Revista Nº31 "TEORÍA POLÍTICA E HISTORIA"

 

 

 

 

Resumen:

En 1845, Karl Marx firma con el editor alemán Karl Leske un contrato para la publicación de un libro titulado Crítica de la política y la economía política. No parece que el filósofo tenga una idea muy clara de su proyecto científico. En dos ocasiones, el editor cancela el contrato. Marx escribe, al cabo de diez años, una Introducción (1857), y un "esbozo" (1857-1858), los Grundrisse... Ambas obras no se publicarían hasta el siglo XX.

 

Pero Marx continúa trabajando y escribiendo. En 1857, declara su ambición en el prólogo de la Crítica de la economía política mediante la presentación de un plan general en seis "rúbricas". Diez años más tarde, solo habrá tenido tiempo de escribir una parte de la primera rúbrica: es el Libro I de El Capital.

 

Abstract:

In 1845, Karl Marx signed with the German publisher Karl Leske a contract for the publication of a book entitled Critique of Politics and Political Economy. It does not seem that the philosopher has a very clear idea of his scientific project. On two occasions, the publisher cancels the contract. Marx writes, after ten years, an Introduction (1857), and an "outline" (1857-1858), the Grundrisse... Both works would not be published until the twentieth century.

 

But Marx continues to work and write. In 1857, he declared his ambition in the prologue to the Critique of Political Economy by presenting a general plan in six "rubrics". Ten years later, he will only have had time to write a part of the first rubric: it is Volume I of Capital.

 

 


« La aventura editorial de El Capital de Karl Marx »

 

Dr. Patrice Cailleba, ESC Pau

(E-mail : Patrice.cailleba@esc-pau.fr)

 

Introducción

 

Con motivo de los 150 años de la publicación del primer volumen de El Capital (1867), considerar la turbulenta historia de su origen es necesario para conocer y entender las complejidades de la formación de una de las obras más influyentes de la economía política del siglo pasado. Porque hay obras cuya posteridad narra mal la gestación larga y difícil que tuvieron. Y hay pocas como ésta que hayan tenido una génesis tan larga.

 

"En todas las ciencias, el comienzo es difícil"[1]. Esta cita de El Capital que sirve de prefacio se aplica perfectamente a la historia íntegra de la obra. Su gestación padeció de numerosas "contracciones" que dieron lugar a diversos trabajos intermediarios, algunos de ellos publicados. Sin embargo, la publicación de la obra tardó 22 años y fue muy esperada tanto por su autor como por sus editores.

 

En consecuencia, el objeto de este artículo consiste en explicar tanto la génesis histórica de El Capital como las razones de su tan larga e intermitente redacción. En primer lugar, repasaremos las etapas que marcaron dos décadas de escritura. A continuación, destacaremos esta odisea de El Capital, poniendo de relieve los elementos que retrasaron su publicación.

 

 

I-Una larga historia (1845-1867)

 

Recordar que el trabajo científico de Karl Marx (1818-1883) fue, como lo escribió Gilbert Badia, "poco conocido y poco difundido"[2] en vida, es a la vez una necesidad y una evidencia. De hecho, antes de la edición de El Capital, Karl Marx no es realmente conocido más que por algunos artículos, folletos y por una aventura asociativa, la de la Asociación Internacional del Trabajo (AIT) fundada en 1864.

 

En cuanto a sus escritos, su audiencia creció muy lentamente. Porque si Marx empezó escribiendo muy joven, durante mucho tiempo publicó poco y fue escasamente leído. Entre su tesis doctoral (1841) y El Capital (1867), los escritos más leídos del "moro"[3] son artículos de prensa: escribe para la Rheinische Zeitung o Anekdota (1842-1843); funda los Annales franco-allemandes (1843-1844) que desaparecen rápidamente; participa también en el Vorwärts (1844), en la Deutsche Brüssseler-Zeitung (1847), en el Neue Rheinische Zeitung (1848-1850) y contribuye en periódicos anglosajones a lo largo de la década de 1850. No obstante, aparte de los periódicos anglosajones, la mayoría de estos periódicos tienen una audiencia muy pequeña y una duración de vida muy limitada.

 

Ante los ojos de sus lectores, por lo tanto, Marx es en primer lugar periodista, aunque tenga una formación de filosofía. Su energía y su pasión por las cuestiones socioeconómicas lo llevan a multiplicar las aventuras editoriales. Pero su estilo y su propensión a enfrentarse a la Doxa (opinión) contemporánea también hacen de él un panfletista. De todos los panfletos que escribe, es realmente el Manifiesto Comunista el que le da, no en 1848, cuando se publica, sino poco a poco, el aura de pensador político durante las siguientes décadas.

 

Por otra parte, La ideología alemana (1845) donde se encuentran los comienzos del materialismo histórico se publicará póstumamente. La Sagrada Familia (1846) se publicará, pero resultará ser un nuevo fracaso comercial[4]. Algo después, Las luchas de clases en Francia (1850) y El 18 Brumario de Louis Bonaparte (1852) serán más leídos, pero reciben poco eco. Marx no vive de estos libros que no se venden. Más de una vez cree "haber engullido la quintaesencia de la penuria, pero no"[5].

 

Los primeros contratos editoriales: primeros retrasos y cancelaciones (1845-1849)

Históricamente, el 1 de febrero de 1845 en París, Karl Marx firma con Carl Wilhelm Leske (1821-1896), librero y editor en Darmstadt (Alemania), un contrato de edición de un libro titulado Crítica de la política y la economía política. Este es un libro que debe incluir dos volúmenes en octavo, con una tirada de 2000 ejemplares y por el cual Marx recibe, en materia de derechos de autor, 3 000 francos franceses. No parece que el "autor" tenga una idea muy clara de lo que podría ser el libro, ni de su "carácter más o menos revolucionario"[6] en el momento de la firma.

 

En el contrato no figuraba fecha límite ninguna para la entrega del manuscrito. Lo que fue un error de juventud por parte del editor (él y Marx tenían, respectivamente, 24 y 27 años en 1845), ya que el autor se dedicó rápidamente a otros proyectos. En efecto, Karl Marx decide escribir La ideología alemana, pues le parece "muy importante publicar primero una polémica contra la filosofía alemana y contra el socialismo alemán (...) antes de abordar la evolución positiva"[7]. No obstante, no fue hasta 1846 cuando reanudó la correspondencia con Leske para presentarle nuevas ideas, y para evocar la posibilidad de que un nuevo editor reembolse a Leske el adelanto, al mismo tiempo que Marx reiteraba su deseo de permanecer en su casa editorial…

 

A la sazón, el joven filósofo menciona su "mala salud"[8] para justificar su retraso. Por otra parte, insiste en la obligación que es la suya de tener en cuenta todos los libros publicados recientemente en Inglaterra y Francia, que pueden ayudarle a enriquecer esta creciente nueva crítica cuyo "primer volumen, revisado y corregido, estará terminado a fines de Noviembre"[9]. Sin embargo, el fracaso de la no-publicación de La Ideología empuja a Marx hacia otro panfleto: será La miseria de la filosofía (1847), en respuesta a Proudhon. Escaldado por estos retrasos repetidos, Leske rescinde el contrato en dos ocasiones (1846 y 1847). Marx siente tener durante algún tiempo una deuda moral con el editor sin ser capaz de "saldar la vieja cuenta"[10] con él. A pesar de ello, desde el final de 1849 no hay ningún rastro de comunicación, ni siquiera alusiones a Leske en los volúmenes de la Correspondencia de Marx. El filósofo pedirá a otros editores (Duncker, Brockhaus, etc.) su ayuda para la publicación de la Crítica.

 

Primera introducción y anuncio del plan general (1857-1859)

Después de una pausa, Marx retoma su trabajo de escritura y, especialmente, la acumulación de materiales, notas y borradores. Y una vez en ello, necesita diez años para redactar una introducción general a la Crítica de la economía política (1857) de treinta páginas[11]. Marx no la publica todavía porque piensa que anticipa "resultados todavía no establecidos"[12]. Algunos meses más tarde, una crisis financiera internacional estalla, lo que le hace desear volver a la economía política. Escribe entonces varios folletos desconocidos por Engels él mismo y solamente descubiertos después de la Primera Guerra Mundial[13]. Se trata de los Principios de una crítica de la economía política (1857-1858) o Grundrisse... en alemán. El primero de estos textos fue publicado por Kautsky en 1903, mientras que el segundo fue impreso en Moscú en 1939-1941[14].

 

Es únicamente en 1859 cuando Marx precisa su ambición. En el prólogo a la Crítica de la Economía Política[15], el filósofo indica su proyecto general de dividir en seis rúbricas (primero ‘Cuadernos’, después “Libros”) la presentación del "sistema de la economía burguesa", a saber:

• el capital ;

• la propiedad de la tierra;

• el trabajo asalariado;

• el Estado;

• el comercio exterior;

• el mercado mundial.

Y especifica que los primeros tres puntos conciernen a las "tres clases principales que componen la sociedad burguesa moderna"[16]. Sin embargo, en esta Critica, solo aborda el "capital en general" a través de un desarrollo de más de 150 páginas. Este libro, al igual que sus publicaciones anteriores, recibe muy poca atención por parte de  la comunidad científica[17]. Pero Marx no abandona su trabajo y continúa sus investigaciones.

 

La edición final (1862-1867)

A finales de 1862 Marx cambia su plan y su "modo de exposición". Confiesa que en su primer fascículo (1859), el tema fue tratado de manera abstracta.  Así pues, el segundo fascículo debería ser más concreto y "más fácilmente comprendido." El autor afirma que "el libro incluye sólo lo que debía  ser el tercer capítulo de la primera parte: 'El Capital en general''[18]. Marx respecta, por lo tanto, su plan original presentado en el prólogo de 1859. En ese momento, él cree que todo su trabajo está ya acabado. En realidad, aún le quedan cuatro años antes de finalizarlo.

 

Debido a la cantidad de información procesada en su trabajo, a fines de 1866, debe separar y dividir la que será su obra. Ahora, y este plan no se moverá hasta después de la desaparición del autor, habrá 4 libros:

• Libro I: El proceso de producción del capital;

• Libro II: El proceso de circulación del capital;

• Libro III: Las formas del proceso global;

• Libro IV: Contribución a la historia de la teoría.

Marx afirma que el primer volumen incluye los dos primeros libros. Entonces cada uno de los siguientes libros estará en un volumen diferente: el volumen 2 para el libro III; el volumen 3 para el Libro IV[19]. No obstante, se decide a publicar únicamente el Libro I en 1867 y prefiere seguir trabajando en el Libro II. Su trabajo para el segundo Libro no lo satisface por ahora.

 

Tres años después, en 1869, Marx dice que espera completar "el segundo volumen [Libro II] antes del verano"[20]. Sin embargo, hasta su muerte en 1883, catorce años más tarde, no dejará de acumular información y apuntes. Nunca terminará su obra y dejará que sea Engels (1820-1895) quien lo haga. Mientras tanto, la Comuna de París en Francia – los "parisinos lanzando un asalto al cielo"[21] fuerzan su admiración – y también el AIT le habrán dado muchas ocupaciones intelectuales y profesionales.

 

 

II-Las razones de una tan lenta génesis

 

Si el proyecto científico de la Crítica... , que devendrá  El Capital, apareció temprano en la mente de Marx, se impondría poco a poco como una evidencia a medida que el filósofo alemán dedicaba toda su energía y ambición intelectual a entender los fenómenos económicos y sociales de su tiempo. Pero entonces, ¿cuáles fueron las razones de una génesis tan lenta?

 

La mala salud

En primer lugar, debemos invocar la razón misma dada por el autor en el prefacio de El Capital: "una enfermedad de varios años"[22]. Está sirve de incipit a su trabajo, como si Marx quisiera disculparse. Es cierto que su mala salud preocupaba a todos sus parientes.

 

El "moro" tiene una salud frágil, según se tiene constancia desde 1845. Lo que es debido a un trabajo agotador que le impulsa a leer y escribir "doce horas al día"[23]. Esto también se debe a las condiciones muy difíciles que lo llevan a descuidar su salud y también su higiene. Por lo tanto, los episodios de sus enfermedades crónicas se multiplican hasta el principio de la década de 1870. El ántrax sucede, entre otras enfermedades, a la forunculosis. Marx se convierte en un experto en el arte de distinguirlas. Para curar sus "viejas rosas de sangre"[24] hace regulares curas de arsénico, y toma "pastillas de opio"[25] para otras dolencias.

 

Las controversias y otras preocupaciones de la vida pública y privada

A continuación, hay que mencionar las diversas expulsiones o extradiciones que sufrieron Marx y su familia entre 1843 y 1849. Tras una breve aventura editorial en Prusia, es expulsado y viene con su esposa Jenny von Westphalen (1814-1881) a vivir en París, a fines de 1843. A principios de 1845, es expulsado de Francia por deseo del embajador de Prusia. La pareja se traslada a Bruselas, donde nacerán sus dos primeros hijos. Estos acompañarán a su padre en 1848, cuando es invitado por el Gobierno Provisional de la República Francesa[26] a mudarse de nuevo a la capital de la Segunda República. Pero Marx no se queda en Francia y prefiere participar en la revolución que ve venir en Alemania. Por desgracia, es un fracaso y un año más tarde, en 1849, es expulsado de nuevo de Prusia. Se instalará definitivamente en Londres, después de una temporada en el Morbihan (Francia). Allí nacerán sus últimos niños[27], en particular sus hijas, que asistirán a su padre en su trabajo[28].

 

A esto se suman las muchas controversias a las que se dedica Karl Marx a través de numerosos panfletos u opúsculos (Die Grossen Männer des Exils en 1852, Herr Vogt por ejemplo, en 1860). Sin hablar de su trabajo para la Liga comunista y la Asociación obrera alemana en la década de 1850. Estas cuestiones lo acapararán todavía más a través de la AIT para la que escribirá tres discursos inaugurales en los años 1860.

 

El trabajo independiente

Instalado en Londres, Marx empieza a buscar actividades que le permiten vivir sin trabajar de manera manual, como él dice irónicamente[29]. Porque sus artículos de prensa no se venden en Europa, propone a algunos periódicos estadounidenses ser su corresponsal sobre asuntos europeos. De este modo se convierte en el "colaborador permanente"[30] del New York Daily Tribune. Concretamente, los artículos y las entrevistas escritas para este diario representan su “principal fuente de ingresos"[31] entre agosto de 1851 y marzo de 1862, o sea durante 11 años. Por desgracia, la guerra civil americana interrumpirá esta colaboración y la renta que sacaba de ella. Marx no conseguirá volver a ser colaborador de este periódico, ni siquiera una vez la terminada guerra.

 

Para sostener a su familia, el filósofo alemán se vuelve hacia otras actividades lucrativas, incluyendo un trabajo "en la oficina de Ferrocarriles"[32] Pero su mala letra es inaceptable a los ojos de sus potenciales empleadores: no conseguirá mantener su trabajo. La miseria nunca está lejos y, a menudo "la situación económica alcanza un punto crítico"[33].

 

El final feliz

De hecho, las pocas veces que el enemigo de la burguesía y de los rentistas mejora de forma duradera  la vida de su familia, lo hace gracias a las sucesivas herencias. En primer lugar su esposa Jenny, de ascendencia aristocrática, hereda en 1856 de su madre[34]. Más tarde, el legado de la difunta madre de "Chaley" (otro apodo de Marx) le permitirá mejorar su situación financiera personal y familiar en 1864[35].

 

Durante todos estos años, su fiel amigo Engels constituye un apoyo total. Marx lo reconoce regularmente: "sin él, hace mucho tiempo que habría tenido que ponerme a 'trabajar' "[36]. La correspondencia rebosa de menciones a los préstamos y devoluciones[37] entre las dos familias (Jenny, y a menudo sus hijas, se hacen cargo), impidiendo todo ello a Marx dedicarse a su obra.

 

De cualquier modo, Marx excluye "realizar un trabajo lucrativo antes de que [su] libro esté terminado"[38]. Para ayudarle, Engels, "a través de un settlement [acuerdo]", le permite mejorar definitivamente su situación económica[39]. En concreto, con el dinero de la venta de acciones de su fábrica textil en Manchester, Engels puede dar una renta anual a su amigo Karl Marx. Esto le permite "trabajar serenamente"[40] en su obra. En resumen, Marx se convierte en rentista a partir de 1869.

 

Más allá de la ironía de la historia, Marx aún no podrá dedicar más tiempo a escribir el Libro II de El Capital. Tras la publicación en varios idiomas de su obra magna, Marx, que es multilingüe, dice que sufre de una mala traducción del Libro I, sobre todo en francés[41]. Por lo tanto, debe retocar el texto ampliamente. Según lo escrito por Jenny, este "trabajo, además de la corrección de las pruebas procedentes de Alemania y de su trabajo abrumador para la Internacional, es excesivo"[42]. De hecho, la escritura del Libro II no progresa hasta la muerte de su autor en 1883.

 

 

Conclusión

 

Al final, a pesar de su ambición y energía, Marx no puede hacer nada mejor que publicar una parte del primer estudio de su proyecto inicial. Abandona los otros libros, aunque quedarán cuadernos y borradores en cantidades. Por lo tanto, después de la muerte de su autor, estos "materiales" serán "terminados" y editados por primera vez por Engels (Libro II y III) en 1885 y 1894, y luego por Kautsky (Libro IV) entre 1905 y 1910.

 

En vista del plan general, la publicación efectiva es muy parcial. De las seis rúbricas proyectadas en el prólogo de 1859 ("el capital, la propiedad de la tierra, el trabajo asalariado, el estado, el comercio exterior, el mercado mundial"), sólo un cuarto del Capital será  publicado por su autor, dejando a las otras cinco un destino de proyecto sin fin. Como la roca de Sísifo, la Economía de Marx simboliza la historia de una larga obsesión, una tarea incesante. A pesar de casi cuarenta años de esfuerzos discontinuos (1845-1883), dicha tarea no se verá cumplida. La génesis de El Capital corresponde bien a la imagen de la obra del gran filósofo alemán: congelada, inacabada, pero siendo siempre un proyecto científico todavía abierto y fructífero.

 

 

 

 

REFERENCIAS:

 

Marx Karl, (1965-1994), Œuvres, 4 volúmenes, Bibliothèque de La Pléiade, Edición establecida por Maximilien Rubel, Paris : Gallimard.

Marx-Engels, (1971-1989), Correspondance, Edición establecida por Gilbert Badia y Jean Mortier, 12 volumenes, Paris : Editions Sociales.

Marx-Engels, (1971), Lettres à Kugelmann, Edición establecida por Gilbert Badia, Paris : Editions Sociales.

 

 

 

ANEXO 1: Tabla de abreviaturas utilizadas en Notas de pie de página

 

Titulo

Abreviación

Lettre à Kugelmann

Kug.

Correspondance, tome X

Corr. X

Œuvres (Pléiade): Economie I

Pl. I

Œuvres (Pléiade): Economie II  

Pl. II

Œuvres (Pléiade): Philosophie

Pl. III

Œuvres (Pléiade): Politique I              

Pl. IV

 



[1] Pl. I, p. 547. Para la obra de Karl Marx, usamos la edición francesa de Gallimard (Pléiade) en 4 volúmenes. Para su Correspondencia, usamos las “Editions Sociales” francesas en 12 volúmenes. Ver Anexo 1 en cuanto a las abreviaciones usadas. Agradezco a la Lic. Gema Guttierez-Larripa por su lectura y su ayuda.

[2] Kug., p. 7. La publicación completa de su obra es todavía el objeto de la Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA 1 y MEGA 2).

[3] A causa de su piel morena, Karl Marx fue apodado el « moro » por sus parientes.

[4] Pl. III, p. 425.

[5] Corr. IV, p. 358. Las cursivas son citas de K. Marx.

[6] Corr. I, p. 394.

[7] Corr. I, p. 395-396.

[8] Corr. I, p. 397.

[9] Ibidem.

[10] Corr. II, p. 23.

[11] Pl. I, p. 231-266.

[12] Pl. I, p. 271.

[13] Pl. II, p. 173-174.

[14] Pl. I, p. 269.

[15] Pl I, p. 267-452.

[16] Pl. I, p. 271.

[17] Pl. I, p. 269.

[18] Kug., p. 29.

[19] Kug., p. 52-54.

[20] Kug., p. 121.

[21] Kug., p. 187.

[22] Pl. I, p. 547.

[23] Kug., p. 43.

[24] Kug., p. 99.

[25] Corr. IV, p. 387.

[26] Pl I, p. LXXII.

[27] Tres de los seis hijos de Karl Marx mueren jóvenes: Edgar (1847-1855), Guido (1849-1850) y Franziska (1851-1852).

[28] Poco después de mudarse a Londres con la familia de K. Marx, Hélène Demuth, amiga de Jenny (esposa de K. Marx), da luz a un hijo ilegítimo, Frederick Demuth (1851-1929). Con el fin de no crear un escándalo, el niño es reconocido por Engels, que proporcionará a su educación. A la muerte de K. Marx, su hija Eleanor hace de él un amigo de la familia. En su correspondencia lamenta que su familia no se preocupó mucho de este niño en el pasado. Todavía hay dudas sobre la verdadera identidad del padre de Frederick (Karl Marx?). Marx no hace ningún referencia a Frederick en las 4 000 páginas y más de su larga Correspondencia publicada en francés. Pero es preocupado durante este periodo por esta situación (Pl. IV, p. 1337-1338). Ver W. Blumenberg, Karl Marx in Selbstzeugnissen und Bilddokumenten, Rowohlt, 1962, p. 115 sq. (trad. Fr., Paris, 1967) citado en Pl I, p. LXXIX. Ver Pierre Fougeyrollas, Marx, PUF, Que sais-je ?, Paris, 1992, p. 54. Por fin, ver el articulo web : https://www.marxists.org/subject/marxmyths/terrell-carver/article.htm

[29] Kug., p. 30.

[30] Gilbert Badia in Kug., p.48.

[31] Pocos artículos, de los que Karl Marx escribió para los periódicos norte americanos, fueron traducidos y analizados.

[32] Kug., p. 30.

[33] Kug., p. 47.

[34] Corr. IV, p. 287-289.

[35] Kug., p. 34.

[36] Kug., p. 55.

[37] Cuando muere su hija Franziska Marx, el 14 de Abril 1852, Marx pide dinero prestado para el entierro. El mismo año, debe permanecer enclaustrado en su casa porque ha tenido que empeñar su ropa en el Monte De Piedad local (Corr. III, p. 401-402).

[38] Kug., p. 116.

[39] Ibidem.

[40] Kug., p. 116.

[41] Kug., p. 215.

[42] Kug., p. 223.