Revista Nº3 Repensando la década del 90 II

 

Resumen

 El presente artículo analiza comparativamente las presidencias de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) en Venezuela y Fernando Collor de Mello (1989-1992) en  Brasil, contemplando sus orígenes, la llegada al poder  y  cómo verán interrumpidos sus gobiernos antes de terminar sus mandatos. También se observarán en el mismo, las medidas económicas de orientación neoliberal tomadas por ambos al asumir debido a la situación de crisis económica – social que se vivía en dichas sociedades, y cómo poco a poco fueron perdiendo apoyo tanto de parte de la sociedad, como de la clase política.

Abstract

This article analyses in a comparative way the terms of presidents Carlos Andrés Pérez (1989-1993) in Venezuela and  Fernando Collor de Mello (1989-1992) in Brazil looking at their origins, the way both leaders reached political power and how their terms finished before time. In both cases, the government developed policies related to neoliberalism in order to face serious economic and social crisis. As time went by, the two presidents lost social and political support.


 

Título: Análisis de las presidencias de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) y Fernando Collor de Mello (1989-1992): la llegada al poder, sus planes económicos y las consecuencias sociales.

1)- Introducción.

  Resulta interesante analizar comparativamente las presidencias de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) en Venezuela y Fernando Collor de Mello(1989-1992) en  Brasil, contemplando sus orígenes, la llegada al poder  y  cómo finalizarían  sus gobiernos antes de terminar sus mandatos. También sería necesario observar las medidas económicas de orientación neoliberal tomadas por ambos al asumir debido a la situación de crisis que se vivía, y cómo poco a poco fueron perdiendo apoyo tanto de parte de la sociedad, como de la clase política.

  El objetivo de este trabajo sería poder encontrar puntos de contacto entre las presidencias de Pérez y Collor de Mello, sin olvidar que provenían de extracciones políticas distintas. En el primer año de sus gobiernos, ambos presidentes tuvieron que afrontar  grandes crisis económicas, y esta muy claro que las medidas implementadas encontraron sus limitaciones rápidamente, pudiéndose observar esto, en la  pauperización de la  sociedad y en la falta de apoyo político cuando  se alejaron del gobierno.

  A finales de los años ’80, tanto Venezuela como Brasil se encontraban en una difícil situación económica. En 1989 tanto en Venezuela  como en Brasil tuvieron lugar  las elecciones presidenciales  respectivamente que dieron como ganadores a Carlos Andrés Pérez y a Fernando Collor de Mello  (en segunda vuelta). En ellos dos se depositaron muchas esperanzas, ya que la situación en ambos países era muy complicado, sobre todo en el plano económico. Sin embargo al poco tiempo de asumidos sus mandatos, las políticas económicas que  ellos implementarían se mostraron insuficientes e ineficaces y la sociedad se hizo sentir  al observar que su nivel de vida era cada vez más precario. A esto  hay que agregarle los hechos de corrupción en los que ambos presidentes se verían involucrados y que luego llevarían a que fueran destituidos mediante el juicio político.  Hay que contemplar también la procedencia de cada uno dme ellos, recordando que, Carlos Andrés Pérez  provenía de un partido tradicional, un partido burocrático de masas, la Acción Democrática, y Fernando Collor de Mello había alcanzado el poder a apoyándose en un partido “atrapa todo”, es decir, un partido profesional electoral. No hay que olvidar que ambos presidentes tendrían que dejar su cargo de presidente en medio de grandes escándalos de corrupción que los llevaron a tener que enfrentar un juicio político
¿El proceso de  juicio político que se les inició a Carlos Andrés Pérez  y  a  Fernando Collor de Mello fueron solo motivados por la corrupción, o también influyeron las medidas económicas,  los cambios en el liderazgo político y el descontento social?
*Facultad de Cs. Sociales (UBA).

2)Liderazgo político.

- Sistema de partidos y sistema político.

   Brasil y Venezuela muestran grandes diferencias respecto de  su sistema de partidos, tanto en el número de partidos, como en su estructura.
   Los partidos políticos en Brasil, durante gran parte del siglo xx, han estado muy ligados al Estado. Desde 1964 hasta 1985, en Brasil hubo un gobierno Militar. Durante ese período solo hubo 2 partidos creados por el Estado, el ARENA que era el partido oficialista que representaba a los militares, y el Movimiento Democrático Brasilero(MDB), que representaba a la oposición. En 1979 esta situación cambia debido a una cierta apertura del sistema político, de hecho el sistema de partidos se modifica, pasando de un sistema de dos partidos a un multipartidismo extremo. Algunos de esos nuevos  partidos que aparecen son, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño(PMDB) , el Partido de los Trabajadores(PT), el Partido del Frente Liberal(PFL) y el Partido de la Social Democracia Brasileña(PSDB), entre otros.
   Lo que caracteriza a todos estos partidos, con excepción del PT, es que son partidos poco ideologizados y con una gran indisciplina partidaria. Además  el sistema de partidos brasileño esta altamente fragmentado, como consecuencia del altísimo número de partidos. Mainwaring sostiene que hay tres características que distinguen la política brasileña. Por un lado, la gran fragmentación del sistema de  partidos , lo cual  implica que el partido del presidente cuente con pocos escaños en el congreso. Por otro lado destaca la gran indisciplina partidaria. Los partidos muestran claramente la falta de lealtad. Por último hay que destacar el federalismo fuerte existen en Brasil , es decir que los intendentes y gobernadores son actores poderosos que gozan de una autonomía significativa frente al gobierno federal y que cuentan con significativos recursos.1Estas características  contribuyen a que en Brasil los presidentes no encuentre apoyos firmes para llevar adelante sus planes de gobierno ya que no logran contar con una mayoría en el  Congreso.
   Por su parte Vicente Palermo para comprender el funcionamiento institucional de Brasil destaca tres cuestiones primordiales. Por un lado , el presidencialismo, ya que el Poder Ejecutivo cuenta con más poderes legislativos que el  Poder Legislativo. Una segunda cuestión es el federalismo, que con la sanción de la Constitución en 1988, se vigorizó. Finalmente Palermo analiza el sistema de partidos, donde sostiene que el sistema brasileño es uno de los más fragmentados del mundo, ya que cuenta con un número muy elevado de partidos relevantes.2
En este contexto de partidos poco ideologizados que responden a intereses regionales y que son poco disciplinado, el presidente debe  pensar constantemente en ganar apoyo uno a uno  de los legisladores , negociando y utilizando incentivos selectivos constantemente.
Venezuela tiene una estructuración de los partidos distinta a la de Brasil. En el año 1958 se firmó el Pacto de Punto Fijo. Este acuerdo intentaba poner fin al caudillismo y a los recurrentes golpes de estado. El pacto fue firmado por tres partidos, . la Acción Democrática(AD), un partido de centro izquierda, por el COPEI, un partido demócrata cristiano de centro derecha, y la Unión Republicana Democrática. Con este acuerdo lo que se estableció en Venezuela fue una democracia formal, ya que era una democracia elitista, donde solo gobernarían políticos profesionales salidos de los dos más grandes partidos del puntofijismo, la AD y el COPEI.
   El Pacto de Punto Fijo establecía lo siguiente:

  1. La defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral. Las elecciones determinarán la responsabilidad en el ejercicio de los Poderes Públicos .  Todas las organizaciones políticas están obligadas a actuar en defensa de las autoridades constitucionales en caso de intentarse o producirse un golpe de Estado. Se declara el cumplimiento del deber patriótico, la resistencia permanente contra cualquier situación de fuerza que pudiese surgir de un hecho subversivo.
  2.  Un gobierno de Unidad Nacional. Si bien el ejercicio de poder por un partido es consecuencia de una legítima mayoría electoral, la suerte de la democracia venezolana y la estabilidad  del Estado de derecho imponen convertir la unidad popular defensiva en gobierno unitario. Se deja claramente establecido que ninguna de las organizaciones firmantes aspira ni acepta la hegemonía en el Gabinete Ejecutivo, en el cual deben estar representadas las corrientes políticas nacionales y los sectores independientes del país.
  3.  Un programa mínimo común. Para facilitar la cooperación entre las organizaciones políticas durante el proceso electoral y su colaboración en el Gobierno Constitucional, los partidos signatarios acuerdan  concurrir a dicho proceso sosteniendo un programa mínimo común, cuya ejecución sea el punto de partida de una administración nacional patriótica y del afianzamiento de la democracia como sistema.3

Así, desde 1958 hasta la llegada al poder por segunda vez, en 1989, de Carlos Andrés Pérez, el sistema de partidos funcionó como un bipartidismo, dominado por la AD y el COPEI. Venezuela logró con el paso de los años consolidarse democráticamente. Desde 1858 hasta 1993, año en el que Carlos Andrés Pérez fue destituido por juicio político, todos los presidentes culminaron sus mandatos. Desde la década del 60’, Venezuela se caracterizó por un fuerte control de los partidos mayoritarios sobre el resto de la sociedad  sumado a un régimen presidencialista centralizado y consolidado que garantizó el desenvolvimiento de la democracia.  Carlos . A. Romero explica que desde 1958, y hasta principios de la década del 80’ aproximadamente, el sistema político venezolano  se mantuvo estable y contó con la garantía de recursos petroleros significativos. A partir de ese momento comenzó un período de crisis, producto, desde el punto de vista político, de una creciente ineficiencia en el manejo de los asuntos públicos, una creciente insatisfacción del ciudadano sobre las gestiones gubernamentales, una crítica permanente al dominio de los dos grandes partidos(AD y COPEI) de la vida política , y la novedosa búsqueda de nuevas orientaciones políticas dentro y fuera de los partidos. Desde el  punto de vista económico, la crisis fiscal del Estado, loa ineficiencia de las empresas públicas, la aparición de una tasa de inflación progresiva y de una constante devaluación de la moneda, el crecimiento de la deuda externa y la volatilidad e incertidumbre del mercado petrolero, mostraban que algo andaba mal.4 
 

- Extracción partidaria y tipo de partido del cual provienen ambos presidentes.

   Los partidos de Carlos Andrés Pérez y Fernando Collor de Mello son muy distintos entre si, por sobre todas las cosas en su estructura.
   Collor de Mello provenía de una familia poderosa del estado nordestino de Alagoas, dedicada al negocio de las comunicaciones. Collor de Mello había  sido diputado, prefecto de Maceió, capital de Alagoas, y gobernador del Estado de Alagoas. Cuando Collor de Mello se presentó como candidato a presidente logró atraer el apoyo tanto de las clases altas como de las clases bajas. El voto de Collor de Mello se construye con un 80% del voto de la derecha, un 60 % del voto del centro y un 30% del voto de la izquierda. Esta distribución del voto puede comprenderse por el discurso electoral de Collor de Mello. En su campaña se mostró como un anti-político, oponiéndose al establishment, y denunciando a la burócratas profesionales o “marajás”, que cobraban altísimos sueldos y pensiones. Por otro lado, Collor de Mello logró obtener el apoyo de la derecha, ya que era considerado como el único capaz de derrotar al candidato de la izquierda, Luiz Inácio Lula Da Silva.
   Collor de Mello llegó al gobierno a través del Partido de Reconstrucción Nacional(PRN), un pequeño partido de derecha. Luego de una primera vuelta muy peleada, Collor se impuso en segunda vuelta ante el candidato del PT, Luiz Inácio Lula da Silva, de izquierda, por un 42,75% contra un 37,86%. El PRN, al igual que la mayoría en Brasil, es un partido “catch all” o “atrapatodo”, es decir un partido profesional electoral, cuyo único objetivo  era consagrar a Collor de Mello como presidente.
Durante la campaña el discurso giró en torno  a varios temas importantes. Como consecuencia de la hiperinflación  que azotaba a Brasil en esos tiempos, Collor de Mello prometió implementar medidas para combatirla, ya que esta situación había generado un gran descontento en la sociedad. Esta promesa fue una de las razones por las cuales la población apoyó a Collorde Mello esperanzados en que iba a revertir la situación. Un segundo pilar sobre el que sustentó su campaña fue la lucha contar la corrupción y la denuncia contra los “marajás”, término que se utiliza para referirse a los altos funcionarios públicos que cuentan con salarios elevados. Como sostiene Osvaldo Iazzetta, “... Collor de Mello adquirió gran popularidad  debido en parte a los ataques “moralistas” dirigidos a burócratas y políticos. Su oposición moral a los partidos y a los políticos, en una sociedad caracterizada por un fuerte descrédito de este ámbito, resultó atrayente para el electorado brasileño que sintió interpretado su descontento y malestar”.5 Otro de los pilares de la campaña de Collor de Mello fue la promesa de modernizar definitivamente a Brasil. Así Collor de Mello se presentaba como un líder que combinaba muy bien lo viejo y lo nuevo. Lo viejo representado por la relación directa líder-masa prescindiendo de los partidos  y utilizando un discurso mesiánico, mientras que a su vez se apoyaba en el marketing y el show bussines.6
   Collor se presentaba entonces como un político  nuevo, un político por fuera de la clase política, que fusionaba lo tradicional con lo moderno, y que llevaría  adelante un cambio modernizador en Brasil.
   Por su parte Carlos Andrés Pérez  provenía de un partido tradicional, un partido burocrático de masas, la Acción Democrática(AD)., que era  un partido socialdemócrata de centro izquierda. La AD era uno de los partidos firmantes del Pacto de Punto Fijo, y durante el período 1958-1989 había gobernado en varias ocasiones. Como un partido fuerte, la AD funcionaba como una gran organización disciplinada, en la cual el presidente se apoyaba en el partido, y el partido respaldaba al presidente.
   Carlos Andrés Pérez alcanzó la presidencia por primera vez en el año 1974. Durante su primera presidencia, Venezuela era un país con un crecimiento excepcional de los recursos petroleros, los cuales permitieron el desarrollo de la llamada “ Gran Venezuela”, un plan económico tendiente a promover el sector descentralizado de la economía estatal , las empresas públicas y el pleno empleo. En este período, Pérez llevó adelante la nacionalización de la industria del hierro en 1975, y al año siguiente la nacionalización del petróleo.
Pérez se presenta como candidato a presidente nuevamente  en las elecciones  que tuvieron lugar el 4 de diciembre de 1988.Allí se impone en los comicios obteniendo 3.879.024 de los votos, es decir el 52% de los votos afirmativos validamente emitidos.  En estas elecciones, la AD obtuvo el 48% de la Cámara  de Diputados, y el 45% del Senado. Este triunfo se sustenta por sobre todas las cosas en el antecedente de su primer período presidencial(1974-1979).  Pérez llegó a la presidencia con un discurso que ilusionaba a la sociedad venezolana. Además, sin duda que contaba con las políticas nacionalistas y los buenos resultados de su primera presidencia como carta de presentación. El apoyo que obtuvo Pérez en este segundo mandato, provenía principalmente de las clases bajas que se encontraban en una pésima situación, ya que la AD, había sido históricamente  populista y estatizante, con un fuerte apoyo obrero.
   Durante el gobierno de Jaime Lusinchi entre 1984-1989, también de la AD, había tenido lugar una reforma del Estado tendiente a racionalizar la administración pública , las empresas del Estado y la descentralización política. Pero en el plano económico la situación no era óptima, ya que se había presentado un gran descenso de los ingresos petroleros.  Es en este contexto, muy distinto al próspero ambiente de su primera presidencia, en el que Carlos Andrés Pérez  asume su segunda presidencia.
   Para este segundo mandato , el contexto nacional, y el internacional ya no eran los de los años ‘70. La situación económica  era muy mala, el precio del petróleo estaba bajando y la deuda externa estaba creciendo. La sociedad se encontraba en pésimas condiciones y observaban como su nivel de vida se pauperizaba cada vez más, y veían en Pérez una esperanza, una salida.

 

- Relación entre el presidente y los partidos.

   En Brasil la relación entre el presidente y los partidos en general siempre ha sido complicada, como consecuencia de las características de la política brasileña, esto es , la gran fragmentación partidaria, la indisciplina partidaria, y el federalismo fuerte. Es por esta razón que en Brasil el presidente esta en la búsqueda constante de apoyos legislativos para poder llevar adelante la agenda pública, ya que su partido, al no tener una mayoría en el Congreso, y aún teniendo una mayoría , puede no respaldarlo en un proyecto. La fragmentación partidaria  trae como consecuencia la existencia de muchos partidos, lo que, por lo general, implica que el partido del presidente no cuente con una mayoría en el Congreso. Sumado a esto, hay que destacar la gran falta de disciplina partidaria, la cual no le garantiza al presidente la total tranquilidad al momento de levar adelante su agenda, ya que muchos  casos no cuenta con la mayoría necesaria. Como sostiene Mainwaring, la limitada disciplina partidaria hace menos predecibles las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo.7
Cuando Fernando Collor de Mello asumió la presidencia, su partido, el Partido de Reconstrucción Nacional(PRN), solo contaba con una minoría, tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores. Pero este no fue lo que determinó la conflictiva relación de Collor de Mello con los partidos en el Congreso, sino que fue su discurso antipolítico y su intención  de mantener una relación directa líder-masa a través de los medios masivos de comunicación.
Collor de Mello comenzó su mandato creyendo que la legitimidad obtenida al ganar con 35 millones de votos le permitiría gobernar sin Congreso ni partidos. En la Constitución de 1988, se incorporó el artículo 62 el cual permite que el presidente gobierne por decretos legislativos presidenciales, que en Brasil se conocen cono medidas provisorias. Estas medidas provisorias solo pueden utilizarse en casos de necesidad y urgencia. Collor de Mello  emitió en sus primeros 60 días de gestión 37 medidas provisorias.  Como sostiene Mainwaring, “En la práctica, no obstante, los presidentes han utilizado medidas provisorias para impulsar toda clase de leyes, preocupándose poco por el hecho de si verdaderamente se trataba de emergencias”.8 Es por esta razón, que  cuando Collor de Mello asumió la presidencia,  recurrió inmediatamente a las medidas provisorias  para llevar adelante su plan de gobierno, y de esta manera logró llevar adelante las reformas económicas, sin el apoyo del Congreso.
   En un primer momento, y hasta mediados del año 1991, el proyecto modernizador de Collor de Mello fue tolerado tanto por los partidos, como por la sociedad, ya que estaban expectante por ver los resultados de las profundas reformas económicas. Entre las medidas que se implementaron, se destacan “...los procesos de privatización , liberalización  de importaciones y de desregulación de la economía”.9 Cuando estas medidas implementadas se mostraron incapaces de dar respuestas a  las necesidades y a los cambios que la sociedad en general esperaba, Collor de Mello comprendió que no podía seguir gobernando solo.  La situación para mediados del año 1991 era muy difícil. Brasil se veía azotada por una hiperinflación  que parecía incontrolable, es más para el año 1992, la inflación estaba cercana a un 1200%. Pero pese al intento de acercamiento por parte de Collor de Mello hacia los partidos en el Congreso, estos no mostraron ninguna intención de apoyar al presidente, lo cual quedó evidenciado en el momento del proceso de juicio político que se le inició a Collor en el año 1992, cuando los partidos no le brindaron ningún apoyo para revertir la situación. Mainwaring sostiene que la indisciplina partidaria  y la falta de lealtades partidarias generan en Brasil efectos dispares. “Cuando los presidentes son populares, generalmente dominan a sus partidos y los partidos y políticos se identifican con el gobierno para disfrutar de la influencia  del prestigio gubernamental y para maximizar su propio acceso al patronazgo. Cuando  un presidente  es impopular, el mantenimiento de una coalición se vuelve problemático. Distanciarse del gobierno es una forma de eludir las repercusiones negativas de la identificación con un presidente incapaz e impopular.”.10
   En Venezuela , desde el Pacto de Punto Fijo, los gobiernos han sido unipartidistas o monocolores, es decir que el partido que gana gobierna prácticamente solo. Como se había establecido con el puntofijismo, los gobiernos, ya sean de la AD o del COPEI, debían respetarse mutuamente con  el fin de lograr estabilizar el sistema democrático. Hasta principios de la década del ’90, existían pocos partidos latinoamericanos tan fuertes y cohesivos como la AD, pero Carlos Andrés Pérez gobernaría alejado de su partido. Para implementar su ambicioso programa de reforma económica, conocido como El Gran Viraje, Pérez convocó a figuras con un perfil más académico que político.
   En los primeros días de haber asumido la presidencia, Carlos Andrés Pérez, da a conocer las medidas de corte neoliberal que pensaba implementar en Venezuela para mejorar la mala situación económica en la que se encontraba. Estas medidas no fueron consultadas con la AD, sino que fueron tomadas por Pérez y su gabinete. Javier Corrales afirma que a los líderes de la AD se los notificó tardíamente acerca de la carta de intención con el Fondo Monetario Internacional que comprometía a  Venezuela a llevar adelante las reformas. Además solo se le otorgaron la AD 3 cargos en el Gabinete, que ni siquiera eran de los más destacados.11  Lo que ueda demostrado con todo esto, es que Pérez no tenía intención alguna de debatir con su partido  las medidas que se iban a implementar en Venezuela. Es por esta razón, que Pérez  perdió el apoyo de su partido prácticamente al instante de haber asumido.
Siguiendo a Corrales, el plan de estabilización y ajuste estructural(EAE) que se llevó adelante en Venezuela durante la presidencia de Pérez, fue ampliamente rechazado, tanto por la AD, que vio como se proponían políticas totalmente contrarias a su tradición y sin consultarlo con el partido, como por la sociedad, sobre todo por las clases más bajas que vio como su nivel de empeoraba cada vez más.  Según Corrales, el desplante de Pérez frente a la AD llevó a que las reformas en el Congreso no solo se retrasaran, sino que en muchos casos ni siquiera se aprobaran. “Fue mucho más fácil para la oposición en el Congreso aprobar leyes populistas (la ley Caldera de 1990) que para el gobierno lograr la aprobación de sus propuestas. Más importante aún, el hecho de que el partido de gobierno criticara todos los aspectos de las reformas aumentaba la percepción de la sociedad de que las medidas eran en efecto perjudiciales, mal concebidas y engañosas”.12
Esta claro entonces, que tanto Collor de Mello como Pérez  intentaron prescindir de su partido, en el caso de Pérez, y de los partidos en el Congreso , en el caso de Collor de Mello, y que en definitiva los resultados no fueron los esperados. Las medidas económicas no encontraron apoyo político en ningún momento, y cuando los partidos tuvieron la posibilidad de deshacerse de ellos, lo hicieron mediante un proceso de juicio político.

3) Política económica.

 - La situación económica previa a la asunción de Collor de Mello en Brasil y de Pérez en Venezuela.

   Para mediados de la década do los ’80, Brasil había recuperado la democracia, luego de 21 años de un gobierno militar. En el año 1985 asume la presidencia de Brasil José Sarney del Partido del Movimiento Demócrata Brasileño(PMDB), quien era candidato a vicepresidente, y llegó a la presidencia por accidente, ya que Tancredo Neves, quien había sido electo presidente, murió antes de asumir.
   En la década del ’80 en Brasil se puede observar una gran incongruencia entre el ajuste casi total del sector externo y la reaparición del desequilibrio fiscal. El sector público hacia mediados el año 1985, ya no estaba en condiciones de financiar  estos crecientes desequilibrios con fuentes externas. Dada la falta  de crédito externo, el déficit fiscal ejercía una enorme presión en los mercados monetarios y financieros locales, preparando el camino para el episodio hiperinflacionario que tuvo lugar a fines de 1989 y principios de 1990. Es en este contexto económico tan complicado en el que asume José Sarney.
   En el plano económico, el gobierno Sarney adoptó una política considerada muy heterodoxa. Entre las medidas de mayor destaque está el Plan Cruzado implementado en el año 1986 que consistía en, la  fijación general de los precios por 12 meses, y la adopción del reajuste automático de salarios siempre que la inflación alcanzara o sobrepasara el 20%. El Plan Cruzado fue apoyado tanto por el Congreso como por los    gobernadores.
  El Plan Cruzado tuvo un efecto inmediato en la contención de la inflación y en el aumento del poder adquisitivo de la población, alzando el país a un clima de euforia. Miles de consumidores pasaron a fiscalizar y a denunciar los aumentos de precios en el comercio, dándose a conocer como "los fiscales de Sarney". Sin embargo, cuatro meses después, surgieron problemas: ocurrió una grave crisis de abastecimiento, las mercancías desaparecieron de las estanterías de los supermercados, los proveedores pasaron a vender por encima del precio fijado, y la inflación volvió a subir. El gobierno mantuvo la fijación de los precios hasta las elecciones, intentando extraer dividendos políticos del plan. Pero ya para ese entonces Sarney vio limitada su libertad para adoptar políticas.

La estrategia electoral de Sarney para las elecciones de gobernador que se aproximaban  funcionó: el PMDB (Partido del Movimiento Demócrata Brasileño, partido del presidente), ganó las elecciones para gobernador en todos los Estados del país. La economía, sin embargo, se quedó desorganizada, y la inflación se disparó. Entonces  fue lanzado el Plan Cruzado II, sin que la situación mejorara.   Luego se sucedieron  otros planes económicos, el Plan Bresser y el Plan Verano, sin lograr éxito  alguno en el combate a la inflación. La  capacidad de Sarney para implementar políticas  con libertad comenzó a desvanecerse en 1987 a causa del contexto político económico más amplio y de los cambios institucionales que se habían producido. A medida que su popularidad decayó, Sarney  fue perdiendo una fuente de influencia sobre el Congreso y los gobernadores. Su popularidad declinante, la inflación creciente y la desaceleración económica dispusieron  a los legisladores y gobernadores a distanciarse del presidente...”.13  Hacia el final del gobierno Sarney, Brasil  se encontraba en una crisis hiperinflacionaria, entre los meses de febrero de 1989 y marzo de1990, la inflación llegó  al 2.751%.   

   En Venezuela, la situación no era mucho mejor en el momento de la asunción de Carlos Andrés Pérez en 1989. Durante el período 1984-1989 gobernó en Venezuela Jaime Lusinchi, también de la AD. Durante su mandato, Lusinchi emprendió un proceso de reforma del Estado tendiente a racionalizar la administración pública, las empresas del Estado y la descentralización política  con un proyecto de elección de los gobernadores y alcaldes.
   El 24 de febrero de 1984, el presidente Lusinchi precisó su política económica. En materia monetaria varió el esquema impuesto por el gobierno precedente, estableciendo cuatro tipos diferenciales de cambio. Anunció también una drástica baja de las tasas de interés; fijó una política laboral compensatoria del bajo nivel de vida y ordenó a los ministros reducir los gastos de funcionamiento de sus despachos.
Luego de  un nuevo descenso de los ingresos petroleros y de un manejo controversial de los pagos de la deuda externa, el Presidente Lusinchi dejó al final de su mandato a las reservas internacionales del país agotadas con un  total que no llegaba a los 500 millones de dólares.
   Hacia finales de la década de los ’70, el sistema comenzaba a  presentar signos de agotamiento. Ya se observaba en crecimiento de la deuda externa, contradicciones en los ingresos del Estado, dado  el exagerado aumento  de los precios del barril de petróleo en los años 1973 a 1977 y de 1981 a 1982, y el descenso de los mismos entre 1978 y 1980 y de 1983 a 1988, y la crisis industrial, dado el agotamiento del modelo de crecimiento hacia adentro y el creciente gasto público.
Por otra parte, desde el punto de vista político, cuando asumió Pérez, el modelo de populismo moderado y de mediana participación partidista comenzó a ser evaluado de forma negativa por la población que no entendía como tanta prosperidad era acompañada de un despilfarro y una corrupción desmedida, un deterioro de la calidad de vida, del salario y de las oportunidades educativas. Sumado a esto parecía bromas los planes de los gobiernos que llamaban a iniciar un plan de austeridad, y lo que se observaba era un crecimiento irracional del gasto público  y de una capacidad de consumo cada vez más excluyente.

 

- Antecedentes de las políticas implementadas por Carlos Andrés Pérez y Fernando Collor de Mello: Consenso de Washington.
 
   En 1989, el economista John Williamson presentó un documento que delineaba las prescripciones para el desarrollo económico en los mercados emergentes, que se dio a conocer como el “Consenso de Washington”.  Por “Washington”, Williamson entendía el complejo político-intelectual que tiene sede en Washington, es decir, los organismos financieros internacionales (FMI, BM), el Congreso de los EEUU, y la Reserva Federal entre otros.
Comúnmente se entiende por “Consenso de Washington” un listado de políticas económicas consideradas durante los años ’90 por los organismos financieros internacionales y centros económicos con sede en Washington  como el mejor programa económico que los países debían aplicar para impulsar el crecimiento. Originalmente, ese paquete de medidas económicas estaba pensado solo para los países de América Latina, pero con los años se convirtió  en un programa general. Las recomendaciones que se sugerían en este documento son las siguientes:
- Disciplina fiscal
- Reorientación  de las prioridades del gasto público hacia áreas que ofrezcan tanto altas retribuciones económicas como potencial para mejorar la distribución del ingreso, tal como atención primaria a la salud , educación primaria e infraestructura.
- Reforma tributaria
- Liberalización de las tasas de interés
- Tipo de cambio competitivo
- Liberalización comercial
- Liberalización de la inversión extranjera directa
- Privatización

- Desregulación (para eliminar barreras de entrada y salida)
- Garantía de los derechos de propiedad.14
   Estas fueron las recetas neoliberales que se recomendaron a los países de
América Latina  en los años ’90 para darle un impulso a las economías de la región. La década de los ’80 constituyó un período difícil para las economías latinoamericanas. Años de importante crecimiento económico habían dado paso a una asombrosa crisis de la deuda, dejando a la región en una situación de urgente necesidad de reformas  económicas y asistencia internacional.
    Las medidas propuestas por el Consenso de Washington se pueden resumir en tres grandes ideas: disciplina macroeconómica, una economía de mercado y la apertura al mundo, en lo referente al comercio y a la inversión extranjera  directa. Estos tres grandes conceptos intentaron abordar los desafíos específicos  de América Latina, donde los efectos de la gran deuda externa, la inflación creciente, la corrupción en las industrias estatales y el proteccionismo en sentido estricto había devastado a las economías. Como sostiene Chestnut y Joseph, “Se recetaban políticas macroeconómicas de “ajuste de cinturón” tales como la reducción del gasto público y mayores tasas de interés a modo de controlar el déficit presupuestario ascendente  y la correspondiente inflación .  La transferencia de la mayor parte de las empresas del sector público al sector privado y la adopción de los principios del mercado se encontraban orientadas  a reducir el abrumador control estatal sobre la industria y el potencial de corrupción a nivel gubernamental. Se entendía que la apertura de América Latina  a través de la  desregulación del sector público y de la liberalización comercial y de capitales contribuiría a atraer inversión extranjera y aumentar la sana competencia”.15
    Estas medidas fueron indicadas por el Fondo Monetario Internacional, como las más apropiadas para implementar en América Latina, y en casi todos los países se aplicaron estas políticas neoliberales en la década del ’90.

 

- Aplicación de políticas neoliberales en Brasil y Venezuela.

   Cuando Fernando Collor de Mello asumió la presidencia de Brasil en el año 1989 la situación económica del país era crítica. La inflación había entrado en un espiral descontrolado, alcanzando el 395% en 1987, el 993% en 1988 y el 1.862% en 1989. La sociedad  estaba muy desesperanzada, pero la propuesta de Collor de Mello resultó atractiva para vastos sectores, tanto de clase baja como de clase alta. Las promesas de Collor  de Mello durante la campaña electoral presentaban una salida. Collor de Mello se presentaba como un candidato nuevo, con la idea de modernizar a Brasil definitivamente, luchar contra la corrupción y terminar con la burocracia estatal que cobraba enormes suma de dinero por nada. Más allá de provenir de la derecha, Collor de Mello había logrado que las clases bajas lo apoyaran gracias a su estilo populista y a la relación directa que el entablaba entre el líder y la masa. Collor de Mello se lo consideraba un populista  comprometido con la reforma del Estado  y la estabilización económica.
   Le reforma estructural planteada por Collor de Mello inserta en el Programa de Reconstrucción Nacional puede resumirse en las siguientes medidas: privatizaciones de las empresas del Estado, con USIMINA, la mayor siderúrgica de Latinoamérica a la cabeza, la liberalización de los controles de cambios, la mejora del sistema tributario  con el endurecimiento de penas para los evasores fiscales y la reducción del peso del Estado con la supresión de órganos gubernamentales y ministerios enteros, la extinción de subvenciones, la liquidación de bienes inmuebles y despidos masivos en la   función pública federal.
    Ya en sus primeros días de mandato Collor de Mello llevó adelante una serie de medidas con el objetivo de estabilizar y liberalizar la economía para combatir la hiperinflación. La medida más controversial fue el congelamiento temporario de las cuentas bancarias. Con esta medida, no se permitía a la gente retirar más de 50.000 cruzeiros de sus ahorros. Además el plan consistía en el congelamiento temporario de los precios y salarios y el incremento de las tarifas de los servicios públicos. En simultáneo se restableció el cruzeiro como divisa nacional en sustitución del nuevo cruzado creado por Sarney . También se anunciaron una reforma fiscal que reduciría el déficit en 11 mil millones de dólares  por año, un amplio programa de privatizaciones, el fin de numerosos subsidios, despidos masivos en los sectores públicos, y la reforma de la administración pública.
Los dos pilares centrales del proyecto modernizador de Collor de Mello fueron, por un lado, el Programa Nacional de Descentralización (PND), que estaba dirigido a transferir  empresas estatales al sector privado, y por otro lado la reforma administrativa. A través de una medida provisoria, se estableció la extinción de 24 autarquías, fundaciones y sociedades de economía mixta, lo que implicó el despido de 14.5000 empleados públicos.16 Esta reforma administrativa dejó descontento tanto a los sectores liberales interesados en la disminución del aparato estatal como  a los sectores opositores que denunciaban una visión estrecha de la reforma del Estado, que se  limitaba  a la supresión  de órganos estatales, al despido de funcionarios y a la reducción de servicios esenciales.
   Collor de Mello utilizó durante sus primeros meses extensivamente los poderes de decreto para gobernar en lugar  de contemplar la posibilidad de negociar con el Congreso. De hecho su plan económico fue implementado mediante decretos presidenciales.    Después de que su popularidad declinara en los primeros meses de mandato, Collor encontró dificultades para implementar medidas de estabilización  y de reforma del Estado sin un respaldo parlamentario confiable.
   A mediados de 1990, la inflación se reavivó  luego de una disminución inicial, y se instaló una profunda recesión. Entre 1989 y 1992 la tasa de crecimiento promedio fue negativa. La caída del PBI en 1990 fue la  mayor de la posguerra. La inflación declinó sólo por breves períodos de algunos meses luego del lanzamiento del denominado Plan Collor l de estabilización, en marzo de 1990 y el plan Collor ll en  enero de 1991, pero volvió  a superar el 20% mensual ante el fracaso de estos dos intentos antiinflacionarios.17 
   Entre las criticas que se le realizan al modelo modernizador de Collor de Mello, se resalta el carácter excluyente del mismo, el cual, según sostiene Itamar Franco, empobreció al país en un 10% en apenas 30 meses.  Para el año 1992, el PBI había caído el 1,5% y la inflación anual estaba cercana al 1200%.  Durante la gestión de Collor de Mello el país completé tres años consecutivos de estancamiento económico. Esta prolongada recesión implicó una contracción de la demanda interna  y una significativa elevación de la tasa de desempleo. Se  estima que  los primeros meses de gobierno de Collor de Mello habrían quedado sin empleo 7.500.000 personas.  Esta combinación entre inflación, estancamiento y desempleo explica el descrédito que hoy padece el proyecto modernizador proclamado por Collor de Mello.18
   En primer lugar el plan de estabilización de Collor fracasó en su propósito, la lucha contra la hiperinflación, tanto con el  plan Color l como con el plan Collor ll. Los precios crecieron , el consumo cayó , la deuda externa había aumentado  y  el número de trabajadores desempleados había aumentado considerablemente.
   Venezuela sufría una gran crisis hacia el año 1989.  La situación económica había  ido empeorando paulatinamente al ir bajando los precios del petróleo. La moneda se había devaluado fuertemente, la inflación era muy alta y la deuda externa era una pesada carga para el país.  “Los principales indicadores  macroeconómicos con los cuales terminaba la gestión de Lusinchi fueron tan alarmantes que hacían inevitable la necesidad de introducir cambios sustanciales en la orientación económica del gobierno. La inflación llegó a alcanzar cifras históricas del 28,08% y del 29,46% en 1987 y 1988, respectivamente, las reservas internacionales cayeron a 6.555 millones de dólares al cierre del año 19888, y el déficit  fiscal global en el momento del cambio del gobierno representaba el 15,1% del PBI. La nueva orientación por la cual opta el gobierno puede catalogarse como un programa de ajuste de naturaleza ortodoxa. Es el resultado de un compromiso formal con el Fondo Monetario Internacional y cumple con todos los requisitos. 18
Despojado de todo su anterior populismo, Carlos Andrés Pérez anunció un plan de austeridad de corte neoliberal consistente en alzas generalizadas de los precios, liberalización y privatización de la economía, congelación de salarios  y reducción del gasto público. Los puntos más importantes de este plan eran:
- Pedir financiamiento al Fondo Monetario Internacional (FMI) acatando un programa de ajuste.
- Liberar las tasas de interés activas y pasivas
- Unificar la tasa cambiaría, eliminando la tasa preferencial y por lo tanto la criticada Oficina de Régimen de Cambios Diferenciales (RECADI).
- Liberar los precios de todos los productos excepto los de la canasta básica.
- Incrementar las tarifas de servicios públicos.
- Aumentar el precio de la gasolina y otros derivados del petróleo en el mercado nacional durante 3 años, con un primer aumento del 100% en el precio de la gasolina y un 30% en el transporte.
- Aumentar los sueldos de la administración pública entre el 5% y el 30%, el salario mínimo a 4000 bolívares en la ciudad y a 25000 bolívares en el campo.
- Congelar los cargos de la administración pública
- Racionalizar y eliminar los aranceles de importación
- Reducir el déficit fiscal a menos del 4%.20
Adicionalmente y para compensar los efectos negativos sobre los sectores populares fueron anunciadas las siguientes medidas sociales: A)una política de subsidios directos a los componentes  de la canasta básica; B) un programa de becas alimentarias; C)la construcción de 42.000 hogares de cuidado diario; D) el rebosamiento de programas de control lactante y de preescolar, combate  de las enfermedades prevenibles con vacunas; E) plan de consolidación  de barrios; F) política de apoyo a microempresas; G) un programa masivo de transferencias dirigido  a los niños hasta los 14 años, a las madres embarazadas y a las lactantes; H) una amplia campaña destinada a consolidar a los ambulatorios de salud; I) un programa destinado a la organización y estructuración de un sistema  de seguridad social; y J) la creación de la Comisión Presidencial para la Lucha contra la Pobreza.21 
Estas medidas  planteadas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, conocidas como el Gran Viraje, tenían como objetivo, “...disminuir la intervención estatal  y el peso del Estado en la economía, aminorar la dependencia de la economía venezolana del petróleo, lograr un crecimiento económico sostenido sin inflación, privilegiar la industrialización para la exportación, aumentar la productividad del trabajo, aumentar el gasto social y erradicar la pobreza extrema, mejorar la distribución de la riqueza, democratizar la propiedad y la  gerencia, y transferir propiedades a formas asociativas laborales y profundizar el sistema democrático.”22
Todas estas medidas económicas planteadas por Pérez encontraron rápidamente el rechazo por completo  por parte de la población venezolana.  El plan de estabilización  no logró sus objetivos, y por sobre todas las cosas no mejoró el nivel económico de gran parte de la sociedad que al inicio de su mandato lo apoyaba completamente pensando que Pérez  finalmente los sacaría de esa difícil situación.

 

  1. Sociedad.

 

-  La reacción de la sociedad  brasileña y venezolana ante las medidas económicas y los nuevos líderes políticos: consecuencias de esas políticas y el descontento social.

   Collor de Mello fue un político aceptado desde un primer momento por las clases bajas de la sociedad porque en su discurso  de campaña,  promovía una lucha contra la corrupción y  presentaba a los altos funcionarios públicos, o “marajás” como los enemigo “...en una suerte de “nuevo explotador” que engrosaba sus salarios mediante tretas legislativas. Bajo esta conceptualización, la explotación era ejecutada desde el propio gobierno - ya no más por el empresariado privado- bajo la forma de súper-salarios sostenidos por el conjunto de la sociedad.”23 Por otro lado, Collor de Mello había logrado atraer a la clase media y alta, porque se presentaba como el único candidato capaz de derrotar al candidato de izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva, del PT.
   Esta lucha constante planteada contra los “marajás”, lo ubicaba  a Collor de Mello por fuera de la política. Con este discurso, Collor de Mello se ubicó del lado de los perjudicados por estos privilegios, los “descamisados”.  Sin duda que su liderazgo, la forma directa  que Collor de Mello a la que apelaba para entablar una relación directa entre el líder y la mas, le había permitido ganarse el apoyo de los sectores más necesitados, que por fin encontraban a un presidente que los escuchara y les respondiera. Pero todo esto duró, lo que duró la campaña electora, ya que cuando Collor de Mello dio a conocer  su plan económico, el cual proponía medidas neoliberales  la población mostró inmediatamente su descontento. 
  La sociedad brasileña cuando eligió a Collor de Mello esperaba un presidente que iba  a modernizar a Brasil definitivamente, que iba a termina con la corrupción, que iba a reformar la administración pública para terminar de una buena vez con los  burócratas que cobraban mucho dinero.  La decepción y el descontento de la población ante las medidas económicas de Collor de Mello  fue un duro golpe para el las clases bajas brasileñas, que una vez más veía como sus posibilidades de mejorar se desvanecían, teniendo en cuenta los altos niveles de pobreza que hay en Brasil. Uno de los grupos de la sociedad que más demostraron su descontento fue el  Movimiento sin tierra(MST), que se había formado durante la década del ’80, y luchaban por lograr la inclusión social, exigiendo tierras para vivir.
   Desde el momento en que  Collor de Mello asumió la presidencia, hasta  marzo  del año 1990 se estima que la  se habrían quedado sin empleo alrededor de 7,500.000 de personas. Sumado a esto, la falta de apoyo político con el que contaba Collor de Mello, llevaron a  que la sociedad lo repudie por completo, y apoyara el proceso de juicio político que se le inició en el año 1992.
La campaña a favor del juicio político a Collor de Mello marcó el renacimiento de las organizaciones civiles, que se encontraban aglutinadas un el Movimiento por la Etica en la Política. Las movilizaciones en contra de la corrupción y a favor del juicio político fueron las mayores vistas desde el movimiento popular a favor de la elección presidencial directa de 1984. Esta  protesta popular a favor de los juicios políticos  ha convocado a todas las clases sociales, incluso a los sectores más altos.  Sin esta presión ejercida por la movilización de las entidades civiles no se entendería la agilidad y la eficiencia   de la investigación parlamentaria  ni las posturas de los legisladores antes cercanos a Collor de Mello. Esta gran movilización social, amplificada por los medios de comunicación. Y acompañada por las tareas de la Justicia y el Parlamento generaron un hecho histórico en la región, la destitución de un presidente.
   En Venezuela la decepción y el descontento de la sociedad se hizo sentir al poco tiempo de que asumiera Carlos Andrés Pérez. Las medidas de ajuste estipuladas en el “Consenso de Washington” fueron repudiadas por toda la sociedad venezolana, incluyendo el empresariado que no quería perder sus beneficios de carácter proteccionista. “A partir del segundo gobierno de Pérez, durante el cual se pone  en ejercicio el primer programa de ajuste ortodoxo, la protesta popular se incrementa en número e intensidad, haciéndose cada vez más visibles movilizaciones de naturaleza confrontaciones y violenta. Entendemos aquí por confrontación, aquellas que sin llegar a producir daños a personas  o propiedades, generan tensión y sentimientos de amenaza en el adversario y los no participantes.”24
    El 27  y el 28 de febrero de  1989  tuvo lugar en Caracas, la capital venezolana, una de las más grandes protestas de la historia democrática de Venezuela.  Este episodio es conocido como el “caracazo”, Debido al aumento de la gasolina y el consecuente aumento de los transportes, quienes vivían en las ciudades-dormitorios de Caracas, y que debían trasladarse para trabajar a diario en la capital.. En poco tiempo, el movimiento que comenzó en Guarenas, se extendió rápidamente a Caracas y otras ciudades como, La Guaira, Valencia, Barquisimeto, Mérida, Guayana y los Valles del Tuy, convirtiéndose  en pobladas que saquearon todo lo que encontraban a su paso.  Ante esta situación,  el gobierno de Carlos Andrés Pérez  enfrentó a  la sociedad con la Guardia Nacional  y el ejército en las calles. El resultado de esta acción, fue una brutal represión contra la sociedad que estaba manifestando su descontento. Como consecuencia se calcula que hubo 5000 muertos y más de 1500 heridos.
   Con motivo de los acontecimientos de los días 27 y 28 de febrero de 1989  y los excesos represivos por parte del gobierno de Pérez, el presidente perdió  mucha popularidad de la que lo había acompañado al comenzar su segundo mandato. Por este motivo, en los días sucesivos al “caracazo” se produjeron varias manifestaciones en contra de Pérez, las que conjuntamente con las críticas políticas formuladas por varios políticos y sectores, tanto a su programa como a su persona, debilitaron el piso político en el que se sustentaba.
Ya en el año 1992 van a tener lugar dos intentos de  golpe de Estado. Las motivaciones que los militares tuvieron para llevar adelante estos intentos de golpe de Estado se pueden resumir en las siguientes:
- La gestión económica y política del presidente Pérez
- El descontento de los sectores medios y bajos de las Fuerzas Armadas por los hechos de corrupción verificados en los altos mandos militares.
- La subordinación de las Fuerzas Armadas ante un liderazgo político que consideraban incapaz y corrupto
- La utilización de las Fuerzas Armadas, en particular del Ejército y de la Guardia Nacional, en la represión del caracazo
- El cuestionamiento a la posición sostenida por el presidente Pérez en las negociaciones relativas a la delimitación limítrofe con Colombia
- El deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y baja de las tropas
- El empleo de las Fuerzas Armadas en labores como repartición de útiles escolares, becas alimentarias, campañas de vacunación y de arborización.25
   Debido al malestar social reinante, a la corrupción y al estallido social del caracazo, se precipitó un golpe de estado que intentó derrocar al gobierno de Pérez. El grupo rebelde estaba formado por 5 tenientes coroneles como cabezas visibles del movimiento, seguidos de 14 mayores, 54 capitanes, 67 subtenientes, 65 suboficiales, 101 sargentos de tropa y 2000 soldados alistados. Los  participantes, pertenecientes a 10 batallones, formaban parte de las guarniciones militares de los estados de Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal, y fueron dirigidos  por los jóvenes oficiales encabezados por Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz Contreras. Este grupo formaba parte de  una organización conocida como Movimiento Bolivariano Revolucionario 200(MBR-200), de ideología política nacionalista y revolucionaria basada en el pensamiento de Simón Bolívar.
   La movilización  militar se inició el 3 de febrero, cuando Pérez regresaba del Foro Económica Mundial. Gracias a una oportuna actuación del Ministro de la Defensa, Fernando Ochoa Antich, y los militares miembros de la escolta presidencial, Pérez se refugió en el Palacio de Miraflores y luego en la estación de televisión venevisión, desde donde se dirigió al  país en dos ocasiones para informar sobre la situación. El asalto al palacio presidencial se inició en la madrugada del 3 de febrero. AL  mismo tiempo asaltaron la residencia presidencial y otras importantes ciudades del país.
    Los enfrentamientos entre los rebeldes  y los militares que respondían al presidente fueron intensos. Fracasado el intento de toma de la ciudad capital, por la falta de apoyo de algunas unidades que decidieron no alzarse , los insurgentes se rindieron, luego de que las guarniciones del interior del país  fueran recuperadas por el oficialismo.
El 27 de noviembre de 1992 se lleva a cabo un nuevo  intento de golpe de estado en Venezuela contra el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, solo nueve meses después de el otro intento de golpe que había tenido lugar en febrero de ese mismo año. En esta ocasión en el golpe participaron civiles y militares. Los nombres más destacados de este intento fueron Hernán Grüber Odremán, Luis Enrique Cabrera Aguirremán, Francisco Visconti Osorio, y los partidos políticos  Bandera Roja y Tercer Camino.
Las cifras oficiales  de este enfrentamiento hablan de 171 muertos, las extraoficiales, de 300.
   Queda evidenciado, con este segundo intento de golpe de estado a Pérez,  que contó con la participación de civiles, la sociedad estaba cansada, y necesitaba respuestas antes sus reclamos. Es por esto que cuando se le inició el proceso de juicio político a Pérez, la sociedad avaló esta medida.

 

  1. Pérdida de poder, corrupción y juicio político.

   Tanto Carlos Andrés Pérez en Venezuela, como Fernando Collor de Mello en Brasil fueron destituidos mediante un proceso de juicio político o “impeachment”.
¨ Pérez Liñan entiende por juicio político, “...todos proceso legal  por el cual el Congreso delibera para remover al presidente.”26. En América Latina existen tres modelos constitucionales  de juicio político: el esquema legislativo, en donde el Congreso remueve al presidente sin depender de otras instituciones; el esquema judicial, en donde el Congreso autoriza una acusación que es evaluada por el poder judicial; y el sistema mixto, que combina elementos de ambas tradiciones.  LA constitución de Brasil  ha adoptado   un modelo mixto al distinguir  entre crímenes comunes, que son juzgados  por la Corte Suprema, y crímenes  en el ejercicio de la función pública, que son juzgados por el Senado. La Cámara Baja  cumple el papel de acusador.  La constitución venezolana  adoptó el modelo judicial , y se estableció que el proceso de juicio político esta a cargo sólo del Senado  y la Corte Suprema , sin que la Cámara Baja cumpliese rol alguno.27
   Según Pérez Liñan, en los años noventa, la clave que dispara la erosión de autoridad es generalmente el escándalo, entendido como un proceso deliberativo sobre una conducta moralmente  cuestionable en la que el presidente se ve involucrado.28
   En el Caso de Collor de Mello, el juicio político llegó en un momento de una profunda crisis económica y un gran malestar social, sumado sin duda a la denuncia de casos de corrupción en su gobierno.
    En octubre de 1991 el presidente del monopolio estatal brasileño, Petrobrás presentó la dimisión como protesta por haber sido presionado por Paulo Farías (asesor y ex jefe de campaña del presidente Collor de Mello) para hacer una operación irregular. Meses después, el 10 de mayo de 1992, saltó el escándalo con la publicación de un dossier elaborado por el propio hermano menor del presidente, Pedro Collor de Mello, en el que denunciaba con todo lujo de detalles una red de tráfico de prebendas, contratos ilícitos y desvío de fondos, orquestada por el ex tesorero de campaña y amigo íntimo del mandatario.
   El 26 de mayo de 1992 la Cámara de Diputados abrió contra Collor de Mello una investigación que confirmó y sacó más a la luz el sinfín de ilegalidades cometidas por el "esquema de Paulo Farías", como la aceptación de sobornos de empresarios a cambio de favores políticos, el depósito de dinero en negro a nombre de empresas ficticias en paraísos fiscales y su transferencia regular a cuentas bancarias de testaferros brasileños para el uso y disfrute de los verdaderos titulares.
Según la comisión de investigación  del Congreso, en los dos años largos de Gobierno el patrimonio de Collor se habría multiplicado con creces gracias a la hechos delictivos de Farías.
   El 26 de agosto de 1992 la comisión de investigación concluyó que había suficientes indicios de delito para procesar a Collor de Mello y el 29 de septiembre la Cámara de Diputados aprobó separarlo temporalmente del cargo por 441 votos a favor, 38 en contra y 23 ausentes, un resultado que dejaba a las claras la soledad política del presidente ; al día siguiente, el Senado instauró el proceso de enjuiciamiento y eventual destitución, o impeachment.
 El 2 de octubre la Cámara baja resolvió que el vicepresidente Itamar Franco (quien se había distanciado ostensiblemente de su superior desde el comienzo del escándalo) asumiera las funciones presidenciales hasta que el Congreso concluyera el proceso de impeachment contra Collor de Mello.
   Collor de Mello renunció  a la presidencia pocos minutos después  de comenzado el juicio político en el Senado; sin embargo, este cuerpo continuo el juicio político en su contra privándolo de ejercer cargos públicos durante 8 años. A comienzos de 1993, se le inició paralelamente un juicio penal por los delitos de  “corrupción pasiva y asociación ilícita”.29
Carlos Andrés Pérez  también fue destituido mediante un proceso de juicio político.     Carlos Andrés Pérez asumió su segundo mandato como presidente de Venezuela, el primero de febrero de 1989. La denuncia que provocaría su destitución se produjo 4 años más tarde, en el  momento en que Pérez proponía una reforma  de la constitución.
   El 11 de marzo de 1993, la Fiscalía General de la República promovió ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) unas acusaciones interpuestas por el partido Causa Radical, basadas a su vez en las investigaciones de los periodistas José Vicente Rangel  y Andrés Galdo contra Pérez por malversación y peculado (o apropiación indebida) de 250 millones de bolívares (unos 17 millones de dólares) de una partida secreta correspondiente a los fondos reservados por ley para gastos del Ministerio de Relaciones Interiores. Según el fiscal, la desviación había ocurrido el 22 de febrero de 1989  durante la  rectificación presupuestaria y con el objeto de financiar el servicio de escoltas de la política nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro, que iba a convertirse un año más tarde en presidenta de su país. Estos fondos habrían servido supuestamente para financiar la campaña electoral de políticos extranjeros afines a Pérez como la propia Chamorro, el boliviano Jaime Paz Zamora y el haitiano Bertrand Aristide.
   El 20 de mayo la Corte Suprema  de Justicia  dictaminó que existían razones suficientes en el antejuicio como para procesar a Pérez. Al día siguiente, el Senado aprobó suspenderlo en la Presidencia mientras durara el proceso. El 27 de mayo la Corte Suprema de Justicia abrió el proceso contra Pérez y el 31 de agosto de 1993  el Congreso de la República le destituyó definitivamente, en resguardo de la convivencia pacífica de los ciudadanos y para garantizar la vigencia del orden democrático".
   Desde ese momento, el senador Ramón José Velásquez Mújica, juró como presidente en funciones el 5 de junio,  y se convirtió en presidente titular e interino, hasta la terminación del mandato de Pérez el 2 de febrero de 1994.
Luego de los dos intentos de golpe de estado en el año 1992, la autoridad de Carlos Andrés Pérez se vio erosionada.  El respaldo público a los intentos de golpe de estado mostraron definitivamente que e l programa de reforma económica iniciado en 1989 carecía totalmente de apoyo masivo. En este contexto de creciente debilidad política del jefe de Estado, los líderes de la oposición y muchos de su propio partido,  vieron las acusaciones como el marco oportuno para destronar a Pérez .30
    Años más tarde, el 14 de abril de 1998 el Tribunal Superior de Salvaguardia del Patrimonio Público (TSS) ordenó el arresto domiciliario de Pérez y la puesta bajo custodia policial por nuevos cargos de enriquecimiento ilícito presuntamente cometido en su segundo mandato. Esta vez, a Pérez, y a  Cecilia Beatriz Matos Molero, su antigua secretaria presidencial, se los acusaba de ocultar entre 50.000 y 900.000 dólares de dinero público en sendas cuentas abiertas en sucursales del Citibank y el Republican National Bank de Nueva York.

 

  1. Conclusión.

 

Se pueden encontrar muchas similitudes entre el gobierno de Fernando Collor de Mello (1989-1992) en Brasil  y el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) en Venezuela. Las medidas  económicas implementadas por ambos presidentas, enmarcadas en un plan más amplio de reformas, no lograron ninguno de los objetivos propuestos. Las situación económica, tanto en Brasil como en Venezuela, había empeorado considerablemente al momento en que  Collor de Mello y Pérez  fueron destituidos. Sin duda que uno de los grandes problemas que tuvieron fue la falta de apoyo de los partidos políticos para llevar adelante los planes de reforma. La relación de Pérez con su partido, la AD, fue conflictiva desde el primer momento, ya que el presidente había decido gobernar prescindiendo de su partido, sin consultar ninguna medida. En el caso de Brasil,  al contar con un sistema de partidos fragmentado, con partidos muy indisciplinados, y que por el gran federalismo que existen, responden a intereses regionales, los apoyos partidarios suelen ser volátiles, pero sin duda sumamente necesarios para poder llevar adelante la agenda de gobierno. Esto fue sin duda lo que Collor de Mello no hizo. Creyó que podría gobernar con el apoyo de la opinión pública y con los medios de comunicación. En los dos casos, luego del fracaso de su planes económicos, tanto Pérez como Collor de Mello comprendieron la necesidad de contar con el apoyo político de los partidos, pero ya era tarde, de hecho, cuando se les inició el proceso de juicio político, no tuvieron el apoyo de los legisladores para revertir la situación.
   La sociedad venezolana se mostró molesta por las medidas económicas neoliberales implementadas por  Pérez a pocos días de asumido su mandato. El pueblo, que estaba pasando una terrible situación económica, espera que  Pérez repitiera un gobierno como el de 1974-1979,  pero las políticas aplicadas fueron totalmente contrarias, y además  el contexto nacional e internacional no era  el mismo.
   En Brasil, la situación económica también era muy mala, y la sociedad sentía un gran rechazo hacia la clase política, y  creyeron que Collor de Mello sería una opción diferente, ya que en su campaña denunciaba la corrupción y se presentaba como un político por fuera de la política. Pero al poco tiempo de haber asumido, y debido al fracaso de su plan modernizador, la sociedad mostró su descontento, quedó claramente demostrado en el apoyo popular al proceso de juicio político que se le inició a Collor de Mello por corrupción.
   El juicio político fue una salida constitucional nueva en América Latina que demostró la posibilidad de remover a un presidente de su cargo sin la necesidad de recurrir a un golpe de Estado. De alguna manera, y frente a la  presencia de presidentes incapaces de dar respuestas a las necesidades de la sociedad, e juicio político es una herramienta constitucional muy útil. También quedó evidenciado a través de el caso de Carlos Andrés Pérez y Fernando Collor de Mello, que tanto la sociedad  venezolana como la brasileña estaban cansadas de soportar presidentes ineficaces y corruptos.
Sin duda, que el juicio político que se les inicio a ambos presidentes tuvo como disparador la corrupción, pero el rechazo y  la decepción de la sociedad y de algunos políticos ante las medidas económicas implementadas que no habían dado respuesta alguna,  fue determinante para que esos procesos se llevaran adelante. 

 

 

 

Bibliografía específica:

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Maria Julia Noelli Facultad de Cs. Sociales (UBA)

1 Véase en Scott Mainwaring,”Multipartism, Robust Federalism, and Presidentialism in Brazil” en Mainwaring, S y Shugrat, M. Presidentialism and Democracy in Latin America.. Cambridge University Press, New York, 1997.pp. 80-82.

2 Vease en Palermo, Vicente:”¿ Cómo se gobierna en brasil? El debate brasileño sobre instituciones políticas y gestión de gobierno”. Revista Desarrollo Económico. Buenos Aires.2000. Número 159. Pp. 495-496

3 http://www.anlitica.com/bitblio/venezuela/punto_fijo.asp

4 Véase Carlos. A.Romero en: http://www.analitica.com/vam/1999.06/documentos/02.htm

5 Osvaldo Iazzetta. “La reciente crisis política brasileña: ¿Nuevas señales para repensar la esfera pública  política de la región?. Estudios Sociales .2do semestre.1995.N° 5.p.55.

6 Vease. Ibidem.p.58

7 Véase  en Mainwaring op.cit p.90.

8 ibidem p.73.

9 Lourdes Sola: “Gobernabilidad, reforma fiscal y democratización. Brasil en una perspectiva comparada.”. Desarrollo Económico. Buenos Aires.Enero-merzo 1994.Vol 33. N° 132.

10 Ibidem p.92.

11 Véase en  Javier Corrales.: ¿Contribuyen las crisis económicas a la implementación de reformas de mercado? La Argentina y Venezuela en los ’90. Desarrollo Económico. Buenos Aires. Abril-junio 1999. Vol.39. N° 153.p.20.

11 Ibidem.pp.21-22.

1 2 Mainwaring.  Op.cit p.102

13 Véase en Teddy Chestnut y Anita Joseph en: http://www.redtercermundo.org.uy7texto_completo.php?id=2840.

14 Ibidem.

15 Véase Iazzetta op.cit p.55.

16  Véase en Mario Damill, José María Fanelli, Roberto Frenkel y Guillermo Rozenwurcel: “Crecimiento en América Latina: experencia reciente y perspectiva. Revista Desarrollo Económico. Buenos Aires. Julio-septiembre 1993. Vol. 33. N°130.p.8

17 Véase ibídem p. 59.

18 Margarita López Maya y Luis E. Lander: “Ajustes, costos sociales y agenda de los pobres en Venezuela: 1984-1998”. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. Venezuela. Septiembre-diciembre.2000. Vol. 6. N°3. P.191.

19 Http:77es.wikipedia.org/wiki/carlos_andr%a9s_p%c3%a9rez#segunda_presidencia.2c_etapa_1989-1994.

20 Ibídem pp. 191-192.

21 ibídem p. 192

22 Iazzetta Op.cit p.55.

23 Maya y Lander Op.cit p 201.

24 Véase en sobre Carlos Andrés Pérez Op.cit www.wikipedia.org.

25 Anibal Peréz Liñan. “¿juicio político o golpe legislativo?. Sobre las crisis constitucionales en los años noventa.”. Publicado en América Latina hoy. Universidad de Salamanca. Diciembre .2000.N°26. P.3

26 Véase. Ibídem.

27 Véase .Ibídem.

28 Véase Iazzeta. Op.cit p.60.

29 Véase en Pérez Liñan. Op.cit. p.7.