Revista Nº21 "ANALISIS ELECTORAL"
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Resumen

 

En el artículo, se analiza el uso de la mercadotecnia gubernamental como instrumento para generar legitimidad y visibilidad social de los gobiernos. En lo particular, se analiza el caso del uso de la mercadotecnia gubernamental en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, México gobernado por los partidos de izquierda (PRD y el PT) a partir del año 2009. Se concluye que, el gobierno municipal de Enrique Alfaro en Tlajomulco sustentó su éxito y reconocimiento social y político en el ejercicio de un buen gobierno y en la adecuada comunicación de sus resultados. Es decir, se confirma el postulado que señala que  “gobernar es hacer y comunicar.”

 

Palabras clave. Mercadotecnia gubernamental, municipios de izquierda, Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, México, administración 2009-2012, caso exitoso, gobernar y comunicar. 

 

 

 

 

Abstract

 

In this article we analyze the usage of governmental marketing to generate political legitimacy and social visibility. We specifically analyze the case of Tlajomulco de Zúñiga township in Jalisco, México under a leftist government (PRD and PT) since 2009. Owing to a good public management and an appropriate communication of the results, Enrique Alfaro‘s government in Tlajomulco reached the success.  The hypothesis that states that “government is action and communication” is true.

 

Key words: governmental marketing, leftists’ townships, Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, Mexico, 2009-2012 term, successful case, govern and communicate.

 

 

 

 

Procesos electorales y mercadotecnia gubernamental

en municipios gobernados por la Izquierda:

El Caso de  la Ciudad de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, México.

 

Andrés Valdez Zepeda*

Delia Amparo Huerta Franco**

Sergio Díaz González ***

 

 

 

 1. Introducción

 

Tradicionalmente, la izquierda mexicana[1] ha sido recelosa en el uso de la mercadotecnia política como instrumento para ganar elecciones y legitimar a sus gobiernos. Esto contrasta con el uso intensivo que han hecho de la mercadotecnia otras fuerzas políticas del país, ya que tanto los priistas como los panistas han utilizado mejor y de forma más intensiva esta herramienta para alcanzar posiciones de representación pública y para tratar de legitimar socialmente a sus gobiernos.  

 

En parte, esta reticencia se debe al hecho de que la mercadotecnia política, como hoy la entendemos, nació en los Estados Unidos de Norteamérica en la década de los cincuentas del siglo XX (Kotler y Kotler, 1999, Maarek 1994 y Salgado, 2002).  Es decir, como su origen fue en una potencia capitalista, una parte importante de la izquierda mexicana la consideraba como un instrumento más de dominación del imperialismo yanqui y, por lo tanto, no habría que confiar mucho en ella.

 

Sin embargo, con el proceso de transición política hacia la democracia que experimentó América latina (Alonso 2000,  Schmitter y Lynn Karl 1993) a partir de la década de los ochentas, que trajo como consecuencia un mayor nivel de competitividad política (Ai Camp, 1993) y una mayor pluralidad partidista, la izquierda mexicana empezó a utilizar, con sus reservas, esta herramienta para ganar elecciones y tratar de legitimar a sus gobiernos.

 

De esta forma, el mapa político electoral del país empezó a diversificarse y la alternancia en los gobiernos a nivel estatal y municipal  se normalizó en la que no sólo el Partido Acción Nacional (PAN) ganaba elecciones, sino también los partidos de izquierda. De hecho, uno de los primeros gobiernos de izquierda a nivel municipal se dio en Juchitán, Oaxaca a inicios de la década de los ochentas (1982), donde el Partido Socialista Unificado de México[2] (PSUM) en alianza con la Coalición Obrera, Campesina y Estudiantil del Istmo (COCEI) ganó la presidencia municipal con Leopoldo de Gibes como su candidato.

 

Fue así como la opción armada para impulsar el cambio político en México, muy popular durante la década de los sesentas y setentas entre los grupos de izquierda, cedió su lugar a la lucha pacífica por medios electorales para tratar de cambiar el sistema político mexicano. Todo esto cobijado por las oportunidades que generó la nueva ley electoral promulgada por José López Portillo en 1977.[3]

 

En 1989, se fundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con la fusión del PSUM, el Partido Mexicano Socialista (PMS) y una parte de ex militantes y dirigentes priistas (Cansino 2001). Bajo su nuevo nombre, la izquierda partidista amplió su presencia y fue conquistando diferentes espacios de representación pública. 

 

En 1989, el PRD gobernó 94 municipios; en 1990, el número aumentó a 123; en 1991, ganó dos más para llegar a los 125. En 1992, el número de municipios gobernados descendió a 117. En junio de 1993, el PRD gobernaba 90 municipios en 12 entidades federales. Uno en Durango, 13 en Guerrero, uno en Jalisco, tres en el Estado de México, 42 en Michoacán, uno en Morelos, 14 en Oaxaca, cinco en Puebla, uno en Tabasco, uno en Tamaulipas, dos en Tlaxcala y seis en Veracruz. Para la misma fecha la representación del PRD en los congresos locales fue de 83 diputados. [4]

 

En las elecciones de 1997, la izquierda ganó varias posiciones importantes como la jefatura de gobierno del Distrito Federal a cargo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y la mayoría de escaños en la asamblea legislativa.  En 1998, también el PRD ganó la gubernatura de Zacatecas y en el 2001 la de Michoacán.

 

De esta forma, la izquierda partidista empezó a consolidarse como una opción de gobierno y fue utilizando las herramientas que le permitieran ser más competitivo en la arena electoral y que le ayudaran a generar consensos sociales una vez en el gobierno.

 

Para el año 2000, la izquierda representada por el PRD, el PT y el Partido Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) ya utilizaban de lleno la mercadotecnia política como una herramienta para tratar de ganar elecciones y legitimar a sus gobiernos, tanto en el ámbito estatal como municipal. 

 

En el caso de Jalisco, la izquierda logró ganar en el 2006 en diez municipios entre los que sobresalieron  Cocula, Tala y San Martín Hidalgo.[5] En la elección del 2009, también la izquierda ganó en  10 municipios, nueve por el PRD[6] y uno por Convergencia,[7] sobresaliendo Ahualulco del Mercado, Tala y Tlajomulco de Zúñiga. Este último municipio fue ganado por la alianza entre PT y PRD.

 

Tlajomulco de Zúñiga es un municipio conurbado de la Zona Metropolitana de Guadalajara de mayor crecimiento poblacional en la última década, con una población de 416, 626 habitantes, de acuerdo al Censo de Población y Vivienda del 2010. El municipio fue gobernado[8] por Enrique Alfaro  Ramírez,[9] quien figuró como uno de dos candidatos mejor posicionados para ganar la gubernatura de Jalisco en el 2012.[10] 

 

En el presente escrito, se analiza el uso de la mercadotecnia, en su dimensión gubernamental, como parte de las estrategias que utilizó el entonces alcalde de este municipio, Enrique Alfaro, para construir y aumentar la legitimidad social y posicionarse como un político competitivo que casi logra ganar la contienda electoral para la gubernatura del estado de Jalisco en el año 2012.

 

2. La Mercadotecnia gubernamental

 

La mercadotecnia gubernamental, como disciplina,  se encarga del estudio del proceso de intercambio político voluntario que se da entre ciudadanos y gobernantes (Valdez, 2004). Como área pragmática de la política, la mercadotecnia se encarga de construir legitimidad[11] social de los gobiernos y consenso de los ciudadanos respecto de sus gobernantes.[12] Esta sub-disciplina incluye, entre otras cosas, la investigación[13] y segmentación de mercados,  el diseño de estrategias de persuasión, la comunicación social, la imagen, así como el diseño e implementación de políticas públicas para satisfacer las necesidades y expectativas de la población (Fernández y Hernández, 2000). 

El objetivo central de la mercadotecnia gubernamental tiene que ver con la construcción de legitimidad, el afianzamiento de la gobernabilidad,[14] la construcción y mejoramiento de la imagen de gobierno, así como, la promoción de los territorios, bienes y servicios con los que cuenta una determinada comunidad.  Además, la mercadotecnia gubernamental está orientada a “vender” los servicios públicos, las políticas públicas y las acciones de los gobernantes (Chávez López, 2006) .

De igual forma, la mercadotecnia ayuda a resarcir el desgaste producido por la acción de gobierno, así como, a afrontar o prever las crisis de legitimidad. Como es bien sabido, la democracia es un sistema político que reclama y requiere insistentemente una legitimidad social. De ahí que la mercadotecnia se constituya como un instrumento importante en el proceso de construcción de dicha legitimidad.

 Afianzar la legitimidad a los gobiernos, que les ha dado el elector en las urnas a través de la construcción de consensos, asegurar la gobernabilidad y generar certidumbre a la sociedad, son los objetivos centrales que busca alcanzar toda estrategia de mercadotecnia gubernamental. Además, el alcanzar estos propósitos,  ayudará a mejorar el posicionamiento de los gobernantes ante la ciudadanía e incidirá en su futuro político.

De cierta manera, la mercadotecnia gubernamental nace como una estrategia para recuperar la credibilidad social ante lo efímero de los consensos electorales. De esta forma, es producto de la crisis de legitimidad de los gobiernos, ya que lo que busca es recuperar, construir y mantener dicha legitimidad. Es decir, la mercadotecnia es, por un lado,  producto de la democracia capitalista y, por el otro, surge como una respuesta a la crisis de legitimidad.

En el caso del entonces alcalde de Tlajomulco, Enrique Alfaro Ramírez, la mercadotecnia gubernamental la  utilizó como instrumento para lograr una mayor visibilidad social, un alto posicionamiento político y una mejor imagen, así como para fomentar la participación y cooperación de los diferentes grupos y sectores sociales en torno a sus acciones y programas de gobierno, para la construcción de consensos, la aceptación y el respaldo ciudadano, y en general, para hacer aceptable (popular) entre la población, más allá de sus fronteras, sus  propósitos, acciones y políticas de gobierno.

 

3. Los fobiernos de izquierda en México

 

La palabra izquierda como referente político-ideológico data de la revolución francesa, cuando un grupo de parlamentarios, llamados Jacobinos, que estaban a favor del progreso social, la igualdad, el cambio político, la abolición de la monarquía y la instauración de la República como nueva forma de gobierno, se agrupaban en la parte izquierda del recinto legislativo, mientras que los parlamentarios conservadores que estaban a favor de la monarquía, llamados girondinos, apoyaban el status quo (al rey), enfatizaban más en la paz y la estabilidad a toda costa y  se oponían al cambio, se sentaban a la derecha (Bobbio, 2001).  

 

Hoy día, el término izquierda se usa para denotar un gobierno o partido que está a favor del progreso y el bienestar social, alguien que lucha por terminar con la lacerante desigualdad económica, la marginación y la pobreza, alguien que lucha por una mejor distribución de la riqueza, apoya la instauración de un Estado laico y cree firmemente en la educación pública y en la democracia como la mejor forma de gobierno.

 

En el contexto de México, un gobierno de izquierda se caracteriza por impulsar políticas públicas orientadas a reforzar el estado de bienestar, promover la equidad y la justicia social. Es un gobierno que cree, defiende y materializa los derechos sociales, ofreciendo servicios públicos de calidad en beneficio de todos, principalmente para los que menos tienen.

 

Un gobierno que apoya especialmente, a través de sus decisiones y programas, a los grupos vulnerables, sean estos adultos mayores, obreros, campesinos, indígenas, madres solteras o jóvenes. Un gobierno que se preocupa y ocupa no sólo en generar empleos y una mayor riqueza, sino también busca un reparto más equitativo. 

 

Un gobierno que lucha contra la opresión, el caciquismo, el clientelismo y el corporativismo, como formas feudales de hacer y entender la política.  Un gobierno que cree y apoya la educación pública, laica y gratuita, ya que considera que ¡Sin educación, no hay futuro para México!

 

Es un gobierno diferente, ya que promueve abiertamente la participación ciudadana, concibe a la política como medio y no como fin y trabaja arduamente para generar políticas públicas que beneficien a la gente, especialmente a los grupos más marginados.     

 

Es un gobierno mejor porque cree y practica la democracia, como medio para tomar decisiones que beneficien a todos. Un gobierno que impulsa e implementa diferentes acciones y programas concretos para erradicar la corrupción, el autoritarismo y el abuso  de las estructuras municipales.  

 

Es un gobierno humanista que respeta escrupulosamente los derechos humanos, que considera al individuo como el eje del desarrollo nacional, responsable de sus actos y decisiones. Es decir, considera al hombre, a nadie más, como el arquitecto de su propio destino.

 

Un gobierno incluyente y tolerante hacia las otras ideas políticas, pero firme en sus convicciones, que impulsa políticas de equidad de género y atención a los grupos indígenas. Un gobierno de resultados, que trabaja siempre anteponiendo el interés colectivo por encima del interés personal, que busca soluciones estructurales a los problemas de la crisis, la inseguridad, el desempleo y la pobreza. Un gobierno transparente que rinde cuentas a los ciudadanos sobre sus actos y decisiones, que administra los recursos públicos con probidad y honradez.

 

Un gobierno que sabe comunicarse con la gente, porque es del pueblo, surge del pueblo y trabaja para el pueblo.  Un gobierno cercano a la gente, humilde y abierto a la opinión de los demás. Un gobierno que considera la política como el arte de servir a los demás, que sabe gestionar de forma creativa e inteligente los afectos de la gente.

 

Un gobierno solidario, impulsor del cooperativismo y el empoderamiento de la sociedad, que ayuda, promueve e impulsa el apoyo a los sectores y grupos que más lo necesitan. Un gobierno fraterno y responsable, que siempre cumple su palabra y los compromisos asumidos.   

 

Un gobierno eficiente y proactivo, centrado en generar buenos resultados, que invariablemente atiende a la gente con una actitud positiva. Alguien que no se “encierra en su oficina,” ni es esquivo e insensible ante los problemas de la sociedad. Un gobierno que “agarra al toro por los cuernos” y  toma  decisiones necesarias y  oportunas. 

 

Un gobierno competitivo, que genera las condiciones necesarias para que la sociedad agregue valor a sus procesos productivos, pero que siempre se muestra respetuoso del medio ambiente y la naturaleza. Alguien que impulsa políticas públicas sustentables, que actúa localmente, pero siempre con una visión global.  

 

Un gobierno facilitador, que ayuda a los diferentes sectores sociales e impulsa el desarrollo económico, político y cultural de la sociedad. Que se capacita y actualiza continuamente para   mejorar su liderazgo

 

Un gobierno que rescata lo mejor de nuestras tradiciones culturales e históricas, que considera a la independencia y  la revolución como los dos grandes movimientos libertarios y que cree y admira a los héroes que nos dieron patria. Un gobierno que tributa y reconoce el legado de patriotas como  Hidalgo, Morelos,  Zapata, Villa y Lázaro Cárdenas. 

 

En fin, un gobierno comprometido con la justicia social, la equidad, la igualdad y la libertad. Que sabe muy bien que su función central es construir una nueva sociedad, más justa, más equitativa y más libre.

 

En el caso de Tlajomulco de Zúñiga, el gobierno municipal en el periodo 2009-2012 no sólo fue de izquierda porque fue postulado durante la campaña electoral y abanderado por el PRD y el PT,[15] sino también porque impulsó una serie de políticas públicas que los define como un gobierno de izquierda, como se vera a continuación.

 

 

4. El gobierno de Tlajomulco de Zúñiga

 

 

El gobierno de Enrique Alfaro fue electo en julio del 2009 por una diferencia de 7 por ciento de votos por encima de su más cercano contendiente, el candidato del PRI, Ángel García Márquez. En total sufragaron cerca de 28 mil ciudadanos por la formula integrada por el PRD y el PT.

Desde el inicio del periodo gubernamental, el alcalde de Tlajomulco planteó su programa de trabajo dividido en 5 ejes: 1.-Gobierno para un nuevo municipio, perteneciente al Área Metropolitana; 2.-Histórico Programa de Obra Pública, 3.-Un Gobierno que piensa en la gente, con programas sociales con fondos municipales; 4.-Poniendo Orden en Tlajomulco, referente al programa de regularización de fraccionamientos y 5.- Un Gobierno Trabajando, mejorando los servicios públicos y brindándolos a toda la población.

 

Sin embargo, lo que le resultó de mayor trascendencia, tanto a nivel local como nacional, fue el impulso de ciertos proyectos de alto impacto en la opinión pública, como el presupuesto participativo, la consulta sobre la revocación del mandato y, en general, los resultados en materia de obra pública y el impulso de programas sociales, mismos que fueron bien comunicados a la población. A continuación, se describen brevemente estos programas y proyectos.

 

a. Proyectos de alto impacto político.

 

Primero, en enero del 2011, el ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga impulsó el proyecto de gobierno denominado Presupuesto Participativo, en el que la población decidió, a partir de una bolsa de 20 millones de pesos, tres obras de infraestructura para el municipio,  como parte de este proyecto; el 15 por ciento de lo recaudado del impuesto predial fue destinado para lo que los ciudadanos eligieron. De esta forma, en las doce recaudadoras del gobierno municipal se instalaron urnas para que los pobladores de Tlajomulco de Zúñiga depositaran una ficha con la obra que consideraban la más importante para el municipio, de una cartera de 28 proyectos posibles.[16]Esta nueva política de fomento de la participación ciudadana[17] le generó mucha visibilidad mediática y aceptación por parte de diferentes sectores sociales de Jalisco. 

Segundo, el 25 de septiembre del 2011, se realizó en Tlajomulco una consulta pública[18] sobre la Revocación del Mandato,[19] en la que los ciudadanos fueron consultados para decidir sí debería continuar o no como alcalde Enrique Alfaro.[20] En este ejercicio participaron cerca de 18 mil ciudadanos que representó el 11 por ciento del listado nominal de electores del municipio. De acuerdo a los resultados, el 96 por ciento aprobó la gestión del alcalde y votaron a favor de su continuidad. Esta consulta ciudadana, publicitada a nivel estatal y nacional, le redituó muchos bonos políticos al alcalde, principalmente entre los sectores más progresistas de México. 

 

Tercero, las acciones de gobierno en materia de combate a la corrupción y castigo a los altos funcionarios de la anterior administración,[21] la exigencia para que todos pagaran sus impuestos (incluyendo el aeropuerto Internacional Miguel Hidalgo de Guadalajara[22] y las empresas de publicidad de espectaculares), la abundante construcción de obra pública,[23] el desarrollo de la infraestructura vial, la construcción de centros de salud y de centros comunitarios, la construcción y/o remodelación de unidades deportivas, la construcción de la Universidad Politécnica, la construcción del malecón en la Laguna de Cajititlán,[24] así como un plan de austeridad gubernamental y diferentes acciones en  materia de seguridad pública.[25]

 

De esta forma y mediante el uso de una inteligente estrategia de comunicación, poco a poco  Enrique Alfaro logró posicionarse como uno de los mejores gobiernos de Jalisco y como un serio aspirante a la gubernatura del estado.  

 

b. Las políticas de comunicación

 

La mercadotecnia gubernamental es una herramienta indispensable para alcanzar diferentes objetivos, sean estos políticos, económicos, organizacionales o sociales. En el campo de las políticas públicas, la mercadotecnia juega un papel muy importante, ya sea con los públicos externos o internos, tratando de generar consensos sociales o el apoyo para un plan, programa o una determinada decisión de gobierno, a pesar de que ésta pueda ser controvertida o impopular.

 

De esta forma, la mercadotecnia se convierte en el eje rector de toda política pública, ya que no puede haber política sin comunicación y no puede haber comunicación sin política. De hecho, la política es, en gran medida, comunicación y la comunicación no puede ser concebida sin el establecimiento de una política que le dé rumbo y la dote de objetivos y propósitos específicos.

 

La mercadotecnia como un medio, creativamente utilizado, ayuda a “vencer” las resistencias de los miembros de una organización al cambio, a generar consensos sociales y dota de visibilidad mediática a quienes saben utilizarla.

 

La mercadotecnia también ayuda a superar momentos de crisis, representando la  estrategia ideal para salir airosa de una crisis organizacional, sea producto de un escándalo, un error, una situación de ingobernabilidad o un problema determinado.  

 

En el caso de Alfaro, la mercadotecnia fue utilizada de diferente forma y magnitud.

 

Primero, a través del uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, ya que tanto el municipio como el presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga, Enrique Alfaro Ramírez, utilizaron la web y  las redes sociales para transmitir su postura respecto a los temas más importantes de la agenda metropolitana. En lo particular, el entonces alcalde dispuso de una cuenta personal en Facebook y en Twitter, utilizó el Youtube y la internet para comunicarse con los ciudadanos y ofrecer servicios públicos municipales, como el pago del predial o la expedición de actas de nacimiento, entre otros.

 

Segundo, a través de una política agresiva de presencia en medios de comunicación, principalmente la radio, la televisión y la prensa escrita, mediante entrevistas, notas informativas y participación en eventos académicos, políticos y sociales.

 

Tercero, mediante una campaña de comunicación a través de bardas, espectaculares, trípticos, dípticos, calcomanías y objetos utilitarios.

 

Cuarto, mediante sus visitas a las comunidades, la inauguración de obras y la puesta en marcha de diferentes programas y acciones de gobiernos.

 

Quinto, la comunicación principal de Enrique Alfaro, visible a la ciudadanía, fueron los resultados de gobierno, principalmente en materia de  infraestructura, servicios públicos municipales,  parques y jardines, obra pública, regulación de fraccionamientos inmobiliarios  y, como se comentó, el impulso de procesos de participación ciudadana entorno a asuntos de gobierno.

 

 Al inicio de su administración, su slogan fue “Un gobierno a prueba”. Al final, después del proceso de ratificación del mandato mediante consulta popular, su lema fue “Un gobierno aprobado”.

 

 

5. A manera de conclusión

 

Uno de los retos de los nuevos gobiernos en los países con democracias emergentes es el imperativo de realizar una comunicación más efectiva con los ciudadanos. De hecho, en esta vertiente podemos asegurar que sólo existen tres tipos de gobiernos. Primero, aquellos que gobiernan bien y comunican mal. Segundo, aquellos que gobiernan mal y comunican mal y, tercero, aquellos que gobiernan bien y comunican mejor. Estos son los que verdaderamente trascienden.

 

En el caso de Tlajomulco de Zuñiga, su gobierno municipal trascendió y logró un importante reconocimiento social y político, no sólo por las obras, programas y acciones realizadas, sino también por saber comunicarlas adecuadamente. Es decir, el gobierno de izquierda que encabezó Enrique Alfaro  aplicó muy bien el principio de que “gobernar es hacer y comunicar”.

 

De hecho, como ha quedado demostrado en otros casos a nivel municipal, un buen gobierno pero con una mala comunicación, fracasa inevitablemente porque la gente lo desaprueba y lo rechaza. En cambio, un gobierno con menos méritos, pero que sabe comunicarlo bien, seguramente conquista el respaldo popular.

 

En este sentido, bien se puede concluir que tener éxito o no en el gobierno es, muchas veces, una resultante de cómo se construyó su dimensión comunicativa. De igual forma, se puede señalar que desde la perspectiva de la comunicación y las percepcioneses tan ineficiente un gobierno que no hace nada y dice mucho, como aquel que hace pero no dice.  Esto es, no basta sólo con trabajar intensamente, también es indispensable transformar y/o moldear la percepción que tiene la sociedad.

 

Esto es lo que  hizo, en gran medida, el gobierno de Enrique Alfaro en Tlajomulco, quien valiéndose del uso de la mercadotecnia gubernamental, publicitó sus resultados de gobierno, construyó una “marca política exitosa” sobre su persona[26] y se posicionó,[27] según las encuestas y los resultados electorales,[28] como uno de los contendientes con posibilidades reales para ser electo como gobernador del Estado de Jalisco, a pesar de participar en algunos escándalos, como el viaje a la habana Cuba.[29]  

 

De hecho, por primera vez en la historia de la ciudad de Tlajomulco de Zúñiga, un alcalde  alcanza el tamaño y el capital político necesario para aspirar a ocupar la máxima magistratura del estado o, al menos, incidir en el resultado de la elección.[30]   


Bibliografía

 

Ai Camp, R. (1993). Politics in Mexico, New York: Oxford University Press.


Alonso, J. (2000). Democracia Incipiente, Guadalajara: Ed. ITESO.

 

Bobbio, Norberto (2001). Derecha e izquierda, Madrid, Suma de letras, 2001.

Cansino, C. (2001). La Transición Mexicana 1977-2000, editorial, CEPC: México.

 

 

Fernández, C. & Hernández, S. (2000). Marketing Electoral e Imagen de Gobierno en Funciones,  México: Ed. McGraw Hill/Interamericana Editores, S.A. de C. V., México.

 

Kotler, P. & Kotler N. (1999). Political Marketing: Generating Effective Candidates, Campaigns and Causes, en Newman, B., Handbook of Political Marketing, Londres: Sage.

 

Maarek, J. P. (1994), Political marketing and communication, John Libbey,  Londres.

 

 

Valdez Z. A. (2004). Mercadotecnia Gubernamental, México: Universidad de Guadalajara.

 

 

Anexo 1

 

Resumen de logros del gobierno municipal en su

primer año de trabajo, 2010.

 

1.      Impulso de un plan de austeridad que permitió 56 millones de ahorros.

2.      Inversión de más de 150 millones para combatir inundaciones

3.  Más de 1000 millones invertidos en obra pública

4.  Uniformes y Útiles Escolares gratuitos a todos los niños de Tlajomulco

5.  Apoyo para Adultos Mayores, Becas para Guarderías, Apoyos para Jefas de Familia

6.  Construcción de la Red de Ciclovías, rehabilitación de Adolf Horn,

modernización de Avenida Concepción

7.   Inversión de 400 millones en infraestructura carretera y vialidades.

8.  Inversión de más de 80 millones en recuperación de espacios públicos.

9.   Más de 150 millones para el rescate de Cajititlán

10.              Arranque de la ampliación 8 de Julio, ampliación de la Prolongación Colón, avance en construcción del Circuito Sur.

11.              Inversión en centros de salud por 7 millones, inversión en escuelas por 12 millones y en unidades deportivas 40 millones.

 

               Anexo 2

 

Resumen de logros del gobierno municipal  en

su segundo año de labores 2011

 

1.      Construcción del nuevo edificio administrativo

2.      Rescate del Centro histórico de Tlajomulco

3.      Rescate de la rivera de la laguna de Cajititlán

4.      Ampliación de la Avenida Adolf Horn, 8 de julio, prolongación Colon, Av. Concepción  y Camino real a Colima.

5.      Construcción del nodo de la Arena VFG

6.      Construcción de 11 unidades deportivas

7.      Construcción de 20 obras para el abastecimiento del agua y el drenaje.

8.      Construcción de la Unidad de la Zona Valles

9.      Programa de útiles escolares gratuitos para los alumnos de educación básica.

10.   Conclusión del Circuito Metropolitano Sur

11.   Plan de Autoridad y Ahorro

12.   Modernización del mercado municipal

13.  Centro Universitario de Tlajomulco de la Universidad Politécnica

14.  Programa de policía de proximidad social (construcción de 16 módulos).

15.  Captación privada por más de 227 millones de dólares.

 

Acerca de los autores

 

*Andrés Valdez Zepeda. Maestro en administración pública y doctor en estudios latinoamericanos con especialidad en ciencia política por la Universidad de Nuevo México. (USA). Autor de los libros Campañas electorales inteligentes, La guerra sucia en las campañas electorales, Estrategia total en campañas electorales: estudios de casos exitosos,  y El arte de ganar elecciones. Miembro  del sistema nacional de investigadores. Profesor de la Universidad de Guadalajara azepeda@cucea.udg.mx

 

**Delia Amparo Huerta Franco es profesora investigadora del CUCEA de la Universidad de Guadalajara. Trabaja también como asistente de investigación. Su línea de investigación es la comunicación organizacional.

 

 

***Sergio Díaz González.  Maestro en ciencias de la educación en el área de planeación educativa. Profesor universitario desde 1983 en la Universidad de Guadalajara, delgado académico del CUCEA de la División de Gestión Empresarial 2002-2004 y 2004 -2006. Ha participado activamente en cuatro campañas nacionales y seis a nivel local. Actualmente, se desempeña como docente en el departamento de Administración de la Universidad de Guadalajara.

 



[1] La izquierda partidista en México está representada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y el Movimiento Ciudadano (MC) antes Partido Convergencia. El PT fue fundado el 8 de diciembre de 1990 y el MC en el año 2011. El PT nace a partir de la coordinación de diversas organizaciones sociales como el Comité de Defensa Popular de Chihuahua y el de Durango, el Frente Popular de Lucha de Zacatecas, el Frente Popular "Tierra y Libertad" de Monterrey, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, la Coordinadora Nacional "Plan de Ayala" y el Movimiento Magisterial Independiente, Su “cercanía” con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari también  ayudó mucho a consolidarse como partido. El Partido Convergencia fue creado en 1999 por miembros de la sociedad civil y antiguos miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y otras fuerzas políticas.

[2] EL PSUM fu fundado en 1982 y es el antecedente institucional del Partido de la Revolución Democrática  (PRD) fundado en 1989.

 

[3] Esta ley fue la Ley de Procedimientos Políticos y Procesos Electorales, conocida como LOPPE.

 

[4] En Michoacán, nueve; en Estado de México, ocho; en el Distrito Federal, siete asambleístas; en Veracruz, seis; en Tabasco y Nayarit, cinco; en Baja California y Oaxaca, cuatro; en Guerrero, Hidalgo y Morelos, tres; en Coahuila, Jalisco, Quintana Roo, Sinaloa, Tlaxcala, Zacatecas, dos. Mientras que en Aguascalientes, Campeche, Chiapas, San Luis Potosí, Sonora, y Tamaulipas, consiguió al menos un diputado. En Yucatán fue la única entidad que en este periodo el PRD no tuvo representación en el poder legislativo estatal.

 

[5] Otros municipios donde el PRD ganó las elecciones en este año fueron Acatlán de Juárez, Casimiro Castillo, La Manzanilla de la Paz, Ojuelos, Poncitlán, San Sebastián del Oeste y Tapalpa.

 

[6] Los municipios ganados fueron Ahualulco del Mercado, Hostotipaquillo, Mazamitla, Poncitlán, San Gabriel, Sayula, Tala, Teuchitlán y Tlajomulco de Zúñiga.

 

[7] El PC ganó en Arandas, un municipio localizado en los altos de Jalisco.

[8] El actual presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga es Ismael del Toro, postulado por la coalición electoral integrada por el PT y Movimiento Ciudadano.  De acuerdo con los resultados electorales, esta coalición obtuvo 54, 184 votos y la coalición integrada por el PRI y el Partido Verde Ecologista de México, 25,029 votos. Por su parte, el candidato del PAN, Andrés Zermeño, logró 20,278 votos y el candidato del PRD, Quirino Velázquez,  21,939 votos. 

 

[9] Alfaro Ramírez fue diputado local entre los años 2006 y 2009 y regidor por el mismo municipio en los años 2003-2006. Hoy día es el líder de la organización denominada  Movimiento Ciudadano de Jalisco.

 

[10]  De acuerdo a cifras oficiales, Alfaro obtuvo el 34.27 por ciento de los votos, Jorge Aristóteles Sandoval, candidato de la coalición PRI-PVEM, un 38.63 por ciento. Fernando Guzmán Pérez Peláez, candidato del PAN, logró un 19.85 por ciento, Fernando Garza Martínez, abanderado por el PRD,  un 3.4 por ciento y  María de los Ángeles Martínez, candidata del Partido Nueva Alianza, obtuvo un 1.36 por ciento de los sufragios.

[11] La legitimidad es la justificación ética del origen del poder, del ejercicio del mando político, de la procedencia y aplicación de la ley o de cualquier otro acto de la autoridad. Esto significa, que los gobiernos pueden ser legítimos en su origen (voluntad popular electoralmente expresada) y en su ejercicio (acción gubernamental).

 

[12] Los antecedentes de lo que hoy entendemos por mercadotecnia gubernamental, los podemos encontrar en la obra antigua de Marco Tulio y Julio César.  El primero, cuando fue Cónsul de Roma,  escribió el  libro “Para el buen gobierno de una provincia,”  en el año LIX a.C. En este documento, se le ofrecía una serie de recomendaciones a su hermano, Quinto Cicerón, quien gobernaba las provincias de Roma en Asia Menor, de lo que debería hacer para gobernar mejor e impactar en la percepción de sus gobernados (Rubach, 2003). Por el otro lado, Julio César fue el primer creador de un periódico gubernamental, llamado el Acta Diurna Populi Romani. Este periódico se colocaba diariamente en los muros para información de todos los ciudadanos sobre las acciones del gobierno.

[13] La investigación del mercado incluye, entre otras cosas, el diagnóstico de necesidades y aspiraciones de los ciudadanos, el estudio de la opinión pública sobre temas y acciones de gobierno en momentos y coyunturas específicas, la apreciación de los usuarios de los servicios públicos y la evolución de la percepción social de calidad de dichos servicios, la imagen del gobierno y sus titulares, el estudio del grado de respaldo social a los programas y acciones de gobierno, el monitoreo de los medios de comunicación y de las acciones y declaraciones de lideres opositores, así como de tendencias administrativas y políticas en relación con la responsabilidad del ámbito gubernamental de que se trate.

[14] La gobernabilidad, por su parte, que puede ser consecuencia de la legitimidad, se refiere a la capacidad de mando, de conducción política y de disciplina democrática de una sociedad. Esto implica, el apoyo ciudadano, legitimación de la autoridad y confianza en su liderazgo.

 

[15] Enrique Alfaro fue militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), bajo cuyas siglas compitió en el 2003 para ocupar la presidencia de Tlajomulco, pero no ganó. Después, se paso a la coalición de izquierda integrada por el  PRD-PT. En el 2012, contendió como candidato del partido Movimiento Ciudadano, aunque él manifestó públicamente no tener ninguna membresía partidista.

 [16] El 30 de agosto del 2011, fue inaugurado por el alcalde, la obra de reconstrucción del camino Santa Anita-libramiento San Sebastián-Santa María Tequepexpan, primera obra construida con recursos del llamado Presupuesto Participativo en Tlajomulco de Zúñiga –con el 15 por ciento de lo recaudado por el impuesto predial al inicio del año.

 

[17] Se publicitó que en Tlajomulco la población decide en que se gasta el impuesto predial.  De acuerdo al alcalde de Tlajomulco, producto de este ejercicio, el ayuntamiento aumentó en un 30 por ciento el monto de la recaudación del impuesto predial con respecto a lo que se dio en el año anterior.

 

[18] El 8 de septiembre de 2010, se instaló un consejo consultivo para la consulta ciudadana, integrado por representantes de asociaciones civiles de Tlajomulco, como empresarios, ganaderos, ejidatarios, profesores, comerciantes y vecinos, quienes asumieron la tarea de diseñar las reglas del juego para realizar la consulta de ratificación de mandato. Además, el 13 de septiembre el Pleno del Ayuntamiento de Tlajomulco aprobó por unanimidad el Manual para la consulta ciudadana. En ese documento, se fijaron las bases y las reglas del juego para realizar el proceso de consulta.

[19] Una iniciativa similar presentada por organizaciones de la sociedad civil, con efecto vinculatorio, para todos los municipios de Jalisco, fue  desechada por el Congreso local. Sin embargo, en Tlajomulco de Zúñiga si se aplicó y el cabildo municipal la aprobó con carácter vinculatorio para este municipio.

 

[20] En 2008, siendo diputado local, Enrique Alfaro presentó una iniciativa de ley para legislar la figura de revocación de mandato en el estado Jalisco, la iniciativa fue rechazada por un voto en contra. Durante su campaña como candidato a la presidencia de Tlajomulco en el 2009, Enrique Alfaro se comprometió a someter su gobierno a un proceso de evaluación para que los ciudadanos decidieran si continuaba o no como alcalde. El compromiso, firmado ante notario público, fue que declinaría a su carrera política si la ciudadanía no aprobaba su gobierno.

 

[21] Alfaro interpuso en diciembre del 2010, ante el Congreso del Estado, una denuncia de juicio político contra el ex alcalde panista, Antonio Tatengo Ureña por anomalías en su administración que rebasan los 100 millones de pesos. El 26 de octubre de 2010, la Comisión de Vigilancia del Congreso local fincó cargos a la gestión de Tatengo por 171 millones de pesos. A fines de noviembre del 2001, el Congreso del Estado de Jalisco, con base en la recomendaciones de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco, fincó, cargos en contra del anterior alcalde, Antonio Tatengo por un total de 346 millones 509 mil 930 pesos.  De esta cantidad, 177.05 millones de pesos corresponden al 2008 y 169. 45  millones al 2009. 

 

[22] En el 2010, el ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga emprendió acciones para el cobro de las licencias municipales a los establecimientos comerciales del aeropuerto. Logró  que casi el 100 por ciento pagaran los impuestos correspondientes. Además, emprendió acciones jurídicas para que el aeropuerto también pague el impuesto predial y el estacionamiento al municipio.

 

[23] Enrique Alfaro obtuvo el apoyo y una suma importante de  recursos económicos por parte del gobierno del estado, mismos que se invirtió en obra pública, infraestructura vial y ampliación y modernización de carreteras y caminos, así como en construcción de puentes y centros escolares y de salud, entre otros. Tan solo en el 2010, la inversión  en obra pública fue de 1,200 millones de pesos.

[24] Véanse, anexo 1 y 2.

[25] Al finalizar su segundo año de gobierno en diciembre del 2011, Alfaro informó que se han consolidado prácticamente todas las líneas de trabajo del gobierno municipal, sobresaliendo los trabajos en la renovación del centro de la cabecera municipal, regulación del 70 por ciento de los fraccionamientos,  saneamiento de Cajititlan y la cuenca del ahogado, los programas sociales, así como la red de vialidades.

 

[26] Su distanciamiento con los directivos del PRD Jalisco, de cierta manera, lo contrarestó al crear la asociación civil denominada Alianza Ciudadana, que para fines del 2011, contaba con cerca de 80 mil afiliados.

 

[27]  Alfaro perdió la Gubernatura del estado con un poco más de 4 por ciento de los votos, pero su movimiento logró posicionarse como una importante fuerza política en la entidad, al obtener 5 asientos en el congreso local y lograr el triunfo en 9 municipios (donde viven 819 mil ciudadanos) entre los que sobresalen ciudades importantes como Puerto Vallarta, Autlán de Navarro y Tlajomulco de Zúñiga.

 

[28] Véase la encuesta publicada en el diario Milenio Jalisco el 23 de noviembre del 2011 y realizada por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE).

 

[29] El 26 de marzo del 2011, Alfaro viajó a Cuba en un avión Lear Jet particular, en compañía de dos consejeros electorales y otros funcionarios del municipio de Tlajomulco. Al regreso de su viaje, subió algunas fotos a Facebook y Twitter en la que aparecía junto al cantante Silvio Rodríguez. A partir de la aparición de las fotografías en el ciberespacio, se desató un gran escandalo mediático en el que Alfaro aparecía en el centro de la escena.  Primero, trascendió que el propietario del avión era un empresario que aparecía como proveedor de Tlajomulco; después que el presidente se había ausentado del municipio por un periodo que excedía lo permitido por ley (74 horas), sin que haya mediado permiso o notificación al cabildo municipal. Finalmente, trascendió a la prensa que el piloto del avión estuvo involucrado en expedientes penales ligados al narcotráfico. Este escándalo mediático estuvo presente en la prensa local por cerca de un mes. Alfaro respondió al aquelarre, primero diciendo que lo atacaban por el miedo que estaban generando los avances y logros que había obtenido como gobierno. Luego se disculpó públicamente al señalar “Acepto mi error públicamente, pero también reitero que mi comportamiento como servidor público es ejemplar, que espero que los jaliscienses evalúen mi trabajo en función de mis resultados como gobernante y como político”.   

 

[30] Alfonso Javier Márquez apunta que probablemente ni Enrique Alfaro ni su equipo político calcularon llegar al punto donde se encuentran, ya que él puede decidir el curso de los próximos procesos electorales en Jalisco y definirá quien gana las próximas elecciones en la entidad  (Véase Alfonso Javier Márquez, “Alfaro”, en Semanario Conciencia Pública año 3, No. 133, del 21 al 27 de noviembre del 2011, p. 23).