encasillar a Chávez bajo una ideología, considerándolo populista, neopopulista, caudillo, o nacionalista, pero lo que queda claro es que él reúne varias de estas características a las que engloba bajo el rótulo de bolivariano. Suele mostrarse como un líder carismático que quiere dominar y manipular a las clases populares, adoctrinándolas y militarizándolas para su propia defensa. También puede ser visto como un caudillo militar que no delega poder, y que descree de la democracia pluralista, donde las fuerzas sociales y políticas pugnan por alcanzar un equilibrio. Pero lo que lo diferencia del resto de la dirigencia política actual venezolana es la relación directa y la devoción mutua que tiene con el pueblo. Con planteamientos morales y sin fundamentos racionales logra generar confianza y esperanza, pero simultáneamente divide a la sociedad, entre los que están a favor o en contra de él y su proyecto. La gran mayoría lo apoya y cree que él saneará la democracia, deteriorada por la corrupción y el pactismo bipartidista.

            Solo el tiempo dirá si la voluntad de la mayoría tenía razón y la gran transformación fue llevada a cabo, pero de lo que podemos estar seguros es que Hugo Chávez encarna el cambio, revolucionando la forma tradicional de hacer política. Lo peligroso es que con el afán de cambiarlo todo, su plan puede desvirtuarse y transformarse en un experimento violento y autoritario, como ha sucedido en otros países del mundo, especialmente de Latinoamérica.

 

7) FUENTES BIBLIOGRAFICAS:

7-1) Bibliografía específica

Libros

Lazo Cividanes, Jorge (2000): “ Aproximación a los fundamentos ideológicos del discurso político de Hugo Chavez Frías”. Tesis de Maestría. Universidad Simón Bolívar. Caracas

Marcano, Cristina y Barrera Tyszka, Alberto (2005): “Hugo Chávez sin uniforme. Una historia personal”. Buenos Aires. Debate

Rapoport, Mario y Laufer, Rubén: “Estados Unidos ante el Brasil y la Argentina. Los golpes militares de la década de 1960”, véase en proyecto UBACyT (1998-2000). Buenos Aires. Editorial Economía y Arte.

WWW 

 

http://www.venezuelatuya.com /historia/democracia.htm
http://www.cidob.org/bios/castellano/lideres/p-027.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Populismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Nacionalismo
http://www.analitica.com/vas/1999.09.02/articulos/12.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Pacto_de_Punto_Fijo
http://www.analitica.com/biblioteca/hchavez/4f.asp
http://www.lapatriagrande.com.ar /chavez.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_V_Rep%C3%BAblica
http://200.109.120.2/mm/

 

7-2) Bibliografía consultada

Libros

Leiras, Santiago (2001): “Venezuela: de Punto Fijo a la Revolución Bolivariana ¿Un nuevo modelo de liderazgo político?”. Revista Mundo Político. Nº2. Carrera de Ciencia Política. Universidad de Belgrano. Buenos Aires  
Rapoport, Mario (2000): “Historia económica, política y social de la Argentina” (1880-2000). Buenos Aires. Ediciones Macchi

WWW

www.fpolar.org.ve
http://www.analitica.com /vas/1999.09.2/articulos/03.htm
http://www.herramienta.com.ar/modules.php
http://www.avizora.com
/publicaciones/politica_y_economia_americanas/textos/0078_hundido_chavez_economia_venezuela.htm

http://ar.www.geocities.com/mjaimov2000/linkvenezuela.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Hugo_Chavez
http://es.wikipedia.org/wiki/Bolivarianismo
http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_Bolivariana
http://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_de_Febrero_de_1992_en_Venezuela
http://es.wikipedia.org/wiki/Caracazo
http://es.wikipedia.org/wiki/Neopopulismo
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/elmundo/4-3925-2002-04-12.html
http://www.prensamercosur.com.ar/apm/nota_completa.php?idnota=1276
http://www.cne.gov.ve
http://www.asambleanacional.gov.ve/ns2/partidos.asp?codp=1
http://www.micomandante.com/paja.html?u=&s=sp&e=
http://www.conbolivar.org/conbol/institucional/doc-consti.html
http://www.elpanaamerica.com.pa/archive/12192001/nation11.html
http://www.simon-bolivar.org/bolivar/pensamiento_bolivariano.html
http://www.simon-bolivar.org/bolivar/bolizbolder.html
http://www.vho.org/aaargh/espa/ceres/universal.html
http://www.mipunto.com/venezuelavirtual/000/000/007/005.html
http://www.analitica.com/vas/1999.09.2/articulos/02.htm
http://www.analitica.com/Bitblio/venezuela/27F.asp
http://venezuelatuya.com/historia/punto_fijo.htm
http:/168.96.200.17/ar/libros/osal/lander.doc
http:/www.analitica.com/biblioteca/hchavez/programa.asp

Documentos:

www.fmmeducacion.com.ar/Historia/Documentohist/1958puntofijo.htm
www.uc3m.es/uc3m/inst/MGP/consven.htm

 

Maria Gatti *Facultad de Ciencias Sociales (UBA)

1.- Véase en: http://es.wikipedia.org/wiki/Pacto_de_Punto_Fijo
2.- Véase en www.fpolar.org.ve
3.- Maite Domec Sanoia: “Venezuela: de “Punto Fijo” a Chávez, véase en http://www.analitica.com/vas/1999.09.02/articulos/12.htm
4.- Véase en http://www.venezuelatuya.com/historia/democracia.htm
actor político. Y así fue que Hugo Chávez irrumpió en la vida política de Venezuela, ya que durante estos últimos años (década de 1980) como integrante de las F.F.A.A., percibía el descontento de la gente en la calle y sobre todo por su pasado de carencias no podía permitir que esta situación acuciante continuara.
5.- Mario Rapoport y Rubén Laufer (1998-2000): “Estados Unidos ante el Brasil y la Argentina. Los golpes militares de la década de 1960”, Proyecto UBACyT. Buenos Aires. Edit.Economía y Arte. (p. 3)
6.- Ibídem, pp. 4 y 5
A comienzos de la década de 1970 el modelo de Estado de Bienestar comenzó a dar muestras de agotamiento y su deterioro se agravó con la crisis del petróleo. Entrando ya en los años `80, y por el impulso de los mandatarios Reagan (EEUU) y Thatcher (Gran Bretaña), se comenzaron a aplicar medidas desreguladoras, privatizaciones y la lenta retirada de la intervención del Estado, sobre todo del mercado. Las mismas fueron enmarcadas en lo que se denominó Modelo Neoliberal, vigente hasta la actualidad.             

7.- Jorge Lazo Cividanes (2000): “ Aproximación a los fundamentos ideológicos del discurso político de Hugo Chávez Frías”. Tesis de Maestría. Universidad Simón Bolívar. Caracas. (p. 72)
8.- Ibídem, p. 81
9.- Véase en http://es.wikipedia.org/wiki/Populismo
10.- Lazo Cividanes, Op. Cit., p. 96
11.- Véase en http://es.wikipedia.org/wiki/Nacionalismo
12.- Cristina Marcano y Alberto Barrera Tyszka (2005): “Hugo Chávez sin uniforme. Una historia personal”. Buenos Aires. Debate. (p. 36)
13.- Ibídem, p. 60
13.- Ibídem, p. 157
15.- Ibídem, p. 59
16.- Ibídem, p. 81
17.- Ibídem, p. 169
18.- Ibídem, p. 71
19.- Ibídem, p. 79
20.- Ibídem, p. 87 
21.- Lazo Cividanes,  Op. Cit., p.118
22.- Ibídem, p. 111
23.- Marcano y Barrera Tyszka,  Op. Cit., p. 105
24.- Véase en http://www.venezuelatuya.com/historia/democracia.htm 
25.- Véase en http://www.cidob.org/bios/castellano/lideres/p-027.htm
26.- Ibídem
27.- Ibídem
* N. de A.
28.- Véase en http://www.analitica.com/biblioteca/hchavez/4f.asp
En el Cuartel San Carlos de Caracas, y unos días más tarde trasladados a la cárcel de Yare, a dos horas de viaje de la capital. Ese día en Venezuela algo se rompió y aceleró el deterioro de las instituciones.  
29.- Marcano y Barrera Tyszka,  Op. Cit., p. 146
30.- Véase en http://www.lapatriagrande.com.ar/chavez.htm
31.- Véase en http//es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_V_Rep%C3%Bablica
32.- Marcano y Barrera Tyszka,  Op. Cit., p. 154
33.- Véase en http://www.venezuelatuya.com/historia/democracia.htm
34.- Lazo Cividanes, Op. Cit., p.212
35.- Ibídem, p. 154   
36.- Ibídem, p. 163   
37.- Ibídem, p. 377