Revista Nº37 "SISTEMAS ELECTORALES"

 

RESUMEN

 

El artículo analiza la importancia del tiempo en las campañas electorales bajo sistemas de impronta democrática. Apunta que el tiempo se ha convertido en uno de los recursos estratégicos más importantes de una campaña electoral, el cual debe usarse de manera racional y óptima para lograr un mejor resultado en los procesos políticos. Se concluye que las campañas electorales que usan racionalmente este recurso tienen mucha más posibilidad de alcanzar sus objetivos organizacionales.

 

Palabras clave. Campaña electoral al minuto, sistemas democráticos, administración del tiempo y eficiencia de recursos. 

 

ABSTRACT

This article analyses the importance of time for electoral campaigns under democratic systems. Time has become in one of the most strategic resources of an electoral campaign and should be used in a rational and optimum way in order to get better results in political processes.

The conclusion is that electoral campaigns that use in a rational way the resource of time are more likely to reach its organizational goals.   

Key words: Instantaneous electoral campaign, democratic systems, time administration and efficient resources.

 

 

La Campaña al Minuto

 

Delia Amparo Huerta Franco*

Andrés Valdez Zepeda**

 

 

1. Introducción

 

El tiempo se ha convertido en uno de los recursos más importante de una campaña electoral bajo sistemas de impronta democrática (Valdez, 2015). Y no solo el tiempo de los candidatos y partidos políticos, sino también el tiempo de los electores (Tracy 2016). Las campañas del pasado, se caracterizaban por discursos prologados, grandes esperas de los ciudadanos y muchos oradores en el templete. Hoy, los tiempos han cambiado y estos han transformado  también la forma de hacer campaña.

 

La campaña moderna se caracteriza por su brevedad y su eficiencia. Los nuevos códigos y leyes electorales en el mundo tienden a reducir los tiempos dedicados al proselitismo electoral.  Hacer más con menos y hacerlo en el menor tiempo (Rodríguez, 2013), es la máxima que rige las campañas modernas.

 

En las sociedades contemporáneas, se considera que “el tiempo es oro” y como decía Baltazar Gracián, lo bueno, cuando breve, dos veces bueno. Los nuevos electores están más ocupados en sus asuntos cotidianos y cuando tienen tiempo, poca atención le prestan a la política electoral. De hecho, sin temor a equívocos se puede decir que los ciudadanos no solo no tienen interés en la política, sino que sienten un rechazo hacia la política electoral y las campañas ya que consideran que es una pérdida de tiempo y algo de lo que no obtienen ningún beneficio tangible.

 

Además, los electores son bombardeados a diario con cientos de mensajes publicitarios en medios tradicionales y en redes sociales para tratar de captar su atención y poder incidir en su comportamiento y en su consumo. En este mismo sentido, los electores han tenido en el pasado experiencias negativas con la política  y las campañas electorales y los candidatos y partidos le generan una nula o muy baja credibilidad y confianza. 

 

De ahí la necesidad de pensar en un nuevo concepto de campaña, lo que aquí se denomina la campaña al minuto. Esta campaña es aquella que eficientiza el tiempo y el esfuerzo para tratar de incidir en la conducta y comportamiento de la gente. No necesariamente implica dedicar un menor tiempo a la campaña, sino eficientizar ese tiempo y hacer más creativo e impactante el esfuerzo comunicacional que se realiza. 

 

Bajo la vieja forma de hacer política, los partidos y candidatos desarrollan voluminosos plataformas electorales realizadas por sus expertos en las que se contienen  diagnósticos sobre los principales problemas que aquejan a la sociedad y cientos de propuestas para su solución. Sin embargo, son documentos muy técnicos y amplios que no son fáciles de comunicar a grandes púbicos, resultando incluso tediosos para la mayoría de los ciudadanos.  

 

Además, la intensa competencia interpartidista generalmente satura con publicidad política los espacios mediáticos y las redes sociales, lo que genera un efecto de rechazo e invisibilidad por una amplia parte de los ciudadanos. Mucha de esta publicidad, es considerada publicidad basura que tiene nulo o poco impacto en la conducta o comportamiento de los votantes.

 

De ahí la necesidad de pensar en formas diferentes de hacer política y de impulsar campañas electorales en la que la eficiencia y los resultados sean las premisas fundamentales en el trabajo proselitista. Es decir, se requiere campañas creativas, de alto impacto que maximicen el uso de los recursos  y generen los resultados esperados.      

 

Bajo este nuevo esquema, la comunicación debe ser breve, concisa y precisa,  donde se debe tener la capacidad de resumir los aspectos  más importantes del mensaje y hacerlo de tal manera que resulte interesante para los electores. Es decir, aplicar el principio que señala que “en comunicación, lo menos es más”. Comunicar al grano y sin rodeos, de  manera breve, precisa y concisa.         

 

 

2. Todo en un minuto  

 

En el primer minuto, el candidato a un puesto de elección popular forma la primera gran impresión entre los votantes. Una vez formada esta primera impresión, después difícilmente puede cambiar la percepción que tenga la gente. De ahí la necesidad de saber aprovechar a cabalidad ese escaso tiempo para alcanzar los objetivos propuestos.

 

El partido político o candidato también solo dispone de máximo un minuto para que los ciudadanos vean o escuchen su spot publicitario, lean un volante o tríptico, o le pongan atención a los brigadistas que realizan una visita domiciliaria. También en un minuto o menos, los ciudadanos revisan los mensajes en redes sociales o lo que se les trata de informar por medios digitales. No más de un minuto e incluso, menos que eso.

 

 De ahí que se tengan que utilizar una serie de técnicas persuasivas que permitan captar la atención del electorado y buscar poder persuadirlos para ganar su voto. A continuación, se enlistan estas técnicas sugeridas.

 

Primera, la pregunta persuasiva o gancho. Esta técnica consiste en plantearle al elector una pregunta que logre la atención del elector. Un ejemplo, de este tipo de pregunta puede ser la siguiente:¿Usted quiere más de lo mismo o de una vez y para siempre, Usted va a votar por el cambio que tanto necesita  nuestra nación?  La idea es enganchar al elector con este tipo de cuestionamiento, lograr su atención e interés por el mensaje central de la campaña.

 

Segunda, la técnica de los tres si consecutivos también es muy utilizada para tratar de persuadir a los votantes de manera rápida y efectiva. El objetivo es que los votantes respondan tres cuestionamientos y que estos tengan una lógica tal de que los electores contesten con un si a cada uno de ellos. Un ejemplo de estos cuestionamientos puede ser el siguiente:   Primera pregunta ¿Usted tiene credencial para votar? Segunda pregunta ¿Usted está de acuerdo que se requiere mejorar de urgencia la seguridad pública? Tercera pregunta, ¿Entonces, Usted votaría por el candidato del cambio?  Si el elector contesta las dos primeras con un si, entonces es muy probable que también se enganche y conteste afirmativamente la tercer pregunta de forma afirmativa.

 

Tercera, en un minuto o menos el candidato, representante del partido político o promotor del voto utiliza la técnica AIDA para tratar de conseguir el voto. En la primer parte, logra atraer la Atención, en la segunda capta el Interés del votante, en la tercera genera el Deseo de participar, involucrarse o comprometerse y en la cuarta logra la Acción. En otras palabras, en las primeras dos parte muy amablemente se presenta el mismo (atención) y presenta al partido político o candidato que representa (Interés), en la siguiente parte presenta la propuesta central del partido y candidato (Deseo) y en la tercera parte, pide el voto para el partido o candidato que representa (Acción). Esta es una técnica de venta muy utilizada en el comercio y que también es muy funcional en los aspectos político-electorales.

 

Cuarta, la técnica conocida como critica y esperanza, consiste en hacer un diagnóstico negativo de la situación que se está viviendo en una determinada localidad o país y tratar de culpar por eso como los principales responsable de que así ocurra a quienes ocupan los espacios de representación pública. Al final, se plantea una alternativa de cambio. Algo así, “el país esta mal. Esta mal por los actuales malos gobernantes. Entonces necesitamos un cambio en el gobierno. Vota por el cambio.”                

 

Quinta, la técnica de gestión del afecto. Esta técnica consiste en agradar, caer bien, ser simpático y lograr la aprobación de los electores en tan muy poco tiempo. Entonces, por ejemplo, en una visita domiciliaria para promover el voto, lo importante es saber “romper el hielo”, iniciar el diálogo con un cordial y sincero saludo,  promover una interrelación amena y entretenida, y al final, dejar una muy buena impresión de la visita realizada.  Sonreír y mostrarse relajado y seguro, es muy importante para poder gestionar el afecto y la admiración de los demás.

 

Al respecto, existe una anécdota sobre un reto que enfrenta una persona para enamorar a otra en un minuto. Le dije “Tienes un minuto para enamorarme. Entonces, la persona sonrío y le sobraron 59 segundos. Es decir, sin pronunciar palabra alguna, solo a través de la sonrisa, se logró el objetivo buscado. 

 

Sexta, utilizar los conductos rectores de comunicación. Esta técnica consiste en tratar de persuadir a los electores, usando los tres medios por los cuales se comunica el votante: la vista, el oído y los sentimientos. En este sentido, en menos de un minuto se puede articular un mensaje que puede decir más o menos lo siguiente: “Veo un país muy empobrecido e inseguro. Escucho a mucha gente hablar y quejarse de los graves problemas de inseguridad que existen. Siento que no se están haciendo bien las cosas. Nuestro país requiere con urgencia un cambio. Te invito a votar por el cambio que tanto necesita nuestra nación.” De esta forma, a través del uso de los tres conductos rectores de comunicación del ser humano que señala la neurolingüística es mucho más fácil poder persuadir al elector en muy poco tiempo.

 

Séptima, persuadir a través de formación de identidades. Esta técnica consiste en tratar de identificar al elector con el candidato o partido utilizando una serie de identidades políticas y sociales compartidas con los votantes. Por ejemplo, en las acciones de persuasión se puede decir,  “Él es como tú, también es producto de la cultura del esfuerzo”.  “El comparte contigo también el sueño de construir un mejor país para nuestros hijos.”  “Nuestra candidata es mujer y joven como tú.”  “Ella también es universitaria y quiere que todos tengamos acceso a una educación gratuita y de calidad.” Es decir, en la medida que se pueda formar el mayor número de identidades entre el (la) candidato (a) y los electores, en esa medida habrá más posibilidad de obtener el voto de los ciudadanos.

 

Finalmente, la técnica del Twitter. Esta técnica consiste en utilizar mensajes breves, pero concisos y precisos para tratar de persuadir a los votantes.  Usar muchas imágenes y pocas palabras. Recuérdese que una imagen comunica más que mil palabras y lo bueno, cuando breve, dos veces bueno. Mostrar en lugar de decir y cuando se requiera decir algo hay que hacerlo con brevedad y pasión. 

 

3. Comentarios Finales

 

La política ha cambiado en los últimos años. Han cambiado los electores y también están cambiando  las formas como un candidato a un puesto de elección popular se debe comunicar con los votantes. Ya no sólo se requiere utilizar las nuevas plataformas digitales y las redes sociales para comunicarse mejor con los votantes. También se requiere hacer más eficiente y preciso el proceso de comunicación política.

 

Las campañas electorales tienden a ser más cortas en tiempo. De noventa días, pasan a sesenta y de sesenta a treinta para hacer una campaña constitucional en una gran ciudad con miles o millones de electores. En este sentido, el tiempo es el recurso más escaso y valioso en una campaña electoral. Y no solo el tiempo de los representantes de los partidos políticos y de los candidatos, sino también el tiempo de los ciudadanos. Los electores están muy ocupados en los asuntos de su vida cotidiana y andan cada día más aprisa, además de que poco o nulo interés tienen para los asuntos de carácter político-electoral.

 

De ahí que se necesite eficientizar el tiempo, y sobre todo, mejorar las técnicas de persuasión de los votantes.  Lograr más votos en menos tiempo es la nueva consigna de la modernidad en las campañas electorales. Por eso, las campañas electorales han cambiado. La campaña electoral de hoy es la campaña al minuto, que optimiza, focaliza y prioriza, tratando de lograr un mayor impacto y efecto de la comunicación en la conducta y comportamiento de los electores.  

 

 

La campaña al minuto se sustenta en tres principios: eficientizar tiempos; eficientizar recursos y  ser creativos e innovadores en el proceso de comunicación política.  Es decir, la campaña al minuto no solo aprovecha mejor el tiempo, sino, sobre todo, el esfuerzo persuasivo para lograr mejores resultados. Hacer más con menos y en el menor tiempo posible es el lema sobre la que se sustenta este nuevo tipo de campaña electoral.  Para lograr este objetivo, existe una serie de técnicas persuasivas efectivas que se sugiere aplicar durante la campaña de forma creativa e innovadora para lograr resultados sorprendentes.

 

 

 

Referencias

 

 

Rodríguez, Josúe (2013). La administración eficaz del tiempo. España: editorial Imagen.

 

Tracy Brian (2016). Administración del tiempo. México: Biblioteca del Éxito.

 

Valdez Zepeda, Andrés (2015). El Arte de Ganar Elecciones. El Marketing del Nuevo Milenio. México. Editorial Trillas. 

 

 

 

 

Acerca de los autores

 

 

*Delia Amparo Huerta Franco es maestra en administración de la educación por la University of New México en los Estrados Unidos de Norteamérica. Actualmente, labora en la Universidad de Guadalajara en México como profesor e investigador. andres.zepeda@cusur.udg.mx 

 

**Andrés Valdez Zepeda es académico de la Universidad de Guadalajara y ha colaborado en diferentes campañas electorales en México.  Entre sus libros sobresalen 1) El arte de ganar elecciones y 2)La guerra sucia en las campañas electorales, impresos bajo el sello editorial Trillas. avaldezepeda@gmail.com